Opinión

Somos una sociedad enferma

Diógenes Armando Pino Sanjur

14/12/2016 - 08:30

 

Ante el aberrante y macabro crimen de un angelito en Bogotá, los colombianos nos horrorizamos, llenamos de frustración, furia y dolor por los hechos ocurridos, los cuales condenamos y exigimos una pronta y eficaz justicia para que todo el peso de la ley recaiga sobre el culpable del atroz asesinato.

Pero no es menos cierto que somos una comunidad que a pesar del asombro y dolor que nos causan crímenes tan canallas, nos hemos convertido en una sociedad enferma, que estamos más interesados y pendiente a los pormenores del suceso, los detalles del aberrante caso de forma morbosa y maquiavélica, sin importar el dolor de la familia y las consecuencias de esta noticia a las demás victimas de casos similares y a nuestros niños.

La prensa en su afán de informar revictimizan a los familiares, realizan un show mediático, llenan de pánico y angustia a los infantes, sacian el libido de estos  degenerados y pervertidos sexuales y dan reconocimiento a los psicópatas ante la sociedad de sus acciones.

La noticia la debemos difundir, los colombianos y sobre todos los padres de familia debemos conocer los riesgos que corren nuestros hijos ante estos dementes, pero de forma mesurada y bajo otra óptica, analizando el aumento de la violencia sexual en el país, las medidas que se han tomado para combatirla y las acciones judiciales que se están adelantando contra estos individuos que garanticen y permitan su judicialización y condena.

Cada vez que ocurren estos hechos nos lamentamos, exigimos justicia y acciones para combatirlo, pero pasadas unas horas nos obnubilamos por conocer más los detalles del crimen que las actuaciones judiciales adelantadas para esclarecer hechos o condenar al homicida, pero el ámbito preventivo, correctivo y de las normas sustanciales siguen de la misma forma lo que permite que se vuelva a vivir situaciones similares.

Nuestros niños son el tesoro más valioso, el futuro de nuestra sociedad no le dañemos su inocencia con estas informaciones, no hagamos que crimines tan crueles se conviertan en su cotidianidad, dentro de los límites de su normalidad y que puedan tener acceso detallado de todo lo ocurrido.

Sigamos preservando su candidez, trabajemos por su protección, bienestar y por garantizar el respeto y disfrute de sus derechos, para que el futuro de este país sufra una transformación en sus manos, de lo contrario estaremos condenado a seguir siendo una sociedad enferma, condenada de manera sistemática a seguir viviendo estos actos aterradores y espantosos.

 

Diógenes Armando Pino Sanjur

@Mafranpisa 

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Sanjur

Diógenes Armando Pino Sanjur

Tamalamequeando

Diógenes Armando Pino Sanjur, más conocido como May Francisco, nació el 24 de junio de 1976 en un pueblo mágico lleno de historia, cultura y leyendas situado en la margen derecha del Río Magdalena llamado Tamalameque. Hijo de los docentes Diógenes Armando Pino Ávila y Petrona Sanjur De Pino, tiene 2 hijos, May Francisco y Diógenes Miguel, los cuales son su gran amor, alegría, motor y mayor orgullo. Abogado de Profesión, despertó su interés con la escritura de su padre quien es escritor e historiador, se declara un enamorado de su pueblo, de su cultura (la tambora) y apasionado por la política como arte de servir.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Me vale ver... que seas la rompe-corazones

Me vale ver... que seas la rompe-corazones

  El nombre de esta columna es un juego de palabras con los títulos de dos canciones que hoy se encuentran en la cúspide del éxito...

Garganta seca

Garganta seca

  Aquí me encuentro entre mi cuerpo desgastado, Mis estados de ánimo que son pocos, Loco escribo letras para no morir; El ron, e...

Editorial: La hora de la danza

Editorial: La hora de la danza

  El posconflicto nos abre nuevos horizontes y en ellos caben manifestaciones culturales hasta entonces casi desconocidas. La Danza...

Editorial: El Teatro, un espacio vital

Editorial: El Teatro, un espacio vital

  Los días de celebración se han creado para fomentar el recuerdo y la conciencia (además de promover ciertos fines comerciales)...

La indigencia es un problema mayor

La indigencia es un problema mayor

  La Cámara de Comercio de Bogotá D.C. en el año 1996 en la investigación: ‘Habitantes de la calle: un estudio sobre el cartu...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados