Opinión

¡Mayo!

“(…) El pájaro su garganta

ensaya al tender el vuelo

que hasta las nubes levanta,

pues el que en mayo no canta

no tiene perdón del cielo (…)”

Canción de las ciudades (las siete canciones de mayo)

De Vicente Barrantes.

Mayo, quinto mes del año en el calendario gregoriano, ofrece 31 días; era el tercer mes en el antiguo calendario romano, donde enero y febrero estaban al final del año. Mayo, su nombre pudiera derivarse de la diosa romana maia, de la cual el Festival en su honor los romanos celebraban en este periodo que denominaban maius. O bien puede provenir de la Ninfa Maya, hija de Atlas y Pleione y madre de Hermes. Se afirma también que pudo originarse del término Maius Juppiter, reducción de maximus, el más grande. El mes de Targelion, es el equivalente de Mayo, en la antigua Grecia.

En la época presente, Mayo fue presentado por el cantor de la sabana, Aniceto Molina, con la canción: “Mayooooo, tú ocupas el quinto en los doce meses que tiene el año, yyyyyyy de mi corazón tienes el calor más sincero y grande, porqueeee tú eres en mi vida los luceritos que brillan al Cielo…”.

Aquel primero de mayo, festivo como siempre, me di las manos con un amigo inmejorable, entrañable y formidable; sin pensarlo dos veces arribamos a la casa de mi comadre Rosina, la madre inolvidable del inalterable Rafa Saballet Posso. Mientras avanzaban las marchas obreras nos solazamos con la música exclusiva de Mengol y ponderamos la fuerza mítica del pedido insistente del gran Chopi Brito, franqueado por Guille, Robert y Hugo: hacer un ‘hervido’ cuanto antes. Y así se hizo. A pocos pasos de allí, el gran Majoma y sus compañeros de faena daban cuenta final de la botella y al brindar elogiaban el mes iniciante. De inmediato sonó otra canción, con el acordeón de Raúl “el Chiche” Martínez, el canto de Jorge Oñate y la inspiración del prodigioso Héctor Zuleta Díaz: Yo soy el alma de la flor de mayo, soy buen amigo de la primavera (…) pa’ mí ningún tiempo es malo, pa’ mi todo es Luna llena (…) Como yo solo me hice flor de mayo, no tengo nada que pedirle a nadie, no tengo raíz ni tallo, ni ramita pa’guindame, a mí no hay pa’que agarrame, yo solo soy flor de mayo.

Entonces, sin que se le llamara, se hizo presente el sentimentalismo, les conté de aquella anoche en la que el Flaco de oro, Gustavo Gutiérrez Cabello, afirmándose en su acordeón piano, denominada durante muchos años como “la concertina”, cantó una de sus bellas canciones, flor de mayo: “De nuevo vengo a cantarte, linda muchacha porque te quiero, no tengo cuando olvidarte, porque tu amor es  el que prefiero, eres como flor de mayo, que sus aromas son penetrantes, sus pétalos son radiantes, tan suaves como tus bellas manos (…)”.

Para restablecer la normalidad mi compadre querido explicó que el 1 de mayo de 1886, en Chicago (Estados Unidos) se produjo una huelga general de trabajadores para demandar la jornada laboral de ocho horas, que derivó en la Revuelta de Haymarket  tres días más tarde, el 4 de mayo, debido a lo cual se celebra el 1º de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, como jornada de lucha reivindicatoria y homenaje a los Mártires de Chicago.  ​

Años antes, el maestro Tobias Enrique Pumarejo se inspiró en el 9 de mayo: recuerdo ese mes de mayo, cuando yo fui a visitarte, casi que fui despreciado, porque tú te aposentaste (…)”

Todos le cantan a mayo, los salseros ni se diga, exclamó Pablito, ahí está Tabaco y sus metales: “Aguaaa de mayo, pa’refrescar el ambiente, mi ritmo si está caliente, y ahora lo vamos a ver, pa’ refrescar el ambiente, agua les doy de beber (…)”.

Mayo es el mes de las flores, de lluvias que refrescan la tierra y da lugar al verdor progresivo, es oportunidad para renovar esperanzas, fortalecer la confianza y avanzar con decisión hacia la materialización de sueños. Por cierto, la flor nacional de Colombia es la flor de mayo o lirio de mayo (cattleya trianai), planta epifita de, hojas carnosas, la familia de las orquídeas, originaria de Colombia, aunque su distribución llega hasta Ecuador. Fue incorporada a los símbolos nacionales, desde 1936. No obstante, esta especie se encuentra en peligro de extinción por destruccion de su hábitat en razón de lo cual es urgente su preservación y multiplicación.

