Opinión

Lo democrático vs lo saludable

Camilo Pinto Morón

10/11/2016 - 07:30

 

Colombia y gran parte de la Comunidad Internacional esperan con mucha ilusión el nuevo acuerdo final para la paz, y por supuesto, junto con ello, la definición oficial de cuál será el procedimiento utilizado para la refrendación de la componenda que en estos momentos se encuentran reestructurando y/o corrigiendo el Gobierno Nacional y las FARC-EP.

Es necesario revisar qué es lo más provechoso para el país en estos momentos, de forma diligente se debe optar por la herramienta más expedita y saludable para que este proceso de una vez por todas cumpla con el objetivo que llevó a que se le diera rienda suelta, la construcción de una paz integral.

Para nadie es un secreto que antes, durante y después del intenso dos de octubre del presente año, nuestro país ha estado envuelto en una extremada polarización, una división que le ha causado daños severos a nuestra convivencia, y además, ha generado una inestabilidad política, social y jurídica en el país. Con esto no estoy desconociendo el mandato popular que emanó del pueblo colombiano en vísperas del plebiscito para la paz, todo lo contrario, estoy resaltando una serie de factores que derivaron de dicha eventualidad, los cuales no se pueden desconocer. Algo que tampoco es menos cierto es que la convocatoria plebiscitaria hecha en su momento por el presidente Santos fue lo más ecuánime que pudo hacer, era su deber y compromiso con el Estado Social de Derecho, con la democracia internacional.

El plebiscito trajo consigo varios efectos, pero hay cuatro que para mi concepto ostentan una relevancia considerable, dos positivos, que son: (1) el fomento de escenarios democráticos y/o de participación en el pueblo colombiano y (2) exhortar al Gobierno Nacional a la concreción de un mejor acuerdo. Mientras que en los negativos están: (1) la incertidumbre jurídico-política que surgió después de conocerse el resultado electoral debido a la inexistencia de un plan de contingencia en caso de una desaprobación plebiscitaria y (2) el nefasto fraccionamiento político y social como resultado de la contienda entre las campañas del ‘Sí’ y del ‘No’.

En este punto me surgen dos incógnitas: ¿Estamos lo suficientemente preparados para un nuevo plebiscito por la paz? ¿No sería lo más conveniente refrendar los acuerdos a través de una democracia representativa, es decir, vía congreso?

Considero que lo más sano para nuestro país sería que el documento final sea refrendado a través del Congreso, no porque sea el camino más justo y democrático, claro que no lo es, sino porque aún nos falta madurez y mucha cultura en marcos electorales de esta índole, entonces, indiscutiblemente correríamos el penoso riesgo de caer nuevamente en la recesión social que nos tocó experimentar en días pasados, y verdaderamente la paz no puede esperar más. En el congreso se adelantarían los debates necesarios para llegar a un consenso nacional y de una vez por todas se refrendaría el acuerdo final en pro de una paz estable y duradera.

Al parecer estamos ante un choque de trenes de tipo procedimental, ‘Lo democrático vs. Lo saludable’, ¿Plebiscito o Congreso? ¡Que se abra el debate!

***

Adenda: La inestabilidad de la democracia mundial va en ascenso, corresponde a países como Colombia, que van en busca de un desarrollo y progreso integral, seguir las sendas constructivas de la democracia pura y el pluralismo centrado.

Ojalá que Donald Trump no funja de presidente de los Estados Unidos al estilo de aquel Trump candidato presidencial. Amanecerá y veremos.

 

Camilo Pinto Morón

@camilopintom

Sobre el autor

Camilo Pinto Morón

Camilo Pinto Morón

Letras & Opinión

Camilo A. Pinto Morón, estudiante de Derecho de la Universidad de Santander, estudio leyes porque "pertenece a ese orden de cosas que se comprenden mejor cuando no se definen" - Levy Ullmann. Columnista de opinión en PanoramaCultural.com.co, el diario El Pilón, y Con la Oreja Roja. Fiel creyente de un oficio de opinar en serio, respetuoso, objetivo y responsable.

@camilopintom

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Reducción de la dotación de los premios Nobel: ¿Crisis o mala gestión?

Reducción de la dotación de los premios Nobel: ¿Crisis o mala gestión?

En los dos últimos años un gran número de concursos literarios han visto cómo la dotación de sus premios disminuía significativam...

Editorial: El renacer de un centro histórico

Editorial: El renacer de un centro histórico

  El público lo disfrutó de manera intensa, lo vivió como algo suyo, como algo que debía haberse hecho hace muchos años (como ...

Ya vienen otros dos buenos festivales

Ya vienen otros dos buenos festivales

  A tan solo una hora de Bogotá, en el Cundinamarca, existe un municipio que se ha convertido en estos últimos años en la poblac...

Lo que debe y no debe hacer en el Festival

Lo que debe y no debe hacer en el Festival

Se ha vuelto costumbre para muchos colombianos y extranjeros programar sus vacaciones para finales de abril y comienzos de mayo, para...

Comerciantes de ilusiones

Comerciantes de ilusiones

Los mercaderes o comerciantes, valga el desuso del primer término, son los dueños de una mercancía, géneros vendibles, pero tambié...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La parranda y el parrandero en la música vallenata

María Emilia Aponte Mantilla | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados