Opinión

Un Oscar para Colombia

Petrona Sanjur

07/03/2016 - 06:40

 

En estos días, siguiendo los últimos acontecimientos cinematográficos, me detuve en la transmisión de los premios Oscar de la Academia, sorprendiéndome con la nominación de una cinta colombiana que hasta el momento no he podido ver.

Cuando dieron el nombre la di por ganadora, es un nombre sugestivo pensé “El Abrazo de la Serpiente”, enseguida lo relacione con la lagartearía local, di por cierto que Ciro Guerra había hecho una comedia inspirado en la visita del fallecido comandante Chávez a Santa Marta, donde se abrazó con Álvaro Uribe, lo que no sabría era como Ciro distinguiría cual sería la víbora, concluyendo en silencio, me dije a mi mismo, debe llamarse es El Abrazo de las Serpientes en plural, pero a la vez pensé que es más sonoro en singular.

Revisé en google las anteriores películas de Ciro y me encontré con La sombra del caminante, una película que narra el drama de un desplazado de la violencia que luego se convierte en el mejor amigo de su verdugo sin saberlo y con Los viajes del acordeón que narra la tradición de la provincia alrededor del instrumento insignia del folclor vallenato.

Cuando dieron el resultado no me decepcioné, por lo contrario, me sentí optimista, puesto que Ciro Guerra es nuevo en este mundo y además muy joven, si lo comparamos con los grandes de Hollywood, como Steven Spielberg o George Lucas por ejemplo.

Si este colombiano sigue revisando la fauna política local puede dirigir muchas películas exitosas, me imaginaria yo un guion escrito por Vicky Dávila, donde Ciro Guerra con su genialidad titularía “El Anillo del General”, esta película se rodaría en Mariquita Tolima, con la banda sonora de los Embajadores del Vallenato interpretando la canción Se le Moja la Canoa.

Puede optar por un guion más serio escrito por Gustavo Petro, la película puede llevar por nombre “El Apóstol Malo”, el titulo seria subliminal, pues cualquier cristiano acudiría a las salas de cine a revivir los pasajes bíblicos de la traición de Judas a Jesús, pero se encontraría con un Santiago Uribe huérfano de poder y una justicia tardía que llega al delincuente.

Pensándolo bien, Colombia es un país con un conjunto de historias fácilmente adaptables al cine, por lo menos puede grabarse una película de espionaje, que tendría por nombre “No Chucen a Pachito,  sería una película de policías, senadores y favores, donde el protagonista principal es el vicepresidente de un país, cuya única función es cuidar de los huevitos del presidente; para esta película podemos contar con el papel protagónico del peruano Jaime Bayly, quien deberá parecer más bajito y subir de peso.

Podemos arriesgarnos a dramas más complicados como el padecimiento del Alzhéimer, donde se narrara la historia de un político quien olvidó sus charlas con Tirofijo, el Despeje del Caguan, el Escandalo de Dragacol, el Presupuesto de Sudor y Sangre y sus Comidas de Francachela con Hugo Chávez; esta película contaría con una segunda parte, con un actor diferente, pero en la segunda se olvidarán de Ralito, el Das, las Reuniones con Job, los Falsos Positivos y Agro Ingreso Seguro, estas dos historias tienen en común las fallas de la memoria del protagonista y su relaciones mal sanas, en la uno con los Guerrilleros y en la dos con los Paramilitares.

Es lamentable que en el país no tengamos la tecnología para recrear una película animada llamada  “El Elefante Presidente”, donde se repartirían mogollas en recinto del congreso, el cual estará lleno de micos y lagartos.

Podemos acudir a la religión y a las creencias del pueblo para realizar una película más costumbrista, donde la moral cristiana sustituya la ley de los hombres, y la convicción religiosa sea más fuerte que el libre desarrollo de la personalidad, donde se muestre un país cuyo código penal condene como delito el hecho de no ir a misa o rehusarse a la sagrada eucaristía, donde el péndulo de la justicia se mueva al compás de las campañas de la catedral; esta película tendrá como protagonista al procurador, que con la camándula en la mano entregara las indulgencia para la vida pública o el escarnio popular.

Por todo este material fílmico no me preocupa que Ciro Guerra no haya logrado la estatuilla, sé que el otro año nos traeremos el galardón en muchas categorías, incluso en la de mejores efectos especiales, puesto que en este país somos expertos para tender cortinas de humos para aplacar los escándalos y al final la olla podrida se destapa sola.

 

Petrona Sanjur 

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