Opinión
La Reforma del zoológico
Cuando creíamos llegar a tiempos de posconflicto, aparecen cada día otras noticias. O las mismas. Algunas vienen desde siglos como las muertes de La Guajira, sus elecciones y sus capturas a diario, o como las inundaciones del Chocó, o el más reciente perturbador infiel del Centro Democrático, Pachito Santos, al decir que en su partido muchos quieren jugar al alargue de la guerra y otros quieren firmar ya. ¡Y ahí fue Troya! Mientras Uribe suelta otra piedra, prepara trinos La Cabal y sueltan por fin a Paloma, que, según los caricaturistas nacionales, la tienen atada y herida, el país sigue sin rumbo conocido.
Ya nos olvidamos del Nobel de Santos y Bob Dylan, ni se ha enterado del de él. Para qué recordar a Haití, pues Shakira aclaró su donación y nada que Piqué conoce a Colombia. Y con esta reforma, no creo que venga. ¿Nos tendrá pique? Nada raro, la madre de Carlos Vives no conoce Valledupar.
Hoy la vaina es de reforma. Reformar la tribu o eliminarlos como hizo Norteamérica con sus nativos, que hoy confundimos sus nombres con marcas de autos, Cheyenne, Comanche, Yakama, Sioux, etc.
Como las elecciones gringas también nos emocionan, el caso de Mr Trump de no reconocer, si gana el triunfo de Hilary, es muy parecido al nuestro con el plebiscito, pues los “NOistas” decían que estaba viciado y la pregunta era indicadora y confusa, por lo tanto había que declararlo ilegal, así lo demandaron y ahora la corte puede acoger la demanda y cumplir lo que ellos pedían: Anularlo. No, no, no, ¡qué frio!
Nuestra justicia lenta y bien pensada presenta casos extraños. Siete años demoró para destituir al procurador Ordoñez y 22 para que el gerente del BanRepública en Valledupar lo indemnizaran diciéndole que era inocente en el robo del siglo.
Las mismas cortes tienen sus caprichos complementarios. El Consejo de Estado dio de nuevo vida política a Piedad Córdoba y la Corte Constitucional acaba de decir que las viudas pueden casarse nuevamente sin perder la pensión del esposo anterior, para el caso de Piedad con una gran indemnización por venir, la cosa se pone interesante. Se pasarían de unas noches oscuras a unas luces verdes. Son las cortes actuando, señores.
No os preocupéis por Valledupar, sus fallos llegarán, como los del Banco Emisor.
Aquí las cosas de tribus siguen en confusión, la plaza llena de yukpas porque dizque les quitan su territorio y hace tiempo se bajaron a las ciudades porque no pueden vivir en sus territorios. ¡Vamos cortes!
Hace tiempo los arhuacos se tomaron la plazoleta de la gobernación y hace pocos días varios indígenas la miraron con unas ganas de regresar, y ahora con piscina y pescaditos blancos y banderas nuevas... “Está bonita”, dijeron.
Hoy el tema es la reforma tributaria, no de tribus aunque la confusión siga. Los confundidores nacionales ahora sin Vélez Uribe dicen que todo será más caro, la canasta familiar, las pensiones y las gaseosas. Ya el ministro Cárdenas aclaró que ninguna de las tres sufrirá aumentos, pero quien le cree al ministro, al menos debe asesorarse del confusionista Vélez Uribe con vasta experiencia. Y está sin trabajo, además.
Pero, ¡seguir divirtiéndonos es la idea! El Concejo de Valledupar reunió a los inspectores de policía a través del contralor municipal, porque al parecer esos pobres empleados no permanecen en sus oficinas… Y qué contraste: ¡Ellos no tienen oficinas!
Ni qué decir de la muerte de algunas mascotas colombo-españolas, como “Bolas” que una querida periodista trajo de Barcelona y murió en Valledupar, cuando toda la comunidad europea lo recuerda. Hace poco murió el lorito de una rectora universitaria y también llenó las redes sociales de dolor, lágrimas y compasión, sin anotar que el radioperiodista Carlos Cadena de Caliente y Picante de Radio Guatapurí, extravió a su gatica “La Niña Minga” hace tres meses y su pérdida la considera irreparable.
Pero bueno, terminaremos con animales lo que como animales comenzamos. Los amigos de Greenpeace piden salvar las ballenas en la 66 convención en Eslovenia, piden 22 millones de kilómetros cuadrados, mientras en Bogotá, Peñalosa anuncia las corridas de toros en la Santamaría. La revista “Nature” acaba de publicar que los monos son más hábiles de lo que se pensaba, pues parten piedras para buscar pedazos afilados y romper nueces. El Mono Quintero posiblemente se ríe de estas cosas, el Mono Flores directivo del Valledupar Futbol Club anda “piedro” porque los técnicos de “casan” con algunos jugadores y el equipo cada día está peor, el Mono mayor, Mr Trump, no está seguro si acepta los resultados electorales de su país, que según nos dicen ser los más serios de las democracias mundiales. Definitivamente, es mejor vivir solo. ¡En el Zoológico, por supuesto!
Edgardo Mendoza Guerra
Tiro de chorro
Sobre el autor
Edgardo Mendoza
Tiro de chorro
Edgardo Mendoza Guerra es Guajiro-Vallenato. Locutor de radio, comunicador social y abogado. Escritor de cuentos y poesías, profesor universitario, autor del libro Crónicas Vallenatas y tiene en impresión "50 Tiros de Chorro y siguen vivos", una selección de sus columnas en distintos medios. Trata de ser buena gente. Soltero. Creador de Alejo, una caricatura que apenas nace. Optimista, sentimental, poco iglesiero. Conversador vinícola.
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