Opinión

El discurso

Diógenes Armando Pino Ávila

23/09/2022 - 05:05

 

El discurso
El presidente Gustavo Petro en la sede de la ONU / Foto: AFP

 

Acostumbrados a una retórica oficial, llena de sitios comunes y frases de cajón, en ese lenguaje diplomático y artificial, donde al caucho se le dice elástico y al bandido le llaman «Su Excelencia»; llega a la ONU un presidente latinoamericano progresista y exguerrillero a decir un discurso. Los lideres mundiales están atentos, expectantes, con el sarcasmo a flor de piel, esperando la disertación sobre la magia del número siete y la genial coincidencia de los «siete enanitos de Blanca Nieves» o «los siete colores del arcoíris», tal vez en esta ocasión haya variación discursiva y la temática sea la genialidad de «Pluto», el puto perro que se burla del mundo.

¡Vaya sorpresa! Llega el presidente Petro desde Colombia, un país de “belleza ensangrentada”, y les larga una pieza de antología retórica de paz, medioambiente, lucha contra el narcotráfico, cambio climático, economía reconciliada con el medioambiente y la corresponsabilidad del mundo entero de salvar al planeta. Una pieza retórica digna de quien se perfila no solo como líder latinoamericano, sino que, en su talante y capacidad intelectual y claridad de estadista, se perfila como un líder a sentarse en una silla especial en cualquier conferencia mundial sobre temas de impacto global.

El discurso de Petro pasará a la antología que cualquier editor haga sobre los mejores discursos dichos en foros mundiales y servirá de cita puntual en tesis, trabajos investigativos, artículos y libros académicos, sobre temas de impacto global, tendrá defensores y detractores. Lo que sí está claro es que aquí, en Colombia, el presidente Duque nos había acostumbrado a su retórica cantinflesca que avergonzaba la inteligencia colombiana, y, a pesar de su banalidad y sin sentido, daba para sacar a flote el humor caustico de caricaturistas como Matador, Pepo o Bacteria y generaba artículos llenos de hilaridad de los Danieles y críticas sesudas de columnistas renombrados, y ni se diga, la cantidad de memes que se viralizaban en las redes sociales.

El discurso del presidente Petro rompe el molde y pone a pensar seriamente, no solo a los lideres mundiales, sino que en nuestra patria genera, como siempre,  interesantes discusiones académicas sobre temas de vieja data en la historia del país y propicia lecturas para ponernos al día sobre temas ambientales y económicos como el caso del «decrecimiento» propuesto por la Ministra de Minas, que fue tomado a la burla por la derecha, pero cuyo efecto fue demoledor en contra de sus críticos al dejar al descubierto que se burlaban de un tema que no conocían y que jamás habían leído u oído mencionar.

Este discurso ha puesto en calzas prietas a los críticos opositores, pues hacen ingentes esfuerzos, por encontrar fisuras por donde atacarlo, y cuando lo hacen, se nota el talante de amargura al no dar la talla de Petro así usen los zancos que las revistas y medios les facilitan para hacer propaganda en contra del nuevo gobierno. Cuando el ciudadano se detiene a analizar la crítica realizada, se decepciona al ver la mentalidad pigmea de quienes piensan con el hígado y leen con el estómago, tratando de ridiculizar o desvirtuar verdades de a puño que tratan de ocultar para mantener aletargado a un país que recién comienza a despertar y a desperezarse políticamente, sacudiendo las liendres de los políticos que tenían a Colombia como su fuente particular de riqueza.

Se asombra el ciudadano al escuchar razonamientos vacuos de senadores, representantes y lideres políticos tradicionales que, ante los temas de actualidad planteados por el nuevo gobierno, tratan de analizarlos con una óptica retardataria, con atrasos conceptuales de veinte o treinta años. Se nota de lejos el descuido en su preparación intelectual y su abandono en la lectura, a tal punto que queda en evidencia ante el pueblo en general su falta de preparación y sus diminutas estaturas intelectuales ante la preparación y basta lectura de Petro y su equipo de gobierno.

Es tal la diferencia entre el gobierno anterior y éste que el país entero participa en sana discusión sobre los temas de actualidad; esto naturalmente conllevará a cultivar la mentalidad de un ciudadano crítico y, por tanto, cuidadoso al asumir su futuro deber de ciudadano, escogiendo y votando por individuos probos y de una mayor capacidad intelectual a la media en que nos tenían acostumbrados.

¡Colombia va por buen camino!  

 

Diógenes Armando Pino Ávila

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Ávila

Diógenes Armando Pino Ávila

Caletreando

Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).

@Tagoto

1 Comentarios


Gustavo Adolfo 23-09-2022 09:33 AM

El talante de amargura se les notó también ayer a Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol, y el periodista Luis Eduardo Maldonado, cuando el presidente Petro, mi tocayo, en la entrevista que hiciero, les respondía serena y calmadamente todas sus preguntas, hasta el punto de dejarlos con el hocico abierto. Gracias compadre

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