Opinión

La bandera de la doble moral

Ilka Oliva Corado

16/11/2015 - 02:00

 

Bandera de Francia (arriba) y Siria (abajo)

Me pregunto qué tenemos los seres humanos en la cabeza. Recordé que una tía mía dice que es bosta, bosta de vaca es lo que tenemos en el cerebro. Mi Nanoj dice que bien puede ser aserrín o afrecho. 

¿Y las mentadas neuronas? ¿Cuál es la función que tienen pues? Me quedo cavilando, tratando de encontrar el meollo del asunto, no, la pregunta es: ¿qué tenemos los seres humanos en el corazón? ¿Hacia dónde se fue nuestra sensibilidad? ¿En dónde tenemos la capacidad de reacción? ¿El arco reflejo acaso decidió tomar vacaciones, se fue de aventurero a recorrer el mundo, sólo? ¿Somos inmunes a la tragedia humana, al dolor? ¿Qué sucedió con nosotros que nos volvimos farsantes, andrajos embusteros? Lacayos, inminencias de nuestra doble moral. ¿Creemos realmente en los seres de primera, segunda y tercera categoría? ¿Así de apocados somos? 

¿Acaso somos esas esponjas que imprimen todo lo que dicta la mediatización? ¿Y nuestro raciocinio en dónde está? ¿En dónde está nuestra capacidad de dudar? ¿Nuestro instinto? ¿Acaso somos el rebaño que se deja arrear? ¿Por qué no saltamos las trancas? ¿Por qué no somos capaces de salir del molde común? ¿Cuándo dejaremos de ser mediocres? ¿Echados? Manejables, ¿cuándo dejaremos de ser sumisos y manipulables? ¿Hipócritas, pues? 

¿Cuándo dejaremos de darnos tres golpes de pecho para aparentar y le apostaremos a la conciencia? ¿Cuándo dejaremos de ser miedosos  y cobardes? ¿Cuándo veremos a todos los seres humanos por igual? ¿Cuándo conoceremos la dignidad y la solidaridad? ¿Para qué nos sirven nuestras manos, para destruir o para crear? ¿Para abrazar o para golpear? ¿Somos traiciones, solapadores, ignorantes?

¿Qué somos? ¿De qué color es la bandera de la doble moral? ¿Tenemos bandera nosotros, de qué color es? ¿Y si renunciamos a las banderas y luchamos por los Derechos Humanos de todos por igual? ¿Si dejamos de callar y alzamos nuestras voces? ¿Y si dejamos de ser cautivos de nuestra propia mediocridad? ¿Si decidimos nadar contra la corriente? ¿Liberarnos de la mediatización?

¿Tomar partido, y que  sea el de la conciencia, la hermandad y la justicia? ¿Y qué tal si nos atrevemos a ser seres humanos y dejamos de ser objetos maniobrables a los deseos perversos de los desleales? 

¿Y si pensamos por un segundo en que si  existe el cerebro y en cuál es su función? ¿Y si hacemos funcionar el nuestro? Podemos, claro que podemos, no es imposible. Solo se necesitan dos dedos de frente. 

  

Ilka Oliva Corado

@ilkaolivacorado 

Sobre el autor

Ilka Oliva Corado

Ilka Oliva Corado

Crónicas de una inquilina

Escritora y poetisa. Ilka Oliva Corado nació en Comapa, Jutiapa, Guatemala, el 8 de agosto de 1979. Hizo estudios de psicología en la Universidad de San Carlos de Guatemala, carrera interrumpida por su decisión de emigrar a Estados Unidos en 2003, travesía que realizó como indocumentada cruzando el desierto de Sonora en el estado de Arizona. Es autora de dos libros: Historia de una indocumentada travesía en el desierto Sonora-Arizona, y Post Frontera.

@ilkaolivacorado

1 Comentarios


Jairo Tapia Tietjen 16-11-2015 10:40 AM

*Amiga, ha dado Vd. al clavo; estamos sometidos, hace lustros a las tres dictaduras : * La dictadura Mediática, con su atajo de flagelantes ante el ídolo de barro del consumismo y de los falsos monederos de valores; ** La Dictadura politikera y corrupta que tiene enfangada las conciencias de nuestra pseudodirigencia y élites ávidas de poder y oropeles; *** y la Dictadura Financiera, que es la que mueve los hilos de las anteriores, y siempre está signada y cabresteada por los centros de poder en USA, Unión Europea, y ahora los sátrapas del Medio Oriente; ¡BON SORT!!

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Editorial: El cuento oral, un género híbrido en constante evolución

Editorial: El cuento oral, un género híbrido en constante evolución

La narración oral reviste un cierto misterio. A medias entre la narración clásica escrita y el espectáculo escénico, resulta a vec...

Una trágica historia de amor en el siglo XII: Eloísa y Pedro Abelardo

Una trágica historia de amor en el siglo XII: Eloísa y Pedro Abelardo

Eloísa nació en el año de 1101, veintiún años antes del nacimiento de Leonor de Aquitania, y durante seis decádas lo iluminó con...

Malditos los que se roban la plata de las vías

Malditos los que se roban la plata de las vías

  Respecto al doloroso suceso donde perdió la vida el Gran Martín Elías, hecho muy difícil de creer, que ha trastornado al paí...

Y en el siguiente periodo resucitó

Y en el siguiente periodo resucitó

“Somos creadores y podemos fabricas hoy el mundo en el que viviremos mañana”. Las religiones consolidan la fe de sus practicante...

Llorando mi ausencia sentimental

Llorando mi ausencia sentimental

Allí estaba yo, con la manguera en mi mano, regando el jardín que mi mamá tiene en el patio de su casa cuando entra un mensaje a mi ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados