Opinión
Señor, danos hoy nuestro mango de cada día
A quien se le haya ocurrido. Quien haya tenido la iniciativa de sembrar árboles frutales en los espacios públicos de la ciudad merece todo mi respeto y admiración. Considero se le debe erigir un busto en bronce, para que futuras generaciones sepan que, por estos lares, también hubo personas con solidaridad generacional y que concibieron los árboles frutales como una oportunidad de proporcionar no solamente sombras a esta ciudad tan caliente, sino además alimentos a un pueblo con tantas otras necesidades humanas.
El Mango, que no es un árbol originario de esta región, ha encontrado manos dispuestas y tierra fértil para desarrollarse abundantemente en nuestros suelos. Hoy, avenidas enteras están pobladas por este maravilloso fruto y casi que en todas las variedades conocidas podemos disfrutar de un delicioso mango callejero. A veces nos caen del cielo como por designio divino, y cuando es así, es inevitable engullirse un buen mango maduro.
No obstante, no todo es color de rosa y lo que fue visionado con altruismo, hoy representa una de las principales causas para la alteración del orden público; batallas campales se viven en los sectores con mayor producción de este fruto comestible y, por ende, comerciable; cuando debería ser visto como la mejor oportunidad, como comunidad que somos, para mejorar nuestra cultura y nuestra convivencia.
Sin embargo, lo que acontece es lamentable. Cientos o miles de familias dependen hoy de este sagrado fruto, ya sea para su comercialización y/o consumo (rateros de mangos, le llaman la mayoría de ciudadanos). Yo, antes por el contrario, los veo como el eslabón más débil de esta injusta actividad económica informal. Las autoridades competentes deberían mediar, para que esto alcance un pequeño viraje. Un poquito de sensibilidad social lo cambiaría todo. Y veo que hemos llegado a niveles fatídicos de crueldad y desconfianza. Cómo sería bonito ver la gente, los que tienen palos de mango en sus frentes, recolectando pacíficamente los frutos aptos para la recolección, con los recolectores. Se me ocurre pensar que sería un verdadero acto de paz colectivo y tal vez sería ejemplo nacional de convivencia. ¿Utopía?
Esta ciudad no puede olvidar que aquí la mayoría no cuentan con empleo digno y la mayor fuente de trabajo es la informalidad, el "rebusque".
Sectores enteros se les escucha que se están armando (con armas de fuego) para enfrentar a los "rateros" de mango. Es, sin lugar a dudas, el nacimiento de nuevas formas de violencia. Hay que hacer algo, señor alcalde de Valledupar; pues lo que se viene post-pandemia requiere de una verdadera visión de paz.
¿Nos organizamos para entendernos los unos con los otros? ¿O dejamos que esto se nos convierta en la principal causa de violencia en la ciudad?
Orgullosos se deberían sentir los que hacen actos de bondad, sin costo ni beneficios.
Los mangos son nuestra oportunidad, no nuestra desgracia.
Leonardy Pérez Aguilar
Sobre el autor
Leonardy Pérez Aguilar
El sembrador de poesía
Leonardy Pérez Aguilar. Padre de cinco hijos y dos nietos, oriundo de la Jagua de Ibírico (César, Colombia). Activista cultural, defensor y promotor de los DDHH. Amante de la vida, la naturaleza, y de cada cosa que el creador nos ha delegado para amar y cuida. Frustrado bailarín y cantante, apasionado de las artes y la poesía, y sobre todo: un ferviente soberbio contra la injusticia e indeclinable soñador.
20 Comentarios
Los "roba mangos" evitan un problema sanitario por exceso de la fruta descompuesta en las calles, es decir, esa actividad trae muchos beneficios. Si existen inconvenientes, bien pueden solucionarse con educación en favor de todos.
Excelente Aporte para el beneficio de nuestra comunidades menos favorecidas, que todos los días sobrevive buscando fuentes de Ingresos...
Bellísimo texto, desde una mirada crítica y sensata de una lamentable realidad. La utopía es importante, pues nos ayuda a caminar y ¿por qué no pensar nuevos escenarios y alternativas se convivencia para la bella Valedupar?
En estos tiempos de crisis que vivimos a nivel mundial debido a la pandemia covid 19. No es para fomentar el odio, la violencia,el egoísmo, todos lo contrario es para que aprendamos la lección y aprendamos a valorar,compartir, ser mas solidarios con los más necesitados.
En valledupar es muy natural ver personas por las calles tomando los mangos de árboles, pero también es cierto que no es del gusto de los de los propietarios de estos que tomen los frutos sin su consentimiento, a demás de que dejan maltratado el árbol y la basura en la terraza, esta situación a dado lugar a confrontaciones violentas entre los dueños de los árboles y los "Roba mangos". Es importante que el alcalde tome cartas en este asunto a razón de evitar más conflictos.
Excelente artículo.
Se debe promover la siembra de árboles frutales, tales como el.mango, ya que aparte del fruto nos ofrece otra bondades: sombra, pulmón de oxígeno e.o Que no se extinguian, que se multiplique su siembra...
En este tiempo de crisis la solidaridad debe ser un acto obligatorio de los que tenemos mejores posibilidades.
cσmσ dαtσ tє cσmpαrtσ quíєn tuvσ єѕα ínícíαtívα єn lα cíudαd. cuαndσ tєníα un cαrgσ puвlícσ dє єncαrgαdα, nσ ѕí ѕí cσmσ αlcαldєѕα σ αlgσ αѕí, lα ѕєnσrα єlínα mσlínα, dє pαtíllαl, tuvσ lα ínícíαtívα dє ínvєrtír pαrα cσmprαr єn un vívєrσ αrвσlєѕ dє mαngσ pαrα ѕєmвrαr єn lαѕ cαllєѕ ч αvєnídαѕ dєl vαllє, dєjαndσ єѕє lєgαdσ. ѕє lσ σí dєcír α ѕu єѕpσѕσ (єllα muríσ dєl cσrαzσn єn єl 96), єl tєníєntє jσrgє cαrdєnαѕ, quíєn dєcíα quє lα cíudαd lє dєвíα α єlínα єѕє gєѕtσ, ѕín ѕαвєr cσmσ mαrcαríα lα cíudαd. ч ѕí, єѕσ dє tєnєr mαngσѕ єn lαѕ cαѕαѕ єѕ un prívílєgíσ ч lσѕ dєl frєntє ѕє vσlvíσ un prσвlєmα pσr culpα dє αvívαtσѕ, quє ѕín cσnѕultαr lσѕ quíєrєn pαrα ѕí, α mαnєrα dє rσвσ ч cσmprєndσ єl mαlєѕtαr dє quíєnєѕ lσѕ hαn cuídαdσ. clαrσ єѕtα, quє dє αmвσѕ lαdσѕ ѕє hαm dєѕвσrdαdσ єn ѕu pσѕícíσn αl rєѕpєctσ
Compañero Leonardi, me gustó el rumbo que social y político que tomó el texto. Pensé, por las palabras iniciales, que solo sería un texto para aclamar el mango y ciertos árboles. Me resultó magnífico ese giro sin embargo creo que llevas muy muy al límite las consecuencias "¿O dejamos que esto se nos convierta en la principal causa de violencia en la ciudad?" Si bien el pleito por los mangos puede devenir en formas de violencias no creo que llegue a posicionarse como la principal causa de violencia. O por otra puede suponerse el problema de los recolectores de mango como una metáfora, una alegoría al problema del desempleo y la informalidad que, en un punto álgido, puede estallar en formas de violencia inusitadas
"sería bonito ver los que tienen palos de mango en sus frentes recolectando pacíficamente con los recolectores" una visión distinta dede lo que se ha formado un problema innecesario. Sería bueno socializar esa perspectiva. Gracias por tan bonito artículo!
Cómo siempre Leonardi me sorprende el escrito, al leer el título pensé encontrarme con otro tipo de artículo, en efecto es un problema social que urge de atención por parte de las autoridades competentes para atentender la falta de empleo y formalizacion en la ciudad. Estos jóvenes "tumba mango" como los califican no son más que el producto de la ampliación de la brecha de pobreza y desigualdad.
Excelente reconocimiento mi hermano. Además deberíamos sembrar yuca, plátano, maíz y más en los lotes y así apoyar a más de uno que no tiene de comer
La magnífica idea de arborizar con mangos las calles de Valledupar, no sólo generaría embellecimiento para la ciudad y sombra para el peatón, sino también alimento. En cualquier calle de la Ciudad se podía conseguir mangos maduros para mitigar el hambre, máxime de los habitantes de la calle. Desde que el mango se convirtió en un negocio es difícil conseguir un mango maduro en las calles, todos los recogen verdes. Si bien es cierto que los recolectores de mangos lo hacen para rebuscarse debido a la pobreza y el desempleo, también es cierto que muchos se presentan de madrugada con lámparas, a descargar los árboles en los frentes de las casas, y eso es un robo desde todo punto de vista, por eso los llaman los Robamangos; incluso algunos se muestran agresivos y amenazan al propietario de la vivienda si éste sale a hacerles algún reclamo. Mi opinión es, que si esas personas se apropian de los frutos de las avenidas y las calles, deberían respetar la propiedad privada y no apoderarse de lo que no les pertenece.
