Opinión

Leonor Zalabata, la embajadora de los excluidos

Carlos Cesar Silva

25/07/2022 - 04:45

 

Leonor Zalabata, la embajadora de los excluidos
Leonor Zalabata en la Casa Indígena de Valledupar / Foto: archivo de PanoramaCultural.com.co

 

Conocí a Leonor Zalabata en las reuniones de Diálogos Improbables. Apenas la escuché hablar descubrí que se trataba de una mujer sabia y valiente. Me cautivó su vestimenta ancestral que iluminaba el recinto del hotel Sicarare, sus movimientos que trasmitían el aplomo de la Sierra Nevada y sus ideas que reflejaban el valor de un pueblo excluido. Sentí las luchas indígenas que lideró, el espíritu globalizante de los arhuacos. Vi en ella un carácter firme como el corazón del mundo, un liderazgo natural y un carisma extraño: pocas veces sonreía, pero resultaba imposible dejar de admirarla.

Ahora Leonor fue designada por el presidente electo como embajadora de Colombia ante la ONU. Estoy muy feliz, no sólo se trata de un reconocimiento a las mujeres y los indígenas, sino también a la inteligencia. Recuerdo aquellas sesiones  de Diálogos Improbables donde Leonor, en medio de las distintas visiones sobre el Cesar, se destacaba por su sabiduría y serenidad. “Viste, ésa es nuestra hermana mayor”, me dijo alguien con los ojos brillantes. Leonor es defensora de la vida, la paz y el medioambiente. Por eso recibió los premios Antonio Nariño y Anna Lindh. Ironicamente, su labor incansable ha sido mas valorada a nivel internacional que en el país y Valledupar.

El arribo de Leonor a la ONU es un mensaje poderoso para la clase política cesarense, que se ha caracterizado por propiciar la desigualdad social, mostrar sin pena su voracidad burocrática y protagonizar escándalos de corrupción. Aunque a veces en esta región nos hacemos los desentendidos, la exclusión política y cultural salta a la vista de todos, basta con plantear una sola pregunta: ¿Cuántos miembros de nuestras cinco comunidades indígenas desempeñan altos cargos en la alcaldía de Valledupar y la gobernación del Cesar? Sí, ninguno, ninguno. A nivel nacional hemos tenido importantes dignatarios en las diferentes ramas del Estado, pero por primera vez llega a esas instancias una mujer de la Sierra Nevada, una protectora de la pachamama que nada le debe a nuestros políticos tradicionales.

Asimismo, la designación de Leonor representa una evidente moraleja para el petrismo cesarense, que está mas preocupado por los espacios burocráticos y las candidaturas del próximo año que por construir un mejor departamento. Leonor llega a la ONU por sus méritos, en silencio, con muchas batallas sociales encima y causas claras para defender. Mientras tanto, el petrismo parroquiano sigue dividido, anclado en el caos, buscando enemigos internos e intrigando con los empalmes del gobierno entrante. Poco interés muestra por estructurar unas propuestas colectivas que marquen la diferencia y faciliten la transformación del Cesar.

Leonor brilla con luz propia. Ya la veo en Nueva York con su manta blanca, sus collares de semillas secas y su mochila de sueños colectivos. Hablando sobre la madre tierra, la paz total y la equidad social. Aunque algunos racistas se nieguen a reconocerlo, su sapiencia y su cosmovisión harán reflexionar al mundo.

 

Carlos César Silva

Sobre el autor

Carlos Cesar Silva

Carlos Cesar Silva

La curva

Carlos César Silva. Valledupar (Cesar) 22 de noviembre de 1986. Abogado de la Universidad Popular del Cesar, especialista y magister en Derecho Público de la Universidad del Norte. En el 2013 publicó en la web el libro de artículos Cine sin crispetas. Cuentos suyos han sido publicados en las revistas Puesto de Combate y Panorama Cultural. Miembro fundador del grupo artístico Jauría. Cocreador del bar cultural Tlön.

@ccsilva86

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