Opinión
La humildad e importancia de la mujer campesina
Según Magdala Velázquez Toro, “la situación, económica y política de la mujer en Colombia ha estado marcada por múltiples factores estrechamente vinculados a su condición sexual. La opresión y discriminación de la mujer es un hecho histórico que traspasa todas las clases sociales”1.
Los censos de 1938, 1951, 1961 y 1974 incluyeron dentro de la población económicamente inactiva al ama de casa (aún hoy en pleno siglo XXI así lo consideran), olvidando abruptamente el gran aporte de la mujer en la casa o el hogar.
Y de la misma forma que han ocurrido estos olvidos históricos, también se ha menospreciado el trabajo de la mujer campesina; estas mujeres que han sido el soporte vital de sus maridos, que a más de ayudarles en la crianza de los hijos deben recurrir a la atención de la huerta, labores agrícolas y mantenimiento de animales domésticos.
La mujer del campo es quizás, sin ofender, la más sufrida, ya que por las consecuencias de las guerras intestinas generadas en nuestro país le ha tocado en muchos casos ser madre, padre y hermana de sus hijos, de vecinos y huérfanos.
La mujer campesina es la que siempre ha estado presente en el devenir ciego de una sociedad que castiga la ignorancia intelectual de ciertas mujeres del campo; pero no tiene en cuenta su incalculable conocimiento en la prosperidad agraria de un Estado que aparenta olvidar la importancia de supervivencia que nos guarda el campo.
El mismo que dentro de sus entrañas tiene un complemento primordial como lo es, esa mujer de manos curtidas encallecidas por el arduo trabajo, legado como signo de pujanza de nuestros antepasados aborigen, matriarcal y negro.
La mujer campesina es el pasado, el presente y el futuro, porque el producto del campo es parte fundamental en la seguridad Nacional de un país.
Luis Alcides Aguilar Pérez
Referencia:
[1] Quórum, mujeres al día, página 24.
Sobre el autor
Luis Alcides Aguilar Pérez
Buscando
Luis Alcides Aguilar Pérez (Chiriguaná- Cesar). Lic. En Ciencias Sociales de la Universidad del Magdalena. Docente de secundaria. Fiel enamorado del arte de escribir. Publicaciones: La Múcura de Parménides – Compendio de cuentos, poesías y reflexiones; Sueños de libertad – Cuentos, poemas y diez reflexiones; Chiriguaná. Historia y Cultura. Novela inédita “¡Y la culpa no es de Dios!”
0 Comentarios
Le puede interesar
Colombia, país de coherencia
Colombia es uno de los países más hermosos del mundo, reconocido así por la crítica turística mundial, y se basan en los siguiente...
¿Quién haría el Festival Vallenato? Zapatero a tus zapatos
Ahora que culminó el pleito jurídico por la Acción Popular que fue instaurada por la Procuraduría General de la Nación en contra d...
La palabra sagrada vallenata
Nosotros, los nacidos en la bella región del Valle de Upar, que no es solamente la ciudad que lleva ese nombre, sino un vasto te...
Un país de francotiradores
Nos aterra la inquietante situación de la Colombia actual, esa patria que nos vio nacer, que se desangra día a día por culpa de la v...
Votar a los 16 sin conocer la constitución
Los años siguen pasando, proponen por enésima vez una supuesta “reforma política” y en Colombia todavía no se le está da...