El artículo lleva a la reflexión de valores ciudadanos, oscila entre los derechos vs deberes humanos. Sin embargo, la correspondencia lleva a cuestionar ¿Cuáles son las acciones ecoéticas que priman en los Valduparences? Lo importante es llegar a acuerdos que procuren el mayor bien posible para todos como sociedad, con justicia distributiva para el bien común. Gracias al autor porque nos ha suscitado en el día de hoy un gran debate... ¿Cuál será la solución real?... Ojalá, se llegue a la coherencia entre el pensar (cuidado del entorno), el sentir (humanidad) y el actuar (ecoética)... o sencillamente continúe la utopía... ¡amanecerá y veremos!...
El artículo lleva a la reflexión de valores ciudadanos, oscila entre los derechos vs deberes humanos. Sin embargo, la correspondencia lleva a cuestionar ¿Cuáles son las acciones ecoéticas que priman en los Valduparences? Lo importante es llegar a acuerdos que procuren el mayor bien posible para todos como sociedad, con justicia distributiva para el bien común. Gracias al autor porque nos ha suscitado en el día de hoy un gran debate... ¿Cuál será la solución real?... Ojalá, se llegue a la coherencia entre el pensar (cuidado del entorno), el sentir (humanidad) y el actuar (ecoética)... o sencillamente continúe la utopía... ¡amanecerá y veremos!... En el argumento, se refleja que no se defiende el acto de robar, se justifica la dignidad humana, en la naturaleza de ser persona, independiente de sus actos ...
El problema no era ningún problema. En el viejo Valledupar que con sus calles polvorientas el palo de mango se convirtió en una necesidad dada la facilidad de su plantación y frondosidad por las intensas temperaturas de más de 30 grados Centígrados...convirtiéndose entonces el palo de mango en símbolo de unidad fraternal, patio y frente de casa que se respetara sembraba su mango. Tal vez en aquella época no se hablaba o se tenía en cuenta las diferentes especies o características que se tienen de unos años para acá los palos de mango. En conclusión debajo de un palo de mango se arreglaba el mundo de los Vallenat@s, sin egoísmo se compartía un tinto, un sancocho y por supuesto un jugo de mango y sus derivados del mismo. Con la elección popular de alcaldes después de 1991, los burgomaestres en acuerdos con los Concejos municipales plantaron avenidas y parques con el que hoy entiendo es motivo de discordia entre residentes y recolectores de mangos. El problema es más de fondo que de forma pues la violencia en nuestros pueblos data de más allá de la buena costumbre de la siembra de un árbol. Es la propiedad privada sobre lo que podría ser un bien común y de consumo para el que lo necesite. Como anécdota y experiencia regreso a mi país, en medio de los aires de paz después de estar ausente por más de 15 años y por supuesto a Valledupar a donde no nací pero me considero de allí también y observé que los palos de mango de mi vecindario no teníamos la oportunidad de probarlos porque en las madrugadas algunos recolectores de manera silenciosa llegaban por el fruto. Me llamo enormemente la atención y en mis pensamientos me cuestioné que manera de sustentar las carencias, es así como pueden ayudarse para sostenerse económicamente y detrás de ellos hay ombe una familia...Una madrugada le dije a un recolector: “oye deja siquiera alguno para probarlos”...Riéndose me contestó: “tranquila yo se los dejo ahí en la entrada de la terraza”, me sonreí...Dado que el proceso de paz se ha frustrado no precisamente por los palos de mango sino por la intolerancia y porque algunos Colombianos creen que tienen más derechos que otros congéneres me tocó regresar a mi otro país después de 6 años, a chambear, como quien dice a sobrevivir para mi sostenimiento y el apoyo económico a mi querida madre...Por Que ? Porque no existen salidas laborales, profesionales y menos políticas y es ahí donde observo que diferencia entre dos países que dicen tener un mismo sistema “capitalista”... trabajo en Keybiskey Florida y Miami se caracteriza por sus plantaciones de coco
Continuación de mi comentario ....
...digamos en un holograma sería como los mangos en Valledupar. Pues como les parece aquí los botan, es obligatorio por aspectos de seguridad dados los vientos huracanados que nos azotan cada año deben cortarse los frutos más no los árboles...así los cortadores de coco que un
Buen aporte hace usted al poner en la escena de la discusión pública un asunto que está cerca de cruzar los límites de la tolerancia (que son bien estrechos)
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