Opinión
No basta con tocarse las tetas
Tocarse salva, claro, sin duda,
pero las intervenciones de calidad salvan el doble.
A propósito del día contra el cáncer de mama, quiero reflexionar respecto a la réplica que hizo una mujer sobreviviente de dicha enfermedad a mi columna del año pasado que titulé “Tocarse las tetas salva”, ella me relató que se tocó a tiempo, pero recibió un diagnóstico equivocado, lo cual, dificultó su recuperación.
En ese sentido, me invitó a que dejara de romantizar las narrativas que surgen respecto a este tema, porque cada caso es particular y no todo puede recaer sobre las mujeres. Hay un sistema que falla y que, generalmente, se olvida de procesos preventivos para responder a lo urgente que tiene finales fatales; si bien es fundamental tocarse a tiempo, es vital que todos los sistemas, especialmente el de salud, funcionen y garanticen de manera contundente los derechos de las mujeres.
La salud no puede ser un privilegio de algunas, sino un derecho de todas, sin exclusión ni brechas. Des-romantizar las narrativas de temas tan importantes como la salud, no puede ser solo un asunto mediático que se agote en pintar todo de rosado o en decirle a las mujeres que se toquen a tiempo, lo cual, aclaro que es importante, pero no lo es todo. Es asunto de políticas públicas, de procesos efectivos y sostenibles y de deconstrucción de paradigmas patriarcales de abnegación femenina por el cuidado de los demás, para priorizar el tiempo de calidad para ellas mismas, el cuidado integral y la reivindicación de los derechos.
En este mes que se conmemora la lucha contra el cáncer de mama, honro la memoria de quienes han partido y de aquellas que han sobrevivido y se comprometen con el bien-estar siendo misioneras de la sanación propia y de su entorno; por ello dedico estas letras quienes son un ejemplo de mujeres poderosas y resilientes, mujeres que no se quedan en el dolor sin aprendizajes, en la tristeza sin reinventarse, ni en los desafíos sin crear senderos transformadores.
Hoy brindo un homenaje a las mujeres sobrevivientes de cáncer de mama, ellas son poderosas, resilientes, sanadoras y creadoras; van por el mundo iluminando senderos, nos recuerdan que la fe, el autocuidado, el amor propio y la consciencia del ser, pueden cambiar cualquier diagnóstico, uno de muerte por uno de vida, uno de enfermedad por uno de salud, uno de monotonía por uno de creatividad y descubrimientos; las mujeres seguimos firmes encendiendo infinitas luces en este universo que merece felicidad y rehumanización, se hace urgente que el sistema de salud garantice este derecho fundamental de la Salud.
Fabrina Acosta Contreras
Sobre el autor
Fabrina Acosta Contreras
Evas&Adanes
Nieta de Rita Contreras, leyenda viva de 109 años. Escritora e investigadora Guajira, psicóloga, Magister en estudios de género, Magister en Gestión de Organizaciones y Especialista en Alta Gerencia. Creadora de la Asociación “Evas&Adanes” desde la cual lidera diversas iniciativas ciudadanas como los foros “La Mujer en el vallenato”, “Tejiendo esperanzas por la Guajira”, el programa radial Evas&Adanes, entre otras.
Ha recibido reconocimientos por la causa que lidera tales como: Joven sobresaliente de Colombia TOYP 2018 (JCI Colombia), máxima distinción del departamento de La Guajira medalla Luis Antonio Robles, personaje diez en el departamento de Amazonas, medalla a Mujer extraordinaria con proyección social otorgada por la Asociación de Mujeres de la Guajira.
Ha sido columnista por más de 10 años de varios medios puntualizando temas de género y derechos de las mujeres, así como las causas por la guajira. Es autora de los libros “Mujer Sin Receta: Sin Contraindicaciones para hombres”, “Evas culpables, Adanes inocentes”, “De esas costumbres que hay en mi tierra: una mirada a los imaginarios sociales de la violencia de género”, “Mujeres sin receta: Más allá de los mitos”.
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