Opinión
¡Qué aburrido es ser princesa!
Durante el pasado mes de abril se celebró el día del niño y de la niña. Sin embargo, es preocupante que muchas de las celebraciones se enmarcaran en el tema de princesas y príncipes, sobre todo en los más pequeños. Situación que hace que se perpetúe la cultura patriarcal y los roles de género. Por tal razón me tomé la tarea de averiguar a algunas niñas y adolescentes si les gustaba la idea de ser princesas a lo cual me respondieron inmediatamente “Qué aburrido es ser princesa”, me gustó tanto esta frase. Por eso fue que le coloque este título al artículo.
Pensando en las películas con las que crecimos más de la mitad de esta generación, donde las mujeres no quedábamos bien paradas con los cuentos de princesas Disney. Estas son mujeres hermosas, flacas, casi perfectas pero terriblemente frágiles y los hombres salen a escena con personalidades poderosas, dominantes, inteligentes y capaces de solucionar la vida de esas bellas mujeres, vulnerables e incapaces. Estos roles machistas alimentados por cuentos y películas son peligrosos, con ellos se transmiten valores y arraigos culturales sexistas, discriminatorios y crueles. Cuando llegan a la adolescencia estas jóvenes quieren agradar y ser protegidas por el chico fuerte e incluso agresivo y celoso, donde el mito del amor romántico es el rey.
Claro que en mi ejercicio me encontré con mujeres que me decían que no era malo que las niñas vieran estas películas si les dábamos la opción de ser críticas de estas situaciones. Críticas realizadas por movimientos de mujeres y feministas, que alzaron la voz para decir basta, han hecho que en los últimos años se aprecien algunos mensajes diferentes, como el de la película Brave, una princesa indomable que no quiere ser princesa ni casarse. El día que vi esta película acompañada de mis sobrinas pequeñas, dije hay esperanzas de transformar los imaginarios de género y de esta manera evitar y erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas, porque será una generación de niñas y adolescentes empoderadas que si quieren ser princesas, serán unas guerreras, que pueden construir sus propios castillos y que saben que no tienen que ser rescatadas, porque la fuerza no proviene de la capacidad física, sino de la voluntad indomable.
Las que antecedimos a esta nueva generación como nuestras abuelas, tías, madres y nosotras mismas, que tampoco quisimos ser princesas, pero que al final nos veíamos envueltas en convertirnos en mujeres trofeos en el futuro, hoy nos encontramos con nuevas herramientas como son películas, juegos y literatura que hacen homenaje a esas niñas que no quieren ser princesas, sino por el contrario ser astronautas, científicas, bomberas, exploradoras, construir máquinas complejas, ingenierías y otras tantas profesiones reservadas para los hombres.
En este ejercicio me encontré dos libros espectaculares para trabajar desde las aulas de clase y en la casa.
1-. Súper Lola, la heroína de las niñas que no quieren ser princesas. Superlola es un cuento coeducativo protagonizado por una niña valiente que quiere ser superheroína. Ella sueña con un mundo mejor en el que todas las niñas y niños sean libres para ser lo que quieran...
Cuento creado y escrito por Gema Otero Gutiérrez
2-. ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? Es un libro indicado para trabajar en preescolar y primaria, donde se transforma los estereotipos y roles de género a través de un cuento mágico, escrito por Raquel Díaz Reguera.
María José Ortí, responsable de comunicación de la Fundación Isonomía, expresa que a través de los cuentos "socializamos, inculcamos ideas, creencias y valores sociales". "Legitimamos instituciones o instancias sociales al igual que identificamos y legitimamos roles, funciones sociales y modelos de actuación". Al igual que la familia, la escuela, la televisión, la publicidad, los grupos de pares, educan consciente o inconscientemente, dice, "los cuentos también lo hacen. Son agentes de socialización".
Es posible que lleve tiempo transformar estos imaginarios o que no se den a la velocidad que queremos las que venimos trabajando en esto desde hace años, pero seguimos en el camino para superar las construcciones de género que actualmente rigen la sociedad, contando con unos aliados estratégicos como son los padres, madres y educadores, quienes tienen la tarea de enseñar a las personas del mañana, inculcando valores de igualdad y respeto. Sabiendo que el cambio comienza por casa, éste está en nuestras manos. Un mundo mejor, más justo, más humano y respetado es posible, donde la comunicación equitativa, sin el sello del patriarcado, en donde la hegemonía y subordinación dejen de estar naturalizados, con hombres y mujeres semejantes y más reales, no debería ser una simple ilusión.
Beatriz Ramírez David
Sobre el autor
Beatriz Ramírez David
Mundo en femenino
Consultora en temas de Mujer y Género, facilitadora social y comunitaria, conferencista, online speaker y escritora. Embajadora de mujeres liderando América Latina y Global Ambassador NERDS RULE INC. Página web: https://beatrizramirezdavid.wordpress.com/
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