Opinión
El escuadrón de la decepción
El tráiler de Escuadrón suicida me ocasionó una intriga casi alucinante. Sus imágenes góticas me condujeron a codiciar una película de personajes complejos, diálogos suspicaces y escenas perturbadoras. Esperaba ver cabezas rodando por doquier, pero asimismo vislumbraba una historia con juegos psicológicos, trampas argumentativas y circunstancias verosímiles. Así que cuando el filme por fin llegó a las salas de cine de Valledupar, corrí a verlo con el estómago burbujeando, pero la realidad resultó contraproducente y me tropecé con una profunda desilusión.
Escuadrón suicida es un largometraje inspirado en los cómics de la pandilla de antihéroes más popular de DC Comics. Fue escrito y dirigido por David Ayer, el mismo de Corazones de acero, Sabotage, Dueños de la calle, entre otros. Algunos artistas reconocidos de Hollywood se prestaron para ser payasos de este circo de la obviedad y la estupidez: Will Smith, Jared Leto, Margot Robbie, Joel Kinnaman, Jai Courtney, Viola Davis… Ellos derrocharon sus renombradas destrezas en una obra para el olvido.
La historia surge luego de los hechos de Batman y Superman: El amanecer de la justicia. El gobierno se encuentra sumergido en el pánico por la amenaza de una visita alienígena al planeta y la líder de la agencia secreta A.R.G.U.S., la cruel Amanda “El Muro” Waller, plantea como solución reclutar a los villanos que tengan las habilidades más sanguinarias y fantásticas, con el propósito de contrarrestar la situación. A partir de ahí se comienzan a desenvolver una serie de eventos que no tienen ni pies ni cabeza, que resultan poco fiables y que causan tedio, desencanto y hasta rabia.
Dicen que esta cinta ha recaudado muchos millones de dólares. Tal vez por eso me resulta tan acoplada con los libros del tal Paulo Coelho, que son malísimos pero se venden como pan caliente. Escuadrón suicida es una exhibición terrible y fastidiosa de personajes insípidos, diálogos bobos y hechos insolentes. La vi hasta el final para poder escribir estas letras sin que me asaltara la duda, para no perder la entrada al cine. No obstante, debo admitir que no todo fue decepción y al menos una sola cosa buena me dejó: la certeza de que soy un iluso que se deja engañar de un simple tráiler.
Carlos César Silva
Twitter: @ccsilva86
Sobre el autor
Carlos Cesar Silva
La curva
Carlos César Silva. Valledupar (Cesar) 22 de noviembre de 1986. Abogado de la Universidad Popular del Cesar, especialista y magister en Derecho Público de la Universidad del Norte. En el 2013 publicó en la web el libro de artículos Cine sin crispetas. Cuentos suyos han sido publicados en las revistas Puesto de Combate y Panorama Cultural. Miembro fundador del grupo artístico Jauría. Cocreador del bar cultural Tlön.
0 Comentarios
Le puede interesar
Las violencias: una pandemia por erradicar
Han pasado muchos días sin escribir mi columna habitual, estaba en un espacio de reflexiones y silencios, en el cual, observé muc...
Duque y el Vallenato
El peor y más reciente embuste que he escuchado es el que afirma de manera categórica los beneficios tan grandes que ha recibido ...
Un Canto al Río llegó para quedarse
Después de haber efectuado el festival o el concurso “Un Canto al Río”, el pasado 5 de enero del año que apenas despunta, en...
Los alemanes de Tamalameque
Muy a pesar del color de la tez, el tamalamequero no se reconoce afro. En ese trajinar permanente, buscando historias para contar, he p...
Marzo, mes de las mujeres: Mujeres wayúu y la energía sagrada del agua y los vientos
Durante el mes de marzo, en todo el mundo se realizan jornadas o campañas a favor de los derechos humanos femeninos, en homenaje a...