Opinión
Editorial: Los juglares, en primera línea del folclor
El trabajo por la conservación y el reconocimiento del folclor vallenato ha hecho que, afortunadamente, diversas iniciativas ubiquen a los juglares en una primera línea de atención
A los foros y homenajes impulsados por el Festival Vallenato, se agregaron hace poco más de un año los conversatorios (o citas musicales) que nacieron con la iniciativa del docente e historiador Nelsón Ramírez y el escritor Félix Molina en la biblioteca Rafael Carrillo.
Estos encuentros musicales –que tienen una frecuencia bisemanal– siguen desarrollándose y permiten una interacción directa con los compositores contemporáneos.
De esta manera se hace más fácil conocer la realidad de este oficio, los secretos de algunas composiciones, el recorrido que les llevó a optar por la composición, y su concepto del folclor musical actual.
Por otro lado, debemos destacar las visitas guiadas ofrecidas por el museo SAYCO y, más recientemente, la iniciativa del escritor Jacobo Solano con la publicación del libro Juglares Contemporáneos. Una obra que combina texto y fotografía y que indaga en las vivencias de estos señores que hicieron del vallenato una fuente de alegría cotidiana.
Constituir un registro bibliográfico y fotográfico de todos estos artistas que hicieron tanto por la cultura local –y que en muchas ocasiones perviven en la sombra– es una tarea fundamental para entender y transmitir la esencia de este folclor.
Por eso, celebramos el apoyo del ministerio de cultura a esta iniciativa y esperamos se multipliquen las obras (al mismo tiempo que crezca el índice de lectura en Colombia).
En este editorial queremos resaltar las palabras de Santander Durán –uno de los juglares que participó en el lanzamiento del libro de Jacobo Solano– al recibir el pasado viernes 29 de junio un reconocimiento por el Senado.
El compositor habló de la necesidad de una ley que proteja a los compositores frente a los atropellos de grandes empresas en materia de derechos de autor y que también les brinde un apoyo ante el auge de las nuevas tecnologías.
Santander solicitó a las autoridades departamentales y municipales presentes que los juglares fueran incluidos en un programa de conversatorios y talleres que podrían circular por todo el Cesar.
Es indudable que el saber de los que contribuyeron al fortalecimiento del vallenato y de la lírica en general debe ser conocido y disfrutado por todos los cesarenses antes de que desaparezca.
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