Opinión
Reducción de la dotación de los premios Nobel: ¿Crisis o mala gestión?
En los dos últimos años un gran número de concursos literarios han visto cómo la dotación de sus premios disminuía significativamente debido a la crisis que conocen varios países europeos.
El hecho que muchos de estos concursos estén ligados a subvenciones o instancias gubernamentales hace inevitable esta tendencia que todos los amantes de las artes y cultura deploramos.
Sin embargo, la última noticia que ha podido llegar a mis oídos es la reducción de la dotación económica del premio Nobel, considerado como uno de los más cuantiosos y prestigiosos a nivel mundial.
No se trata de una reducción cualquiera ya que se maneja un porcentaje del 20%. Asimismo, el premio de literatura se reduciría a 8 millones de coronas (2.000 millones de pesos colombianos) cuando antes estaba en 9 millones de coronas ($ 2.300 millones).
Con el contexto que sabemos de crisis occidental, cabe preguntarse si esta reducción es el fruto de las dificultades que atraviesa el sector cultural en general o una mala gestión de los mismos organizadores del certamen.
Recordemos antes de todo que este concurso fue creado en 1900 después de que Alfred Nobel donara por medio de un testamento toda su fortuna para la gestión de estos premios y que durante poco más de un siglo se han organizado sin un problema.
Entonces, ¿qué explicaciones da la fundación que lidera este concurso para explicar una súbita bajada de precios? Pues sencillamente anunció en un comunicado que los costes habían excedido los ingresos de intereses e inversiones durante la última década obligando a reducir el dinero en premios.
Las declaraciones de lo representantes son más claras todavía. “La Fundación del Nobel es la responsable de que el dinero del premio continúes al máximo nivel a largo plazo”, expresó un portavoz. “Hemos realizado a tiempo la valorización que es importante adoptar”.
Pero esto no es todo. La fundación dijo que también había comenzado a estudiar recortes de costes en administración y gastos vinculados a las celebraciones del Nobel, que tienen lugar cada mes de diciembre en Estocolmo, y como resultado, los galardonados de este año recibirán menos dinero.
Todo esto deja bien claro que la reducción se debe a cuestiones de administración interna y no tanto a la crisis económica. Por lo tanto que se tranquilicen los pretendientes al “Oscar” de la literatura porque este reajuste no les afectará en su vida cotidiana.
Ya sabemos que la mayor parte de los ingresos que genera un premio Nobel es en la cantidad de libros que vende después de su consagración. Así que descansen en paz escritores con aspiraciones nobelescas: la plata seguirá entrando.
Sobre el autor
José Luis Hernández
La Lupa literaria
José Luis Hernández, Barranquilla (1966). Abogado, docente y amante de la literatura. Ofrece en su columna “La Lupa Literaria” una perspectiva crítica sobre el mundo literario y editorial. Artículos que contemplan y discuten lo que aparece en la prensa especializada, pero aplicándole una buena dosis de reflexión y contextualización.
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