Opinión

El Festival es nuestro carnaval sin disfraces

José Atuesta Mindiola

14/03/2017 - 05:50

 

 

El carnaval es el teatro de la calle, donde el actor y el espectador entrecruzan miradas y emociones en el mismo espejo, para exteriorizar su sentido de humor y de juego. El ser humano es por naturaleza un amante del juego. Es un “Homo Ludens”, en palabras del historiador holandés Johan Huizinga.

En efecto, el carnaval es una fiesta de disfraces y un acto que se remonta a la antigüedad. Las comunidades romanas lo celebraban en honor al dios Saturno.  El carnaval es el templo más alto de la fiesta, donde emergen dos expresiones primitivas del ser humano: la música y el baile.

En Valledupar, el carnaval es solo un recuerdo. Un destello que entrelaza la alegría y la nostalgia por aquellos días de fiesta cuando las reinas cimbreaban el amoroso encanto de sus caderas y el tiempo palmoteaba la larga sinfonía de tambores y de música de viento para ahuyentar la tristeza con el coqueteo tropical de los danzantes. Alguien cantaba: la reina con sus fulgores / remolino roba al viento/ y al escuchar los tambres/ hace locos movimientos.

La alegría, alma gemela del carnaval, crecía desbordante como el mar enamorado. A una comparsa se unía el jolgorio de una carroza y la lúdica imaginación de los disfraces. El aire alucinado derramaba sobre los rostros del desfile el perfume blanco de maicena y todo parecía confundirse en oleajes de colores, emociones y ritmos musicales, y por supuesto, no faltaban las letanías con su picaresca para la crítica social, para reírse de las penas y burlarse de la muerte. 

Para vencer la nostalgia por aquellos desfiles de reinas, de comparsas y de tamboras, nos queda el desfile de las piloneras. El Festival vallenato es nuestro carnaval sin disfraces; cada grupo de piloneras lleva sus reinas, que son las bailarinas que vibran en el alma de los acordeones, de los vallenatos y de los visitantes del Festival.   

Ese mágico poder de convocatoria de la música vallenata se extendió por el mapa del Municipio, al punto que cada corregimiento realiza su festival y esa es su fiesta popular, su carnaval sin disfraces. Para corroborar esta afirmación, en la población de Mariangola había baile de tambora en pretemporada de carnavales.  Tamboreras como Ana Facunda Ayala y Manuela De Aguas cantaban y bailaban.  Conservo en la memoria la imagen de Manuela De Aguas, también conocida como “Carmen Elena”, esbelta mujer morena, bailadora que con el donaire de su cintura de colibrí y sus polleras excitaba el resonar de los tambores y coreaba versos que guardaban el aroma ancestral de su raza: aquí canta el alma mía/ este tambor es mi sangre/ negro que no se entusiasme/ no es de la raza mía.

Los niños, acompañados de los hermanos mayores, íbamos los sábados, en las primeras horas de la noche, a la pretemporada de carnaval. Recuerdo que aquella mujer invitaba a su marido Lukas y a su hijo mayor a que tocaran los tambores; y ella, cual estampa de ritmo y palmoteo, iniciaba la faena de canto y baile.  Cualquier noche, con larga pollera de flores y variados colores, su cuerpo parecía un arcoíris de belleza y fantasía... En arrebato de nostalgia, canto estos versos: el baile es un frenesí/ bailar yo siempre deseo/ y miren que bailo feliz/ el son del Sanguruteo. Y Lukas, respondió en estribillo: Sangurú, sangurú…Sanguruteo (bis). 

 

José Atuesta Mindiola 

Sobre el autor

José Atuesta Mindiola

José Atuesta Mindiola

El tinajero

José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).

Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.

3 Comentarios


Juan D 14-03-2017 06:38 AM

Este artículo es una apología a la falta de memoria. El Carnaval es una cosa y el festival otra. No se olviden que el Carnaval empezó mucho antes del Festival, y que el Carnaval fue siempre algo muy popular, que nació en los barrios, a diferencia del festival que fue algo muy estético y político desde su principio... Señor Atuesta, no mezcle una cosa con la otra...

Melinda Pérez 14-03-2017 06:42 AM

Qué triste leer una columna que aboga por la resignación y el olvido del Carnaval de Valledupar...

Melinda Pérez 14-03-2017 06:43 AM

Qué triste leer una columna que aboga por la resignación y el olvido del Carnaval de Valledupar...

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La estruendosa caída de Alfonso López Pumarejo (2)

La estruendosa caída de Alfonso López Pumarejo (2)

  De manera que “el Muelón”, como lo llamaban sus opositores, por razón de sus dientes largos, disfrutaba nuevamente en el Pala...

Editorial: Hacia ese calendario anual tan anhelado

Editorial: Hacia ese calendario anual tan anhelado

  En los últimos años se hablado mucho de la necesidad de otro festival o gran evento cultural que ejerza de contra-peso simbóli...

Un atentado musical a la tranquilidad

Un atentado musical a la tranquilidad

Hace pocos días, llegué a casa después de una jornada de trabajo extenuante. Eran las 7 o quizás las 8, no recuerdo, pero definitiv...

El permanente abuso de las palabras

El permanente abuso de las palabras

  Con el llamativo título de esta columna quiero referirme directamente a los incontables errores que se cometen a diario en muchas ...

Ciro Quiroz dio el paso a la novela

Ciro Quiroz dio el paso a la novela

  Puede llamarse escritor a quien como yo decide medírsele a una columna de opinión como ésta, también a quien decide escribir po...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados