Opinión

Gente de bien

Luis Alcides Aguilar Pérez

11/09/2019 - 06:00

 

Gente de bien
Pintura de Fernando Botero

 

Constantemente observamos en los noticieros y periódicos las alusiones a las llamadas “familias de bien”, si retomamos algunos datos históricos de la Colombia de antaño notaremos que, en los discursos de políticos, lagartos y buscapleitos, siempre se reseñaba o se decía “fulano de tal, proveniente de una familia de bien” y si nos deteníamos en la persona mencionada entendíamos que hacía parte de la gente o sociedad pudiente del pueblo o ciudad.

En función de ese mismo gesticular propio de la clase dominante y de otros tiempos al aludir a un personaje que no hacía parte de las reconocidas castas sociales del país, entonces se referían a él llamándolo “fulano de tal, proveniente de la gente del pueblo” o “fulano de tal, proveniente de una familia de trabajadores”; lo cual es bastante honroso al mencionarse la realidad del personaje. Realidad, porque era muy cierto que hacía parte del pueblo o “el grueso de la población” los que más abundan, los más comunes.

En mención al tema tratado, traigo apartes de un escrito de Bells medios´s blog: “Y es que justo, este caso tan renombrado nos ha puesto a pensar si el tener dinero, títulos de las universidades mejor posicionadas, buenas relaciones públicas con el sector influyente del país o moverse en eventos de la alta sociedad, determinan realmente si una familia es de ‘bien’.

Hago memoria unos años atrás, cuando el alto ejecutivo de una multinacional, me contó que, en su papel de jefe de recursos humanos, recibió la orden -desde arriba- de contratar sólo a jóvenes recién egresados de las universidades de Los Andes y de la Javeriana, mientras que el resto de hojas de vidas debían ser desechadas al tarro de la basura o ser utilizadas como papelería reciclada, precisamente con el fin de contratar ‘gente de bien’.

Lo anterior me enfureció pues hay un universo inmenso de padres que, con esfuerzo, han pagado la formación de sus hijos en universidades no tan prestantes, ni tan reconocidas y aun así son excelentes profesionales y seres humanos; eso por no contar aquellos jóvenes que, con sacrificio, han trabajado y estudiado al mismo tiempo demostrando cumplir mejor sus objetivos u otros tantos que se han endeudado con los bancos o el Icetex, para lograr pagar sus carreras con altos intereses, añorando sacar a sus familias adelante.

En medio del aura oscura de esta Colombia sufrida y acosada por constantes sucesos de corrupción, aún se sigue indicando que aquellos que le han quitado tanto al erario, y han traicionado a una nación cargada de esperanzas, aún se les siga llamando “gente de bien”; también es cierto que el renombrar esa expresión, puede ser una parodia para apuntar a los ricos de turno o del momento, los mismos que se han lucrado con el sacrifico  y el acabose de los pueblos; dirigidos durante mucho tiempo por las mal llamadas “gente de bien”.

 

Luis Alcides Aguilar Pérez

@LuisAguilarPe

Sobre el autor

Luis Alcides Aguilar Pérez

Luis Alcides Aguilar Pérez

Buscando

Luis Alcides Aguilar Pérez (Chiriguaná- Cesar). Lic. En Ciencias Sociales de la Universidad del Magdalena. Docente de secundaria. Fiel enamorado del arte de escribir. Publicaciones: La Múcura de Parménides – Compendio de cuentos, poesías y reflexiones; Sueños de libertad – Cuentos, poemas y diez reflexiones; Chiriguaná. Historia y Cultura. Novela inédita “¡Y la culpa no es de Dios!”

@LuisAguilarPe

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Mis cincuenta años

Mis cincuenta años

  "Opino que a los cincuenta cada uno tiene la cara que se merece" (George Orwell, escritor, periodista y novelista británico).   ...

El «regalo» europeo a Santos

El «regalo» europeo a Santos

Todo el mundo sabe que Papá Noel trae los regalos por encargo del niño Dios y viene de la fría Europa. El Papá Noel esperado por ...

Llegó diciembre con su alegría

Llegó diciembre con su alegría

  Arranca el más mas alegre del año, y, sin embargo, para muchos será un mes de añoranzas, de melancolías, e inclusive, de trist...

¿Y después del Día E qué?

¿Y después del Día E qué?

La tecnocracia en su mayor expresión colombiana evaluó la educación que reciben los niños y niñas de nuestro país; el “peque...

Las peripecias para asistir a la final

Las peripecias para asistir a la final

Solo pude asistir el último día del Festival Vallenato y miren lo que me pasó: llego a Valledupar a eso de las 11 a.m; me dirijo a l...

Lo más leído

El origen de la deliciosa tres leches

Verónica Machado | Gastronomía

Las tuquecas de cualquier lugar

Rodrigo Rieder | Medio ambiente

Un paseo por el cementerio San Miguel de Santa Marta

Joaquín A. Zúñiga Ceballos | Turismo

La narratividad en las canciones de Luis Enrique Martínez Argote

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

Poética de Carlos Vives en el Canto vallenato

José Atuesta Mindiola | Música y folclor

Contiendas en la música vallenata

Luis Carlos Guerra Ávila | Música y folclor

La crónica en el Caribe colombiano

Lina Vega-Estarita y Marta-Milena Barrios | Periodismo

Aquella “Sombra perdida” que encontró El Binomio de Oro

Juan Rincón Vanegas | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados