Opinión
La bacana

En El Paso Del Adelantado, vivió una mujer de curvilíneo cuerpo, de tetas grandes, redondas y picos pronunciados, de nalgas moldeadas, como hechas por el mejor escultor, sostenidas por unas piernas largas semejantes a patas de muebles labradas por un sobresaliente ebanista.
No sé de dónde llegó, lo cierto fue que, desde su llegada, las mujeres andaban preocupadas por la fidelidad de sus maridos y los hombres, al verla pasar, su adrenalina cambiaba al instante.
En poco tiempo, hizo fama, tanto por su belleza como por su forma de amar. Fueron aquellos los tiempos de la goma del bálsamo, que mucho dinero generó en la población, casi igual o semejante al de la fiebre del banano. Las ventas eran semanales, pagaban bien y el esfuerzo era poco, sólo había que herir al árbol en su tronco en forma de V, colocarle unas cocas de totumo y después recoger el llanto del árbol por la herida causada.
Míster Billy Neumann era el comprador mayorista, su camión Power entraba al pueblo con un pito estrepitoso semejante al bramido de un toro. Ese día, la plata corría a pilas, y los vendedores, al recibir su dinero, se iban de juerga, tomaban a raudal y terminaban su monserga entre las piernas de una descendiente de los mandingos traídos por Don Juan bautista de Mier y la Torre a su hacienda Santa bárbara De las cabezas.
Fue para esa época del bálsamo cuando esta mujer hermosa se presentó en el lugar. Era apetecida por todos los balsameros y todos después contaron su forma característica de amar. Inmediatamente después de satisfacer a su cliente, se sentaba desnuda en el borde de la cama, se miraba su parte íntima y le devolvía la mirada a su acompañante diciéndole: bacana verdad.
Arnoldo Orlando Mestre Arzuaga
Sobre el autor

Arnoldo Mestre Arzuaga
La narrativa de Nondo
Arnoldo Mestre Arzuaga (Valledupar) es un abogado apasionado por la agricultura y la ganadería, pero también y sobre todo, un contador de historias que reflejan las costumbres, las tradiciones y los sucesos que muchos han olvidado y que otros ni siquiera conocieron. Ha publicado varias obras entre las que destacamos “Cuentos y Leyendas de mi valle”, “El hombre de las cachacas”, “El sastre innovador” y “Gracias a Cupertino”.
0 Comentarios
Le puede interesar

Allá en La Guajira Arriba… ¡Abajo! ¡Abajo! ¡Abajo!
El gran desierto se avecina, dice la obra vallenata de Julio Oñate Martínez. Como compositor y agrónomo pensaba en la naturaleza, ...

Aunque usted no lo crea, en Colombia existe la xenofobia
Hay una reunión social, hay hombres, mujeres y niños, y los más “sabios” de la reunión, “sabios” por el tono de voz, la...

La implementación del nuevo código nacional de policía y convivencia
La paradójica ley 1801 de 2016 (Código Nacional de Policía y Convivencia), la cual cobra vigencia a partir del 30 de enero de ...

¿Es necesario acabar con la JEP?
La pregunta retórica que surge en la dinámica de la política colombiana es: ¿resulta necesario acabar con la JEP? La Jur...

¡Mayo!
“(…) El pájaro su garganta ensaya al tender el vuelo que hasta las nubes levanta, pues el que en mayo no canta no tiene perd...