Opinión

¿En jet privado o en burro?

Jorge Nain Ruiz

07/06/2019 - 05:20

 

¿En jet privado o en burro?
Silvestre Dangond y su jet privado en Valledupar

Díganme lectores si el Vallenato no es una música de contrastes. Hace apenas unos ocho años visité en Guacoche, muy cerca de Valledupar, la humilde morada del juglar José Vicente ‘Chente’ Munive, y así como me cantaba orgulloso algunos de sus merengues famosos como ‘La escoba nueva’, ‘El cambio’ y ‘Dina Luz’, también me mostraba orgulloso el burro en el que recorrió buena parte del Magdalena Grande en sus años mozos, tocando su acordeón y cantando sus canciones.

La semana pasada otro músico vallenato, Silvestre Dangond Corrales, nos invita al aeropuerto ‘Alfonso López’ de Valledupar para deslumbrarnos con su jet privado, en el cual ahora se puede transportar por los aires del mundo donde lo contratan para hacer sus presentaciones, alternando con artistas de otros continentes.

Por primera vez en la historia del vallenato uno de nuestros artistas se puede dar el lujo de decir que llegará a la ciudad donde hará su presentación en su avión privado, cuyo costo, se supone, debe estar incluido en la cotización.

Esta es una clara muestra de que el vallenato no se ha estancado, ni mucho menos ha perdido terreno con relación a otros géneros musicales, y más bien nos indica que nos hemos internacionalizado tanto que el espacio aéreo ya es pequeño para llevar nuestra música a otros rincones del mundo.

De lo que no estoy seguro es si realmente la puerta que abrieron juglares como Luis Enrique Martínez, Alejo Durán, Rafael Escalona, Alfredo Gutiérrez, o el mismísimo Diomedes Díaz, por sólo mencionar unos pocos, le haya servido a Silvestre Dangond para aterrizar, no en el aeropuerto de Valledupar, sino en la vida.

En la mayoría de los casos, los seres humanos que pasan de la pobreza y humildad a la opulencia y excentricidad no han podido manejar posteriormente esos cambios bruscos de la vida, Dios quiera que no sea el caso de Silvestre. Sería peor el remedio que la enfermedad, si ahora que el artista se transporta en su jet privado les diera un mal trato a sus compañeros de agrupación, o los siguiera enviando en incomodos buses por las terribles carreteras del país.

De nada serviría que Silvestre se transporte en su jet privado, pero siga cometiendo los errores del pasado a los que no me quiero referir, precisamente para no invocarlos. Ojalá que Silvestre piense en ayudarle con su riqueza a los miles de paisanos que mueren de física hambre en su querida Guajira, no creo que el éxito de los seres humanos sea bien representado en bienes materiales suntuosos, pienso que el éxito y la verdadera felicidad consisten en que al final de la vida se pueda llegar a ser mejores personas.

Colofón: Deseo de todo corazón que Silvestre ahora si aterrice, como lo hizo recientemente en Puerto Gaitán, con los pies en la tierra, o si no, lo prefiero como ‘Chente’ Munive recorriendo La Guajira en burro.

 

Jorge Nain Ruiz

@jorgenainruiz

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Tirando semillas por aquí, por acá, por allá

Tirando semillas por aquí, por acá, por allá

Un día te levantas y sientes el imperativo de salir a esparcir, esparcir cual sembrador esos talentos que hay en ti, entonces sabes ...

Hablemos de sexo

Hablemos de sexo

  Hablemos de ese tema oscuro y prohibido que condiciona la vida de los pueblos… Lo primero que aprende una niña es que de “eso...

De cómo entender y aceptar el postconflicto

De cómo entender y aceptar el postconflicto

“La paz une o divide a las naciones, y como todos anhelamos la paz, hay que asumir un justiprecio. No será fácil para los colombian...

La primera piedra que fue la última

La primera piedra que fue la última

  Voy a iniciar con un fragmento de un poema de Jaime Jaramillo Gómez, X-504, cofundador del Nadaísmo: “Una mañana andaba un ho...

La sociedad de los elogios mutuos

La sociedad de los elogios mutuos

  Siempre me ha despertado la curiosidad y llamado mucho la atención desde mi llegada a Sincelejo, como docente del Instituto SimÃ...

Lo más leído

La noche de las velitas y su significado

Redacción | Patrimonio

El conocimiento y la felicidad

Antonio Acevedo Linares | Pensamiento

Débora Arango, la huella de una gran artista colombiana

Marta Elena Bravo de Hermelin | Artes plásticas

La Navidad en la literatura

Antonio Acevedo Linares | Literatura

El origen del pesebre

Redacción | Ocio y sociedad

El poema que inspiró a Nelson Mandela en la cárcel

José Luis Hernández | Literatura

Lo que oculta la infidelidad

Maira Ropero | Bienestar

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados