Opinión

Tu voto es tu voz

Las elecciones regionales del pasado domingo 27 de octubre se ubican como las de más alta participación de ciudadanos ejerciendo su derecho al voto, y esto fue una tendencia en todo el país. Nuestro voto es nuestra voz democrática, nuestro voto es un derecho que nos permite elegir a nuestros representantes y delegar las funciones públicas, que son un servicio para la sociedad.

Cada voto es importante y puede hacer la diferencia, aunque parezca mínimo, muestra una tendencia y expresa una opinión. Las mujeres, debemos ser conscientes de la importancia de nuestro voto. Estamos con la capacidad de dar y quitar mayorías. Mi invitación es de apoyar a esas compañeras que están en la brecha de la lucha para que la vida del conjunto de la ciudadanía mejore sustancialmente.

Después de conocer quiénes serán los nuevos gobernantes regionales, me queda reconocer que estas elecciones dejaron hechos históricos para el país. Cada vez más mujeres van ocupando el cargo de máxima autoridad en un municipio. Personalmente tener la opción en esta oportunidad de votar solo por mujeres (Alcaldía, Concejo y JAL), fue algo maravilloso y casi no creíble. En este proceso descubrimos mujeres que cuentan con capacidades para representarnos y, además, valientes que se presentan como candidatas de diferentes partidos, quienes tienes la función múltiple de representar a muchas otras que hemos decidido, dentro de nuestra legitima libertad, no hacerlo. Tienen la responsabilidad de llevar a la agenda política los temas que nos afectan directamente y desmontar el discurso de que la igualdad real está conseguida.

Entonces no puedo dejar de hablar y de resaltar el histórico triunfo de Claudia López tras ser elegida para ocupar el segundo cargo más importante del país políticamente hablando. Me ha dado mucha tristeza que la atención de este triunfo se lo haya llevado el beso de dos mujeres y dejen de lado el abrazo que se dio con su mamá envuelta en llanto como el ser humano que es y dejen de reconocer a la mujer intachable, crítica y competente.

En estas elecciones se eligieron 32 cargos para gobernaciones (2 mujeres – Atlántico y Valle del Cauca), 1.101 alcaldes (23 mujeres, esta información es hasta cuando termine de escribir, pueden ser más) 12.063 concejales, 418 diputados y 6.814 ediles (en estos no tengo datos oficiales hasta el momento). Lo que quiero resaltar es que hay mujeres indígenas y campesinas elegidas para desempeñar el cargo de alcaldesas; dando esto muestras de inclusión social y democracia.

El voto de la mujer fue un paso muy importante en lo que respecta a la igualdad de derechos desde el punto de vista político. Pero todavía nos encontramos en una posición desigual en muchos espacios y con obstáculos para poder realizarnos como seres humanos libres; donde nos siguen imponiendo relaciones con nuestro propio cuerpo, donde nos dicen cómo vivir nuestra sexualidad y maternidad, entre otras cosas. Entonces no podemos votar opciones que nos impongan maternidades no deseadas, opciones que no tengan en cuenta nuestra libertad para elegir o modelos de vida que nos continúen subordinando a un papel secundario en todos los ámbitos sociales.

Cada vez que tengamos la oportunidad de ejercer nuestro derecho al voto, hagámoslo orgullosas y por opciones que realmente se preocupen de desenmascarar las mil caras que tiene el sistema androcéntrico para seguir manteniéndonos en posiciones de segunda. Hemos de ser responsables con nuestro voto puesto que es nuestra arma para apoyar medidas que mejoren las condiciones de vida de quienes han luchado antes por nosotras, nuestras predecesoras, las que nos marcaron caminos. No podemos olvidarnos de las niñas, las futuras lideresas, que no sólo han de formarse, también hay que pensar en cómo abrirles caminos para que sean lo que deseen ser, pero con la seguridad de que no están solas.

No podemos olvidarnos de aquellas a quienes les arrebataron la voz y que, quizás se pudo hacer mucho más de lo que se hizo para salvaguardar su vida. Hemos de recordarlas y dignificar su memoria apoyando opciones que aporten medidas concretas para la lucha contra el machismo y patriarcado aún vigente y de esta manera evitar más muertes (feminicidios) de mujeres y niñas.

Mi invitación es a que ejerzamos nuestro derecho al voto de manera reflexiva, solidaria y progresista para las necesidades propias como mujeres. En resumen, apoyar otro tipo de sociedad en donde seamos más libres para elegir y nuestra voz sea escuchada y nuestras necesidades atendidas.

Para finalizar les diré que ejercer el derecho al voto es un ejemplo; que cuando votas y compartes esta decisión en familia, inculcas en las nuevas generaciones esa misma manifestación de interés por lo público. Recuerden que tomar la decisión de votar es un derecho y un deber.

Beatriz Ramírez David