Mayo, el símbolo del amor maternal. En Colombia, como en otros países, se celebra el segundo domingo mientras que en España, el primer dominical. Compositores Vallenatos lo exaltan: (…) trece de mayo día de las madres, me presentaron a Rosa María, sentí que mi cuerpo se estremecía, al ver su belleza incomparable (…).

Algunos países como España, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Argentina, Colombia y Venezuela, celebran en mayo, la fiesta de las cruces: adornan las cruces con coloridas flores, se realizan procesiones, bailes o se venera el madero en cerros o lugares visibles para toda la población. “Se dice que por el siglo IV el pagano Constantino tenía que enfrentar una terrible batalla contra el perseguidor Majencio. La noche anterior al suceso tuvo un sueño en la que vio una cruz luminosa en los aires y escuchó una voz que le dijo: "Con este signo vencerás". Al empezar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y exclamó: "Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena". La victoria fue total, Constantino llegó a ser emperador y dio libertad a los cristianos. Santa Elena, madre del emperador, pidió permiso a su hijo y fue a Jerusalén a buscar la Santa Cruz en la que Cristo murió. Después de muchas excavaciones encontró tres cruces y no sabían cómo distinguir cuál era del Señor. Es así que llevaron a una mujer agonizante, quien al tocar la primera cruz se agravó más con su enfermedad. En la segunda cruz, la enferma se mantuvo igual, pero al tocar el tercer madero, recuperó la salud. Santa Elena, junto al Obispo y los fieles, llevaron esta cruz en procesión por las calles de Jerusalén. En el camino había una mujer viuda que llevaba a enterrar a su hijo, por lo que acercaron la Cruz al fallecido y éste resucitó. Por varios siglos se ha celebrado en Jerusalén y muchos pueblos del mundo el 3 de mayo como la fiesta de la invención o hallazgo de la Santa Cruz. En toda la Iglesia Católica la celebración litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz se festeja el 14 de septiembre.”

En Sincelejo es tradicional el barrio la Cruz de Mayo, habitado por gente buena y de tradición cultural. En Valledupar, el famoso barrio Primero de Mayo, pionero de la expansión urbana de la ciudad, denominado antes como “las tablitas”, con líderes comunitarios de ejemplar labor: Tulio Villa, Julio Gámez, Juan R Leyva, Néstor García, y otros.

Robinson Damián y Ramiro Colmenares, le cantaron a la Cruz de Mayo: “Ya va a ser un año que los dos, unimos dos vidas para siempre, ay fue el tres de mayo que el Señor, dijo hijos quiéranse eternamente; te entregué mi amor tal como soy, bajo la humildad de un ser creyente, pero no ha valío’ cinco mi suerte, a quién culpo yo sí esta es mi suerte; ay la Cruz de mayo resultó, más pesada pa’ un hombre inocente, que ha entregado todo por amor, y el mayor pecado asio’ quererte (…)”.

Mayo, vinculado a la gesta colectiva por el predominio de los derechos humanos. En Buenos Aires, es famosa la Plaza de Mayo, sitio fundacional de la ciudad, nació de la unión de las plazas de la Victoria y del Fuerte, al demolerse, en 1884, una construcción llamada Recova Vieja. Famosa además por “acoger” a las Madres de la Plaza de Mayo, reuniéndose allí desde el 30 abril de 1977, utilizándola como punto de encuentro en la organización y reclamar a las autoridades por sus hijos desaparecidos.

Mayo, en la salud: “La Clínica Mayo (en inglés:Mayo Clinic) es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica médica. Su sede central, la Mayo Medical School (en español, Escuela de Medicina Mayo), y sus dependencias para la investigación están situadas en Rochester, Minnesota. Además posee hospitales y clínicas en Jacksonville (Florida) y Scottsdale y Phoenix (Arizona). Está asociada con varias pequeñas clínicas y hospitales de Minnesota, Iowa y Wisconsin, y con la organización Mayo Healh System.”

Un trece de mayo, el maestro Rafael Escalona Martinez partió a la eternidad, invicto cómo vivió siempre y sabiéndose testador del legado que nos es común, su obra musical “tan Grande como la Sierra nevada”.

Mayo, mes del Diomedismo, destinatario del hermoso canto cuyo autor, el Cacique de La Junta, lo retrata en cuerpo y alma: el 26 del me de mayo, nació un niñito en el año cincuenta y siete, y allá fue bautizado, y hoy se conoce con el nombre de Diomedes (…). Mayo, el mes de los recuerdos, de cada Festival Vallenato que termina y oportunidad inestimable para reiniciar la marcha organizativa con miras al siguiente. En esta oportunidad, mes de definición de candidaturas y robustecimiento político

Mientras tanto, permanece el recuerdo imperecedero de mi compadre, amigo y hermano, Andrés Rocha Saballet ¡inolvidable!

 

Alberto Muñoz Peñaloza