Opinión

Carta sencilla al alcalde de Cartagena de Indias, “Manolo” Duque

Uriel Cassiani

01/12/2016 - 07:00

 

La ciudad pobre aún confía en su palabra, en sus promesas de campaña, los Manolistas están tristes, pero siguen guardando cierta esperanza, en los barrios míseros donde su caudal de voto fue consistente para alcanzar la primera magistratura del Distrito, siguen esperando que traiga soluciones para las incontables necesidades, que históricamente, y sin pausa, los han asaltado.

Allá lo esperan, señor Alcalde: los niños con sus ojos alegres, las niñas con sus sonrisas de helados derramados, atentos, porque los padres les piden cada mañana que no dejen de mirar por la ventana. <<En cualquier momento —les dicen— llega Manolo, y le da chamba a su hermano, y volvemos a comer tres veces al día>>. La miseria, Manuel Vicente Duque, se los sigue comiendo vivos. Dígame, ¿usted no va hacer nada?

En las barriadas nuestros jóvenes se siguen matando por la falta de oportunidades: estudio, trabajo, alguna de las bellas artes a muchos de ellos le vendría bien. El talento sobra.

Aplaude la ciudad su programa para la reintegración de los miembros de las pandillas, se hará la paz en algunos sectores, pero si el bienestar social que debe garantizar el Estado no hace presencia, volverán por sus andanzas. Hace algunos meses algún “Pastor” avivato, en un acto populista, les propuso a unos pandilleros cambiar armas por biblias, la biblia a algunos de ellos les quitará el hambre espiritual. El hambre que convierte el estómago en león, seguirá ahí, rugiendo, cada vez más alto, más fuerte.

Vuelva a ponerse como en la campaña de lado de esos muchachos, de los pobres, cuando usted aspiró a la Alcaldía de Cartagena cantaban a garganta limpia, ese jingle que popularizó Chawala, el mandamás de los Disc Jockey champetúo. /Aquí está/ él de la piedra en el zapato/ Manolistas/ aquí hay Manolo pa´ rato/. ¿Llegó usted a la alcaldía para ser otra piedra en el zapato de las clases populares?

No se deje manipular por los sectores pudientes, ellos no lo querían como alcalde y celebran su supuesta “ineptitud”. Ahora resulta que las medidas de seguridad, cámaras y aumento de fuerza policial son para ellos. La represión y la indiferencia para la clase social que lo hizo alcalde. Entre ellos los estaderos, discotecas y rumbeaderos de clases populares que deben cerrar a las diez de la noche, es absurdo, a las diez de la noche, apenas empieza la rumba, cómo se atreve usted a restringir las libertades individuales y colectivas, por qué quitarle trabajo a la policía. Cierran todo y se van a dormir a las diez de la noche a pierna suelta, pero el Decreto no toca a Blas de lezo: su barrio, no sea injusto, para actuar convoque a la más pura justicia de su corazón. Acuérdese de Salomón y su corte se sabios.

Los pobres no lo eligieron para ponerlo al servicio de los ricos del Corralito de Piedra. No lo creo. Lo dudo. Sé que piensa a diario en romper con el viejo modus operandi de la administración pública en la ciudad, sé que amanece con deseos de atreverse. Lo invito, hermano, a las acciones sencillas, por ejemplo. Traslade la alcaldía a la zona Sur Oriental, de la ciudad, llegue a esa zona con todo el aparato estatal para derrotar la pobreza y la miseria. Traicione a quienes lo financiaron, ¿qué le pueden hacer? No permita que gobiernen por usted, o que ese estrés administrativo lo termine llevando a la tumba. Me despido con un abrazo de hermano.

 

Uriel Cassiani 

@UrielCassiani 

 

Sobre el autor

Uriel Cassiani

Uriel Cassiani

Garras de leopardo

Poeta y escritor, gestor cultural, activista social y humano de las comunidades afros. Representante Legal de la Corporación Socio Cultural de Afrodescendientes Ataole, que agencia proyectos pedagógicos, culturales, artísticos y productivos en el Caribe Colombiano. Cofundador del Taller literario Mundo Alterno (2001), Integrante de los talleres de poesía Luis Carlos López (2001) y Siembra (2002).

En 2010 publicó Ceremonias para criaturas de Agua Dulce. En 2011 publicó el poemario Alguna vez fuimos árboles o pájaros o sombras. Editorial Pluma de Mompox. Entre sus trabajos inéditos están los libros: Dosis personal (Poesía) Música para bandidos (Novela) Las fugas probadas de la memoria (Cuentos). Un Brebaje para Orika (Novela).

@CassianiUriel

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Editorial: El deseo de paz de un Premio Nobel de 17 años

Editorial: El deseo de paz de un Premio Nobel de 17 años

Parece que haya quedado atrás el episodio de los premios Nobel de Paz entregados equivocada y torpemente a personalidades políticas...

La economía colombiana: entre abundancia de recursos y precariedad

La economía colombiana: entre abundancia de recursos y precariedad

Cuando nos damos cuenta de la gran diversidad de productos agrícolas, mineros, pesqueros, etc. que produce nuestro país en comparac...

Boyacá y Santander son nuevas potencias en el Folclor Vallenato

Boyacá y Santander son nuevas potencias en el Folclor Vallenato

  En los albores de los años 80, recién graduado de bachiller, llegué a Bogotá con una mano adelante y la otra atrás. Mi compa...

Valledupar, antes y después de la interconexión Corelca (parte final)

Valledupar, antes y después de la interconexión Corelca (parte final)

Debido al racionamiento de energía eléctrica en 1992, se puso en evidencia la gran problemática (estructurales, principalmente) y ca...

Vainas raras

Vainas raras

  No sé qué es lo que pasa en Colombia, pero últimamente he visto vainas muy raras. Toda buena historia se narra desde una exper...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados