Opinión
La otra cara de nuestra región
A lo largo de la historia los habitantes de la costa Caribe hemos sido víctimas de señalamiento en lo extenso del territorio nacional, nuestra cultura ha sido objeto de difamaciones que nos señalan de incultos y desagradables. Con ánimo panegírico muchos alzan su voz para desmentir tales señalamientos, utilizando como argumento nuestra sabrosura y la amabilidad con la que recibimos a muchos visitantes del resto del país en ocasión a nuestras alegres y despampanantes festividades.
Si bien es cierto que nos caracterizamos por ser una región alegre y divertida, y me atrevo a decir que una de las más ricas en cultura y música de nuestro país, los costeños sentimos nuestra tierra y tradiciones, las respetamos como un boyacense respeta su ruana o como un pacifico ama el repiquetear de una tambora. Las diferencias culturales y costumbristas no deben ser motivo para la disociación de un territorio, todo lo contrario, debe ser razón para unirnos y lucir con gallardía y hermandad ante el mundo aun en medio de las dificultades.
Cada vez que una sociedad en particular es analizada detenidamente se evidencia con facilidad comportamientos contrarios a la norma. La imperfección es de seres humanos y, con frecuencia en una colectividad de personas en la cual todos tenemos diferencias, pensamos y actuamos de manera distinta. Con sentido de pertenencia y queriendo hacer un análisis crítico, encuentro que estoy en desacuerdo con los actos y sucesos ocurridos en días anteriores, hoy día somos noticia en el país, señalados en medios de comunicación tanto nacionales y locales gracias a estos hechos.
Mi posición en referencia a lo ocurrido en días anteriores es de total desagrado, considero que no se pueden seguir presentando este tipo de situaciones tan lamentables. Traigo a colación ese dicho popular que reza: “Al caído caerle”, eso precisamente fue lo que ocurrió en el Magdalena y Bolívar en días pasados. El olvidarse de ese sentido de hermandad que nos caracteriza por uno de total repudio como es el aprovechamiento, me refiero a ese despertar por obtener provecho de situaciones de penumbra sin importar el riesgo que pueda correr para lograr un fin, lo digo porque tanto los Magdalenenses como los habitantes de Bolívar actuaron de manera desenfrenada ante situaciones de socorro dejando ver su más cruel y despiadada cara.
Los Magdalenenses fueron víctimas de su misma imprudencia y de su afán por saciar sus necesidades, una explosión que dejó muertes fulminantes y que cada día va cobrando más vidas de los cerca de 40 heridos que dejó dicha tragedia, son las consecuencias que hoy deben afrontar los habitantes de Tasajera Magdalena. Lastimosamente, en nuestra sociedad muchas veces es necesario aprender es de los golpes. Las consecuencias suelen dejar lecciones que la mayoría del tiempo son muy dolorosas y lamentables.
La coyuntura social que afrontamos saca a la luz muchas necesidades básicas tanto alimentarias como sanitarias, familias enteras hoy no tiene recursos ni mucho menos alimentos en sus despensas, pero ese no debería ser un motivo para actuar de la forma que ya conocemos y que ha sido ampliamente difundida por medios de comunicación. No quiero hacer la vez de verdugo, no tengo intenciones de enmarcar conductas, pero sí de alzar mi voz como ciudadano y habitante de esta región para hablar de lo bueno y no callar lo malo.
El comportamiento humano se desarrolla en base a ciertos factores que forjan y crean dicho comportamiento, en el caso concreto opera en factor social. Si hondamos en las poblaciones antes mencionadas encontramos que existe entre ellas ciertos tipos de similitudes muy particulares, vemos que el desempleo es un problema común en estas áreas al igual que la falta de educación, el porcentaje de desempleo en el país es creciente, hasta la fecha del mes de mayo del año actual presentamos un tasa de 24.6% de desempleos en el territorio nacional, y a pesar que hasta febrero del 2020 la costa caribe sólo presenta el 8.5% de los desempleos del país teniendo así una de las cifras más bajas del territorio. Esto genera inquietudes como: ¿Qué están haciendo con los recursos destinados a estas zonas vulnerables? Y ¿Por qué si el desempleo maneja un porcentaje apenas bajo en comparación con otras zonas la pobreza y miseria es cada día mayor? La carencia de servicios sanitarios básicos como agua potable y saneamiento básico son otras de las tantas problemáticas sociales que afronta nuestra región. Tal vez alguno de nosotros ha tenido la oportunidad de transitar por estas zonas cuando vamos de viaje, y, en mi caso particular, siempre lamento las condiciones paupérrimas que se evidencian al pasar por allí.
Con la tragedia sucedida en Tasajera, la cual hasta el momento de escribir estas líneas deja una cifra de más de 35 fallecidos y alrededor de 17 heridos por graves lesiones ocurridas por el incendio, muchos nos preguntamos: ¿por qué actuar de esa manera desprevenida e impulsiva? El departamento del Magdalena cuenta con una población de 1.526.325 habitantes aproximadamente, en el cual el 21,6% se encuentra desempleado según el DANE, estas cifras corresponden al periodo de diciembre 2019 hasta febrero 2020, justo antes de que la COVID 19 tocara nuestras puertas, y ojo, las cifras van en aumento debido a la coyuntura que afrontamos. Puede ser que el tipo de comportamiento evidenciado en el accidente ocurrido en días anteriores esté arraigado a este tipo de problemáticas sociales, también es sabido que la mayoría de los habitantes en Tasajera Magdalena se dedica a la pesca y venta de pescado, pero por toda la situación que afrontamos están restringidas ese tipo de actividades económicas, por lo tanto, familias enteras no cuentan con una entrada estable de recursos.
El departamento de Bolívar cuenta con una población de 2.100.000 habitantes aproximadamente según las cifras del DANE, sabemos que es un departamento con muchas fortalezas amparadas en la economía turística. Los recursos recaudados lastimosamente no son bien destinados y sus poblaciones más necesitadas carecen de los servicios de gas y agua potables, por ejemplo.
El acto atroz cometido en la vía que conduce a Cartagena con Barranquilla exactamente a la altura de los corregimientos de Arroyo Grande y Arroyo e piedra, que corresponde al saqueo que sufrió un camión que llevaba un cargamento de pescado, no es más que la evidencia de un comportamiento desesperado, ocasionado por el evidente abandono de los gobiernos locales y el Gobierno Central que, en aproximadamente 200 años de historia, han hecho poco o nada por estas regiones. Ahora bien, no es excusa para perjudicar a otras personas que también intentan salir adelante con el fin de satisfacer sus necesidades individuales y familiares.
El gobierno Nacional debe preocuparse más por estas zonas vulnerables de nuestra región caribe, los entes de control como la Procuraduría y la Contraloría deberían ponerle lupa a la manera en cómo se están manejando recursos en estos departamentos. No es justo que, en pleno siglo XXl, existan poblaciones que no cuenten con condiciones para un mínimo vital. Considero que se debe conminar los gobiernos municipales y departamentales y, además, contar con un respaldo de recursos por parte del Gobierno Nacional, es aquí donde se deben implementar planes en donde la inversión social sea una prioridad y que los entes responsables de la veeduría cumplan cabal y rigurosamente con su labor para garantizar un desarrollo efectivo de estas estrategias de auxilio.
Carlos Miguel de Armas López
Sobre el autor
Carlos Miguel de Armas López
Actualidad y opinión
Carlos Miguel de Armas Lopez. Estudiante de Derecho en la Fundación Universitaria del Area Andina, amante de la buena música, el café y un buen libro. “Soy Vallenato de verdad, tengo las patas bien pintá“.
5 Comentarios
Buen análisis de la situación, y concuerdo en la idea de que aún en la mayor necesidad no debemos olvidar que somos seres inteligentes, con capacidad de razonar y por un momento pensar en las consecuencias de nuestros actos, no debemos Permitir el salvajismo en nuestra sociedad, aún en circunstancias críticas como la que están pasando estas regiones olvidadas de colombia !!
Excelente artículo, bien centrado y con cifras creibles , donde expone claramente la situación de muchos de los pueblos de nuestra costa caribe.
totalmente de acuerdo contigo!! es importante que el actual gobierno vuelque su mirada a la zonas mas vulnerables del país para así poder satisfacer las necesidades de los habitantes.
Muy de acuerdo contigo, pienso que las situaciones sucedidas dan a conocer el gran abandono por parte del estado y la gran escasez que viven los habitantes de los pueblos mencionados más sin embargo pienso que no podemos justificar estas acciones. El estado juega un papel muy importante en esta problemática y es momentode que recuerde a quienes olvidó hace mucho!
Excelente ,la realidad de este país
Le puede interesar
¿Dónde estaban las manos limpias del personero?
Desde hace un año me comencé a preparar con el propósito de participar en el concurso de méritos para elegir al próximo personero ...
Los estragos del terrorismo
“Nadie puede aterrorizar a toda una nación, a menos que seamos sus cómplices”. Al mismo tiempo que accidentes o desastres natu...
¿Clásicos vallenatos?
Según el diccionario de la Real Academia Española de Lengua, la palabra Clásico significa un modelo digno de imitación, que p...
¡Vivan todas las mujeres luchadoras!
Silvio Rodríguez describió en una célebre canción a las mujeres diferentes facetas de todas ellas; lo estremecieron un montón de...
Los hombres sí lloran
Cada día conozco aliados que buscan reinventarse, cambiar paradigmas y liberarse de cargas que son difíciles de llevar, como lo e...