Opinión

¿Quién le teme a la Paz?

Rodolfo Quintero Romero

13/07/2016 - 06:10

 

A pesar de la campaña de desinformación de los últimos meses, poco a poco la gente comienza a entender que una cosa es el gobierno de Santos y otra la paz. Que podemos ser críticos acérrimos de su gestión gubernamental y al mismo tiempo respaldar los diálogos de La Habana, sin entrar en contradicción alguna.

Sin duda el acuerdo de cese bilateral y definitivo del fuego, el fin de la guerra política, es el hecho más trascendental de la historia contemporánea de Colombia, solo comparable al plebiscito de 1957 que selló el final de la violencia liberal-conservadora.

El impacto nacional e internacional de lo alcanzado hasta el momento ha generado una enorme confusión entre los más radicales opositores al proceso. Ni el procurador general, ni el senador Álvaro Uribe, ni sus seguidores y áulicos, ni RCN atinan en definir una estrategia que los mantenga a flote. Las divisiones internas comienzan a aparecer.

Las últimas opiniones de los más conspicuos columnistas uribistas pidiéndole al caudillo subirse al “bus de la paz”, recapacitar y aceptar la representación política de la guerrilla en el Congreso, develan el carácter politiquero y oportunista de su oposición.

Pretender reducir el alcance de la paz a los beneficios o penas para los guerrilleros es de una simpleza aterradora. Sepan que lo que viene ahora es la más amplia discusión democrática sobre las reformas para consolidar la paz porque la guerra no termina para que todo siga igual. No obstante, hay que celebrar estas señales de cambio en el uribismo que pueden contribuir a la masiva refrendación de los acuerdos.

Los ciudadanos empezamos a entender que una cosa es el fin de la guerra y otra la construcción de una sociedad menos desigual, más próspera, democrática e incluyente que elimine las causas objetivas que dieron origen al alzamiento y garantice que nadie tenga que recurrir a la violencia para reclamar su derecho a una vida digna.

Hay sectores que solo conciben la sociedad como un club privado: adentro unos pocos privilegiados disfrutando de educación y salud de calidad, buenas viviendas, empleos bien remunerados y seguridad en sus barrios, y, afuera millones de desplazados sin oportunidades, con hambre y sed, excluidos del bienestar y del ejercicio de sus derechos ciudadanos.

Son estas minorías las que se asustan con la paz y la democracia porque creen que van a perder lo mucho o poco que tienen. Hay que decirles que se tranquilicen, que no se dejen engañar, que ellas también se beneficiarán de la prosperidad general y de vivir en paz en un país donde no importen apellidos, origen social, raza, género o preferencias sexuales para vivir bien.

Que tiemblen los corruptos y los bandidos pero no la gente decente, honesta y trabajadora que, por fortuna, es la mayoría de la nación. El cese del conflicto armado trasciende las diferencias políticas e ideológicas y debe suscitar el más amplio respaldo nacional.

 

Rodolfo Quintero Romero

 

Sobre el autor

Rodolfo Quintero Romero

Rodolfo Quintero Romero

Causa común

Rodolfo Quintero Romero. Agrónomo. Máster en Economía, especialista en Derecho del Medio Ambiente y Profesor Universitario. Su columna nos invita a conectar con la actualidad cesarense y entender los retos a enfrentar para lograr un crecimiento sostenible y duradero en el departamento.

@Rodoquinteromer

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

¿Se perdió la identidad del fútbol suramericano?

¿Se perdió la identidad del fútbol suramericano?

La Copa América no es la Copa que muestre a nuestro fútbol. Es una copa extraña, mezcla de fuerte sabor a Europa, del euro, de los...

Una culpa colectiva

Una culpa colectiva

Nos llegó como una peste bíblica el famoso Covid-19, en principio hubo el mayor pánico mundial que se ha vivido en los últimos año...

Marzo con M de mujeres

Marzo con M de mujeres

  Marzo es el mes internacional de las mujeres. De esto hay que hablar con todo el respeto que merece porque no es una conmemoración...

Editorial: Un homenaje al homenaje

Editorial: Un homenaje al homenaje

  Nunca se había vivido un homenaje de esta manera. La venida de Carlos Vives a Valledupar, en el 51º Festival que le ha sido ded...

No permitamos otros Bronx

No permitamos otros Bronx

La intervención realizada en la zona marginal del Bronx en la capital de la República, ha conmocionado, consternado y aterrado a Co...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados