Opinión

La Teoría de la Yuca

Camilo Ochoa Montero

10/08/2022 - 04:30

 

La Teoría de la Yuca
Los monumentos de La Pilonera Mayor y el Ecce Homo en Valledupar / Foto: archivo de PanoramaCultural.com.co

 

Sí. Valledupar es un pueblo. Ésa es su génesis y no representa necesariamente algo despectivo. Hemos creído que llamándola así expresamos lo que le falta y el deseo de verla crecer, pero no hace falta condenarla al estancamiento eterno. Es pueblo y de la manera más hermosa. Partiendo desde su naturaleza ancestral para entenderla, la autenticidad en sus calles y su energía, que muchas ciudades grandes quisieran tener y no es palabrerío.

En varias ocasiones le he escuchado a la cantante Adriana Lucía que, cuando uno vive en casa de sus papás y le sirven todo el tiempo yuca para la comida, uno termina aborreciéndola, pero al mudarnos lejos anhelamos así sea un ¨chicotico¨. Ésa es la teoría.

Me fui creyendo que lo bueno estaba por fuera, y tuve que mirar de lejos mi ciudad para reconocer con claridad sus carencias, pero, sobre todo y más importante, sus virtudes y poderes. Digo importante porque de ahí es que hay que “agarrarse pa’ coger el impulso” que requiere amarla. Es algo que supera la nostalgia y el romantizar.

No me fui tan lejos ni por mucho tiempo. Pude regresar para comprender con los pies descalzos en la arena del patio de mi casa, que es válido protestar, emputarse ante las injusticias, ante la falta de sentido de pertenencia, querer buscar otro espacio, etc. Justo ahí sin pretender condicionar, acudo a un recuerdo de infancia en el que un primo regresando de su colegio compartió una frase que su profesora había dicho en clase: ¨La gente estudia sus carreras universitarias aquí y lo primero que quieren hacer es irse. Así nunca va a haber progreso en la ciudad¨.

Palabras que llegaron a mí cuando desempacaba mi maleta recién llegado a esa otra ciudad y en ella vi mi gorra amarilla de Maderos Teatro, el colectivo que le ha dado tanto a estas tierras… El ejemplo de ellos y su resistencia, su siembra de la esperanza.

Así fue que entendí. Sin pretender ser el salvador del mundo, puedo intentar aportarle a mi ciudad (viviendo en ella o no), en vez de quedarme sentado esperando el cambio o irme por el camino más fácil, esquivarla como si tuviera nada que ver con mi raíz.

Parte de esa transformación empieza reemplazando la criticadera por ideas y el señalamiento por mayor solidez a los espacios de construcción. A lo mejor estoy siendo poético con un tema que alberga tantas cosas, aunque aquí eso no puede causar extrañeza si es lo que mejor sabemos hacer, solucionar la vida cantando, escribiendo versos, pintando, cocinando o echando cuentos. Algo más poético que eso, imposible.

Me ha tocado aprender la teoría y vivirla, sintiendo que, al final, el ingrediente inevitable pa’ determinar si la yuca está rucha o no es el de la confianza. Una teoría para agradecer y honrar el territorio desde el sentir más honesto, luego marchar si es el destino, pero entendiendo que antes de volar, todo empieza por casa.

 

Camilo Ochoa Montero

Sobre el autor

Camilo Ochoa Montero

Camilo Ochoa Montero

Letras amarillas

Humano de río, enamorado de la tradición, receptor del llamado ancestral, mensajero de sensibilidades.

@CamiloOchoaM

3 Comentarios


Rafael Alberto Moreno Cordero 11-08-2022 02:27 PM

Muchas gracias Camilo, por tus palabras desde el camino, .

Cristian Manuel Cortés Gutiérrez 14-08-2022 09:15 AM

Muy hermoso

Sergio Viñas 14-08-2022 03:42 PM

Un excelente artículo, súper centrado y majestuoso el lenguaje, el concepto y su estructura. Buenísimo ✨

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Democracia amenazada

Democracia amenazada

  El siglo XX estuvo marcado por el dominio de la forma política conocida como democracia liberal, pero desde finales de éste y com...

Democracia a prueba de fuego

Democracia a prueba de fuego

  El proceso electoral que tuvo lugar el pasado 29 de octubre de 2023, dónde se escogieron a través de las urnas a los nuevos manda...

Diáspora y génesis afrocaribeñas (IV): El son cubano

Diáspora y génesis afrocaribeñas (IV): El son cubano

Algunos impacientes me piden que trate, lo más pronto, sobre la música actual que les fascina y, después de todo, pertenece a la gra...

Socarrás, Springer y la Escuela de Paz

Socarrás, Springer y la Escuela de Paz

  La “Escuela Vallenata para la Paz” fue un proyecto social desarrollado en la ciudad de Valledupar en el año 2015 por la admi...

Difunto enamorado (III parte)

Difunto enamorado (III parte)

Los días pasaron y Maye empezó a sentir poco a poco la presencia de Chan. Todavía rondaba por el pueblo aquel cuerpo que había dej...

Lo más leído

El origen de la deliciosa tres leches

Verónica Machado | Gastronomía

Las tuquecas de cualquier lugar

Rodrigo Rieder | Medio ambiente

Un paseo por el cementerio San Miguel de Santa Marta

Joaquín A. Zúñiga Ceballos | Turismo

La narratividad en las canciones de Luis Enrique Martínez Argote

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

Poética de Carlos Vives en el Canto vallenato

José Atuesta Mindiola | Música y folclor

Contiendas en la música vallenata

Luis Carlos Guerra Ávila | Música y folclor

La crónica en el Caribe colombiano

Lina Vega-Estarita y Marta-Milena Barrios | Periodismo

Aquella “Sombra perdida” que encontró El Binomio de Oro

Juan Rincón Vanegas | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados