Opinión
Estado de derecho y economía de mercado
En Colombia existe un regimen de legalidad, donde se nos trata deliberadamente de forma distinta, no somo iguales ante la ley y ésta es la clave que tiene el poder político para expresar su dominio sobre la sociedad, diferenciar por la ley para poder luego negociar el favor redistributivo. Las élites poderosas buscadoras de renta, cabildean sus intereses en las esferas del ejecutivo y del legislativo, para que legislen y direccionen recursos que los favorezcan, mientras la fuerza pública persigue a vendedores informales (empanadas) sin acceso a la ley.
En ausencia del Estado de Derecho, la iniciativa individual, las libertades económicas, la competencia no prosperan; por el contrario, medra esa situación en la que hay propiedad privada, pero no hay competencia, ésta se desplaza del mercado económico al mercado político, y no se compite por precios sino por favores políticos del gobierno. No se busca el favor del consumidor, sino el favor del gobierno; el contratista compite por caerle bien al alcalde, gobernador, etc., se compite por obtener una ley, un decreto, un articulito, que proteja de la competencia o de los adversarios políticos.
Esto se transforma en corrupción como una alternativa a la imposibilidad del Estado de satisfacer las necesidades individuales o sociales. Se trata de un círculo poco virtuoso en el que la crisis del Estado de Derecho contribuye a la aparición de fenómenos de corrupción y ésta aumenta la inestabilidad y el desequilibrio del Estado de Derecho.
La antípoda a este mercantilismo político es la Economía de Mercado o Capitalismo Democrático, donde la economía, la política no están en función de dictámenes políticos, y la ley es abstracta, no está hecha para dar o para quitar y el empresario no debe competir para obtener el favor del burócrata o político sino el de los consumidores; el precio es el motor de la competencia y no el privilegio. En el artículo 334 de nuestra constitución está contemplado ese deber ser del comportamiento económico, pero que no pasa de ser otro saludo a la bandera en materia de realizaciones concretas.
Estamos distantes de ser un Estado de Derecho, vivimos en una apariencia de legalidad donde impera el autoritarismo y la corrupción, donde se vulneran los derechos fundamentales de las personas y en donde el poder político establece alianzas non santas con grupos económicos en perjuicio del bienestar de la gente.
El Estado de Derecho por definición es la limitación del poder a través de la ley, pero se confunde Estado de Derecho con Estado de Legalidad; el hecho que existan leyes no significa que exista un Estado de Derecho, cuando las leyes no restringen el poder, sino que lo reflejan, son instrumentos de una voluntad arbitraria y no representan la voluntad general, el poder se concentra arbitrariamente y no limita la acción del gobernante. En este caso la ley es un instrumento de opresión y no de justicia.
Julio Alfredo Franco Orozco
@Jafrancoz1
Sobre el autor
Julio A. Franco Orozco
Cleóbulo
Docente Universitario, que le gusta la política cuando se vuelve historia, y que busca a través de las ideas de la libertad recrear en la columna, conceptos políticos y económicos que nos ayuden a entender la realidad actual.
4 Comentarios
Dr Julio Franco, excelente, comparto muchas de sus posturas frente al tema...
Buen referente a lo que vivimos hoy en nuestro país
Que buen panorama explicado desde la perspectiva de los conocimientos y diferencias de estos temas que aclaran confusiones de ambas. Excelente muy entendible.
Es la radiografia exacta de un ESTADO DE DERECHO de mentiras ,solo transcrito en papel y solamente parece hecho para hacerlo cumplir en los más dèbiles o sea en el 90% de los colombianos...
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