Opinión
El Cesar necesita más que paz
Ante la avalancha de noticias y opiniones sobre el acuerdo de paz, el plebiscito y el premio nobel otorgado al presidente Santos, el país se encuentra saturado, o peor aún este asunto ha sido la causa de un letargo para los habitantes que han olvidado sus necesidades para enfocarse de lleno en el futuro de la paz del país.
No he cambiado de parecer y sigo sosteniendo que la paz es un tema de crucial importancia para Colombia y las nuevas generaciones, soy un convencido que la paz es el medio más idóneo para la construcción de un mejor país, pero también constato que nos hemos dejado de preocuparnos por temas sensibles e importantes en nuestras regiones para conseguir una paz verdadera y duradera.
Es por eso que se hace necesario que los cesarenses se preocupen por la difícil situación que atraviesa el sector salud en el departamento, donde muchos hospitales se encuentran sumidos en una grave crisis financiera y administrativa que les imposibilita la prestación de un buen y adecuado servicio, poniendo en riesgo a toda la comunidad.
No podemos pasar por desapercibido los elevados índices del nivel de riesgo de la calidad de agua para consumo humano en la mayoría de los municipios del Cesar, lo que expone que sus habitantes puedan contraer enfermedades diarreicas agudas, fiebre tifoidea, hepatitis A, entre otras, de las 25 enfermedades que la Organización Mundial de la Salud ha establecido que pueden afectar a las personas por el consumo de agua contaminada, lo que se traduce en un problema de salud pública en el departamento.
Asimismo debemos atender la mala infraestructura y falta de tecnología en muchas instituciones educativas a lo largo y ancho del Cesar, que conlleva a un inadecuado ambiente educativo que no garantiza un buen proceso de enseñanza y aprendizaje como se ve reflejado en las pruebas saber dónde nuestros estudiantes no superan la media nacional.
Otro factor que preocupa son los retrasos de las obras del gobierno anterior y la falta de obras de gran impacto de la actual administración, lo que ha traído desesperanzas y preocupación en los diferentes municipios del Cesar, toda vez que su progreso se ha visto mermado por estos motivos y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes cada día está más lejos.
Por eso es necesario seguir aportándole y jugándolas por la paz, pero también se hace imperativo atender nuestras necesidades básicas insatisfechas, centrarnos en la solución de los problemas que nos aquejan, para que cuando alcancemos la tan anhelada paz, no se convierta en efímera y los problemas sociales no nos conlleven a nuevos conflictos.
Diógenes Armando Pino Sanjur
@mafranpisa
Sobre el autor
Diógenes Armando Pino Sanjur
Tamalamequeando
Diógenes Armando Pino Sanjur, más conocido como May Francisco, nació el 24 de junio de 1976 en un pueblo mágico lleno de historia, cultura y leyendas situado en la margen derecha del Río Magdalena llamado Tamalameque. Hijo de los docentes Diógenes Armando Pino Ávila y Petrona Sanjur De Pino, tiene 2 hijos, May Francisco y Diógenes Miguel, los cuales son su gran amor, alegría, motor y mayor orgullo. Abogado de Profesión, despertó su interés con la escritura de su padre quien es escritor e historiador, se declara un enamorado de su pueblo, de su cultura (la tambora) y apasionado por la política como arte de servir.
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