Opinión

Wastín, un turco en el pueblo

Diógenes Armando Pino Ávila

24/07/2020 - 04:35

 

Wastín, un turco en el pueblo
Tamalameque, Cesar / Foto: archivo PanoramaCultural.com.co

Su padre, Miguel Chajín Hadat Assaz, oriundo de Zahle Líbano, llegó a Barranquilla por allá en 1902, vivió un tiempo ahí y, buscando nuevos horizontes y mercados vírgenes para montar negocio se radicó en El Banco Magdalena. En la crisis de los años 30, se fue a la ruina y se trasladó a Zapatosa donde montó un depósito. Uno de sus hijos fue Wastín, bachiller del colegio San José de Barranquilla, quien en el año 30 vino con su padre a Zapatosa, donde conoció a Gregoria, la que se convirtió en su esposa. Wastín, fiel al legado de su padre, se dedicó al comercio y compraba las cosechas de maíz por las laderas del Magdalena desde Tamalameque hasta Altos del Rosario, oficio que le permitía tener un amor en cada puerto, de ahí su numerosa prole, tuvo 15 hijos.

Se radicó en mi pueblo y montó un depósito de comestibles, donde sus clientes eran los finqueros y hacendados que le hacían las compras al por mayor, sin embargo, también atendía la clientela pobre que le hacía compras al detalle. Era común ver parqueado ante su negocio algunos camperos Toyotas y algunos burros y caballos, esto indicaba la clase de clientes que asistían al negocio, donde dos o tres muchachos del pueblo despachaban y empacaban los pedidos, mientras don Wastín hablaba amenamente con los finqueros.

Fue un asiduo lector de la revista Reader’s Digest y le gustaba comentar sus artículos, sobre todo una sección que se titulaba según el órgano humano de que tratara, de ahí que una semana fuera «Soy el oído de Juan y la otra semana se titulara Soy el páncreas de Juan), resolvía crucigramas y leía las noticias de hacía dos días que les llegaban por el periódico El tiempo que traían al pueblo con dos días de retraso, en los buses de pasajeros de la empresa santandereana Santa Rosa, la que tenía una ruta Tamalameque-Bucaramanga. Sus conversaciones giraban en torno a la política liberal y la crítica satírica al partido conservador. Se entusiasmó con la política y participaba activamente en las campañas locales que se hacían bajo la égida del cacicazgo samario y mucho después, de los políticos menores, convertidos en clase política en ascenso, que pulularon en el recién creado departamento del Cesar.

El gusto por la política le llevó a hacer recorrido por los corregimientos del municipio, siempre haciendo conversaciones personales en lenguaje coloquial con los asistentes al evento político, nunca se subía a la mesa que servía de tarima, pues conocía su debilidad como político, pues, sabía que era mal orador, sin embargo, era un excelente conversador y relacionista que conciliaba con sus copartidarios y lograba adhesiones importantes con los descarriados del rebaño liberal.

Hay que mencionar que las reuniones políticas se realizaban con el aditamento etílico para atraer a las huestes votantes, por ello se llevaban bultos de Ron Caña a cada reunión y se comenzaban las arengas cuando el pueblo estaba medio borracho. Por lo tanto, los discursos eran encendidos y los hurras y vivas de los asistentes subían de tono. Una noche de política en que varios de los oradores no habían llegado, uno de los políticos, para salvar el bache del faltante de oradores, en su discurso anunció las palabras de don Wastín Chajín, y Wasto, con los temores que le provocaba el micrófono, hubo de subir a la tarima y tomar la palabra.

Acostumbrado a lidiar con sus clientes, de todas las condiciones sociales, apeló a su buen humor, a su lenguaje coloquial y a su acostumbrado mamagallismo, aclarando la voz con un ronco ruido desde su garganta, comenzó su disertación, no precisamente emitiendo una pieza de oratoria, sino que con gracejo hizo una radiografía popular y graciosa de la situación del partido liberal que, en las elecciones anteriores, había presentado una elevada abstención en el municipio, por ello dijo: «Hay que salir a votar, todos los liberales debemos ir a las urnas, si no lo hacemos el partido liberal se pone ñenguere ñengue y vienen los godos y ñau ñau». La gente lo premió con atronadores aplausos, pues todos entendieron el mensaje que, si los liberales no votaban, el partido se debilitaba y venían los conservadores y se quedaban con el poder.

