Opinión
La abeja y el tiempo
¡Oh! Abeja que zumba y zumba al volar, que se desplaza acompañando el sonido que producen sus alas... De regreso, instintivamente, grabas en tu memoria el color de las flores que polinizas. Suave, al llegar a ellas, aterrizas, danzas, cantas y aleteas… Al posarte, el brillo del sol radiante muestra tu color de oro como la miel que baja de tu panal.
Ningún mortal sobre la tierra ha dado tanta vida como tú. Abeja, ¡eres reina entre los insectos! Tú, la creación perfecta. Eres necesaria en la tierra como el mismo viento, pues cuando te enfureces y te sientes amenazada o peligra la reina en tu colmena, o tus hermanas, te alzas muy alta y vuelas en picada para ensartar la presa, que huye desesperada por el aguijón que le has dejado dentro.
¡Oh! Abeja de todas las épocas, has reinado en la tierra antes que el hombre y su tiempo. Te organizas y danzas con tus compañeras en una forma perfecta para marcar el rumbo de tu colmena…
No desaparezcas ni mueras, porque, si lo haces, se agotaría tu miel, y sucumbiría tu grandeza y la tierra.
Baldot
Sobre el autor
Baldot
Fintas literarias
Uvaldo Torres Rodríguez. “Baldot”. Artista que expresa su vida, su historia, sus sueños a través del lienzo, plasmando su raza, lo tribal, lo ancestral, y deformando la forma en la búsqueda de un nuevo concepto. Redacta su vida a través de la pintura, sus fintas literarias las escribe con guantes de boxeo. Con amor al arte y a la literatura desde niño.
0 Comentarios
Le puede interesar
Apuntes sobre la JEP: del debate a la restauración
1-. Introducción Sin duda alguna, el componente más polémico del Acuerdo de La Habana es la Jurisdicción Especial para la Pa...
Candidatos, ¿dónde está la cultura?
Este domingo los colombianos tenemos un compromiso con nosotros mismos, con el país y con la democracia. Es un deber y un derecho ...
El amor de mi vida (Primera parte)
Cuando la conocí, apenas tenía 16 años. Recuerdo su cabello enroscado, hermoso, abundante, su sonrisa me cautivó de inmediato, ...
Cocina y memoria en los pueblos
Ayer, mi esposa me pidió que comprara unos bollos de mazorca —los están vendiendo seguido en mi pueblo—. Averigüé dónde se...
Entre el bullicio y la serenidad
Hay días en los que quiero escribir y no puedo y por más que lo intento no fluye, las palabras se esconden. Las ideas se hacen nudos ...