Opinión
Las redes sociales y los memes
A estas alturas del siglo XXI, con pandemia, con “Uribe en hacienda por cárcel”, en la mayor donación de dineros que ha realizado el Estado colombiano a uno de los pobres más pobres (Avianca), en este año 2020 trágico para la economía del país, y qué decir de los colombianos de a pie, en esta calenda de cientos de muertos por el COVI-19, en estos meses de entrega total a costa de su propia salud y la de sus familias que han realizados los verdaderos héroes, los profesionales y trabajadores de la salud; pue sí, en este 2020, hemos tenido una ventana para escapar de la cotidianidad, esa claraboya que nos facilitaba la PC, la tele, y los celulares, a través de las redes sociales, ahí precisamente en esas redes nos divertimos, informamos, sufrimos, exorcizamos nuestros demonios y nos encontramos con amigos, familiares y conocidos.
Es en las redes sociales en que vemos la profusa circulación de cortos textos encuadrados en colores llamativos que llamamos memes, donde la mayoría de los cibernautas exponemos nuestro lamento por la situación, prevenimos contra el coronavirus, criticamos la corruptela del gobierno, mamamos gallo en forma sana. Claro está que, hay algunos que segregan veneno y bilis al leerlos y entran en los comentarios con los taches en alto, desafiando al mundo y descalificando a quienes pensamos diferente.
Es precisamente en los memes donde la gente muestra su ingenio al elaborar mensajes tan pequeños y claros que dicen más que los periódicos de circulación nacional, son como microscópicas editoriales donde se explica, las situaciones más disimiles en que se debate el país, son crónicas minúsculas que informan o desinforman, todo depende de la seriedad e intencionalidad del emisor. Son pequeñas piezas literarias escritas con fino sarcasmo donde se burlan del gobierno, de la actual situación económica del país y se fustiga a los políticos y a la corruptela.
Estas pequeñas estampas (los memes) son leídos y esperados con avidez por unos y otros, algunos para festejarlos y comentarlos y compartirlos con sus contactos de Whasapp, Facebook, Instagram y demás redes sociales, mientras que otros lo esperan con iguales ansias para contestarlos con odio y rencor, acompañados del insulto y la chabacanería, donde se cruzan epítetos de paracos, mamertos, guerrilleros, comunistas, fascistas, etc... en un cruce de trinos y mensajes muy cercanos a una guerra de redes, que enturbia el ambiente del país e incentiva la ya de por sí caldeada situación de sangre y muerte que de nuevo recorre los campos y ciudades colombianas y que de nuevo llena de huérfanos y viudas a un pueblo que nada tiene que ver con el conflicto.
Estos memes, que a muchos les fastidia por su profusión, y que llenan la memoria de nuestros celulares, dicen grandes verdades, cuentan historias, denuncian situaciones de corrupción, fustigan al gobierno, aclaran dudas, informan con graciosa sátira, son disparos, algunos acertados, que dan en el centro de la diana y nos arrancan una sonrisa de admiración, otros nos descrestan por la finura de un sarcasmo nivel dios, que denota una mente abierta y preparada del que lo escribe. Hay memes, también, de una chabacanería que deprime por lo burda y por lo procaz y, que lleva a que uno se pregunte, si hay derecho a expresarse así en las redes, insultando, calumniando y desafiando toda norma de convivencia.
Yo soy un asiduo lector de memes, su lectura me relaja, me divierte y, sobre todo, hay algunos que me hacen reír a carcajadas y mis nietos abren la puerta de mi estudio para ver qué me causa tanta risa. Voy a mencionar algunos:
“Debe ser muy triste llegar a viejo, sin pensión, enfermo y convencido de que Uribe fue el mejor presidente de Colombia”.
“Si usted quiere un verdadero distanciamiento social, preste plata”.
“Hasta mañana, a madrugar que esos préstamos de Avianca no se pagan solos”.
Diógenes Armando Pino Ávila
@Tagoto
Sobre el autor
Diógenes Armando Pino Ávila
Caletreando
Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).
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