Una vez, un joven vendiendo plátanos gritó: «Llevo plátanos verdes y amarillos, compran plátanos», Wasto, con su acostumbrada mamadera de gallo, desde la sala le gritó: «Jovencito, ¿no lleva de otro color?» a lo que el muchacho, mamador de gallo también, le respondió: «Sí, don Wasto, llevo pintones», don Wastín no tuvo más remedio que reír a carcajadas y diciendo «Me jodió ese pelao».

 

Diógenes Armando Pino Ávila

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Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

Caletreando

Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).

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6 Comentarios


Jazmin Aguilera 24-07-2020 09:40 AM

Esta biografía de un gran hombre, me transportó a mi época infantil y de adolescencia que pase en mí siempre recordado pueblo

Hernan caballero Rojano 25-07-2020 11:31 AM

Que alegria leer la crónica de Diógenes Armando pino relacionada con la vida y obra de don wastin y después leer perfil del autor del escrito sólo nos queda decir que tamalameque y sus personajes son para seguí sintiendo satisfacción de conocer a muchos amigos de la tierra de la llorona loca mil felicitaciones a todos los ciudadanos de ese bello terruño caribeño

Luis Hernando Macías Marin 25-07-2020 12:13 PM

Don Wasto era un personaje inolvidable. En los pocos días que tuve el privilegio de conocerlo y compartir con el en su Tamalameque del alma, aprendí de la sabiduría de un hombre recio como un infante y duro como un pétalo de rosa. Su voz intimidaba, pero sus palabras eran tiernas y sabias; su imagen se veía robusta pero era de pura miel y chocolate negro. Un hombre esencialmente bueno que después de ofrecerte un desayuno te preguntaba que querías en el almuerzo. Un inteligente y gran hombre, cabeza de una gran familia de gentes tan buenas como el. Bello y muy merecido artículo. Felicitaciones

Miguel Enrique Gutierrez Montero 25-07-2020 12:13 PM

Gracias mi apreciado y siempre selecto amigo: Ricardo Chajin, con quien compartí internado en el ITA de Lorica-Córdoba. Hoy sábado 25 de Julio, fecha en la que cumple años mi última hija Karol, me he dado el gusto de leer dos importantes crónicas: Esta que usted me manda del gran amigo que logré tratar personalmente dos veces: Diógenes Armando Pino Ávila, considerado hombre de letras y quien reconoce a su abuelo Wastín Chajin, como miembro principal de una descendencia turca y quien en su manera noble, resalta la prolífica descendencia política en sus familiares. También leí del Dr Rodolfo Ortega Montero, mi coterráneo, familiar y amigo , la historia de Jean Lafitte, un personaje guerrero, pirata pero, de noble corazón: Le concedía la razón y apoyaba a los que consideraba que tenían la razón pese al poder económico que hizo, no de forma justa pero, no con sangre inocente. Hay una semejanza en la humildad: El primero aunque fue de la época de los piratas y corsarios, Wastin vivió apenas en el pasado siglo XX pero, lo caracterizó su nobleza y su tesón para demostrar cómo se debe crecer en persona sin afectar a los demás. Total, me he divertido mucho con este par de escritos de este par de amigos, a los que elogió y le pido a Dios que los siga iluminando para poder seguir leyendo y aprendiendo de éllos. Gracias, mi amigo Dr Ricardo Chajin, me complementó una gran mañana con esa lectura de reflexión personal.

Martin Castaño Beleño 25-07-2020 12:21 PM

Gratos recuerdos de un gran señor. Gracias Diogenes por recordarnos nuestra epocas de infancia y juventud

JESUS SALVADOR CARUZO LOPEZ 25-07-2020 12:32 PM

Algo encomiable ,tu labor de literato, ha permitido conocer las cosa buenas escondidas en los anaqueles del pensamiento, y de un pueblo, que anda, "échao como el pundungo" Admiro tu labor tesonera, felicitaciones

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