Opinión
Se mueve la cosa política
Algo común y corriente es que cuando se acercan las elecciones locales y regionales, un año antes, o quizás mucho antes, los distintos grupos políticos de los departamentos y municipios del país, y hasta los del centro de impulsión política (Bogotá) con intereses en las regiones, comienzan a barajar sus cartas políticas con miras a estructurar un patrimonio electoral considerable para cumplir con sus objetivos plebiscitarios. Por otra parte, estas eventualidades, de una u otra forma, le han de servir a la ciudadanía para evaluar el trasfondo de tales movimientos políticos y auscultar en qué se relacionan con la actualidad política y administrativa.
El Departamento del Cesar y su capital Valledupar, por supuesto, no son la excepción. Aquí el horizonte político se va esclareciendo cada vez más y con ello van saliendo a relucir agrupaciones y nombres con aspiraciones a cargos y corporaciones públicas, unos ya conocidos y otros no tanto, unos que enarbolan las banderas de la renovación política mientras que otros siguen empecinados en representar la clase política de la vieja guardia, el al parecer inmodificable statu quo.
Está de más sermonear a la ciudadanía con aquello de que hay que saber elegir, cada cuatro años es lo mismo, más que eso, creería que nuestros tiempos de desequilibrio políticoadministrativo están más bien para observar un estado de cosas en Valledupar y todo el Departamento del Cesar en lo que tiene que ver con necesidades básicas insatisfechas en salud, educación, saneamiento ambiental, agua potable, alcantarillado, vivienda, y en general, todo lo concerniente a inversión social, qué tanto se ha hecho por disminuir los altos índices de desempleo que según cifras del DANE aumentan incesantemente, cómo han sido los proceso de fortalecimiento institucional para contrarrestar la inseguridad y la alteración del orden público, qué tan certeras han sido las acciones para fortificar la economía local y la diversificación de la productividad, examinar cuáles han sido los aportes de quienes conforman los concejos y asambleas en cuanto a control político y actividad propositiva, entre otros aspectos, lo que nos permitirá hacer un balance juicioso del trabajo que han hecho nuestros gerentes y coadministradores para así tomar las decisiones a que haya lugar basadas en nuestra realidad política y social.
Hay que saber apreciar cómo están las cosas en nuestro territorio, tener claro qué nos hace falta e identificar el recurso humano que cuente con las actitudes y aptitudes para asumir las diferentes responsabilidades políticas y administrativas que están de por medio. En Valledupar y todo el Cesar: Se mueve la cosa política.
Camilo Pinto Morón
@camilopintom
Sobre el autor

Camilo Pinto Morón
Letras & Opinión
Camilo A. Pinto Morón, estudiante de Derecho de la Universidad de Santander, estudio leyes porque "pertenece a ese orden de cosas que se comprenden mejor cuando no se definen" - Levy Ullmann. Columnista de opinión en PanoramaCultural.com.co, el diario El Pilón, y Con la Oreja Roja. Fiel creyente de un oficio de opinar en serio, respetuoso, objetivo y responsable.
0 Comentarios
Le puede interesar

El Coronavirus y el vallenato
Estoy totalmente convencido que muy pocos, o tal vez ninguno de nosotros, llegó a pensar que viviríamos una pandemia como la que ...

¡Desde Diomedes...!
Volvimos al callejón de la Estrella y volvimos, para quedarnos. Duele saber que lo que en otros tiempos fue pasadizo social de la mayo...

La RAE registra nuestro Vallenato
Si usted consulta hoy en la página web de la Real Academia Española sobre la palabra Vallenato, el resultado será: “La palab...

El deber de no botar
La mayoría de los ciudadanos somos unos reclamadores permanentes de derechos. Cuando nos afecta cualquier situación que surge de nues...

Editorial: La Semana Santa como espacio de concordia y superación
El espíritu de la Semana Santa abre cada año una puerta al diálogo interno, a la reflexión y el perdón. Es un paso enorme, cruci...