Opinión

Las armas de fuego no son un juego

Eber Patiño Ruiz

28/03/2018 - 07:30

 

 

De nuevo el dolor, la rabia y la indignación por la masacre de 17 niños en una escuela en el estado de Florida EEUU, vuelve a poner en el ojo del huracán el tema del porte legal de armar en este país.

La pregunta es ¿Cuántos más niños y maestros tienen que morir para poder legislar en contra de esta segunda enmienda? Y, ¿qué es la segunda enmienda?

La Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, es parte de la llamada Carta de Derechos aprobada el 15 de diciembre de 1791. En síntesis, da el derecho a la posesión de armas.

Cuando uno lee el documento probatorio que avala la venta y porte de armas sin restricción alguna a los civiles mayores de 18 años, cuando en ese país se es mayor de edad a los 21, no se puede explicar esta contradicción o eufemismo.

En este caso, quién es el culpable: el papá por no tener control sobre las armas que compra libremente por internet o en los centros comerciales, o el Estado por permitir que sus ciudadanos se armen como si todavía estuviéramos en la guerra fría, o adquieran rifles de asalto, como el que utilizó el estudiante Nikolas Cruz de 19 años de edad y mató sin misericordia a sus compañeros, maestros y guardias.

La respuesta del presidente Trump fue, además, la manzana de la discordia, al decir en audiencia pública que este acto de violencia se debe repeler con las mismas armas, invitando a los maestros para que tomen las armas y se defiendan. Esta respuesta es aún más perjudicial y macabra que el acto mismo perpetrado por el estudiante cruz.

Pero al ir más allá de los hechos, uno entiende que el negocio de las armas, en su fabricación, distribución, venta y porte, es un negocio multimillonario que le genera a la economía americana dinero suficiente para mantener su burocracia política, que es descomunal.

El uso y el comercio libre de armas cuenta en Estados Unidos con el respaldo de la vigorosa, casi sacrosanta, Asociación Nacional del Rifle, o su acrónimo en inglés NRA (National Rifle Association), fundada en 1871. Es la organización de derechos civiles más antigua del país y, con más de cinco millones de socios, está consagrada a defender la vigencia de la Segunda Enmienda para que todo estadounidense pueda poseer las armas de fuego que quiera, con fines defensivos, ofensivos, deportivos o de lucro, si es preciso, para emplearse como guardaespaldas o agentes privados.

Pero si la segunda enmienda permite el porte de armas, la misma constitución se blinda en la novena enmienda que es la verdadera debacle: “Por mandato de la Novena Enmienda, ninguna ley en Estados Unidos puede violar derechos ya establecidos”, de manera que no existe ni la más mínima manera de prohibir el comercio y uso de armas de fuego, si bien es cierto que se trata de una prerrogativa ciudadana inalienable, que ya existía, incluso, antes de la independencia del país. Más aún: en junio del 2010, la Corte Suprema de Justicia produjo una sentencia según la cual ninguna autoridad u órgano legislativo local o estatal pueden restringir el derecho supremo de los ciudadanos a poseer armas letales.

No se explica que el país que tiene todos los órganos del control del mundo en su territorio como son la ONU, OEA, OMS, OIT, Human Rights Watch entre otra docena de entidades importantes no se pronuncien frente a estos hechos vergonzosos para el mundo.

Aunque no debemos sorprendernos con estos actos de terror, ya que es el propio cine americano el que vende este tipo de ejemplos, que es el cine más violento y sanguinario que se pueda proyectar en las pantallas, éste es el alimento para el mundo que toma como ejemplos de violencia lo que pasa en los tabloides.

Sin embargo, éste no será el último suceso de este lamentable drama que viven las familias que perdieron a sus hijos y sus padres. Mientras no se legisle en contra de la venta y porte de armas, dentro de un par de meses o años volveremos a escuchar la misma noticia, como si se tratará de un hecho normal en las escuelas, donde supuestamente se está educando a los futuros líderes de esta nación.

 

Eber Patiño Ruiz

@Eber01

Sobre el autor

Eber Patiño Ruiz

Eber Patiño Ruiz

Hablemos de…

Eber Alonso Patiño Ruiz es comunicador social, periodista de la Universidad Católica del Norte Sede Medellin, Antioquia. Su gran pasión es la radio y la escritura. Tiene dos novelas terminadas y una en camino, un libro de cuentos y otro de historias fantásticas; tres libros de poesía: Huellas, Tiempos y Expresión del alma.

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