Opinión
El SIVA que no fue
Que quede claro que este es un artículo de opinión de una persona que espera estar completamente equivocada, a quien que le gustaría ser corregida por los responsables de hacerlo errar tanto en un tema que desconoce en mediana porción, pero del que opina porque cree tener un poco de comprensión lectora, y por tener todavía el sentido de la vista en buen estado.
Circo sin pan, con bombos y platillos, llegó el tan esperado anuncio de que el 2 de diciembre de este año empezará a funcionar el Sistema Estratégico de Trasporte de Valledupar (SETPC) el SIVA “que no fue”, o mejor dicho que “Va”, pero no como iba, o que iba como no fue, o que terminó yendo como no era, algo así; porque si uno se ubica en el documento Conpes, que es donde se presenta las especificaciones de este proyecto, a uno se le Va hasta la fe.
Bien, por salud mental, y por falta de caracteres, omitiremos el 60 % de los objetivos de la fase del proyecto que se va a inaugurar, proyecto que uno ve que quedó reducido en un: “Poner a rodar unos buses nuevos, en rutas viejas de calles viejas, y en otras rutas nuevas que van sobre calles nuevas que parecen viejas por su pésima calidad”, cuando el objetivo operacional era un reordenamiento total que buscara una mayor cobertura y así lograr una mayor eficiencia y sostenibilidad todo dependiendo de una moderna y optima estructura general que debe estar interconectada a un centro de control de operaciones y de semaforización de la ciudad. Quisiera que me dijeran que eso tan lindo existirá a partir del 2 de diciembre.
El SIVA sí fue, pero como la familia Buendía de la novela Cien Años de Soledad, decía Úrsula Iguarán: “Dando vueltas en redondo”, pues el sistema estratégico de trasporte de Valledupar va a inaugurar una vuelta en redondo que nos costó mucho dinero, en cabeza de su eterna y fría gerente, Katriza Morelli, que “Muchos años después…nos llevó a conocer el hielo”, y parte otra vez, de la rodada de unos buses nuevos, que la vez pasada no lo eran, pero ahora sí, bueno eso dicen.
Sin desviarme del documento del proyecto, e intentando no volarme ni un punto ni una coma, paso a preguntarme lo siguiente: si la infraestructura mínima para inaugurar el sistema no existe, ¿entonces lo que se van a hacer el 2 de diciembre se podría catalogar como una burla a la ciudad?
Porque si nos basamos en lo plasmado como infraestructura mínima requerida para el Sistema de trasporte de la ciudad de Valledupar uno se pregunta por los 680 paraderos tipo caseta que deben existir, ¿Cuántos existen? También por todas las intersecciones o puntos de conflictos, ¿existen? Los tres portales (CAMIS) ¿Existen? El centro de despacho, el Centro de integración Inter corregimental, el Centro de despacho e integración modal y el centro de control y de gestión de la flota y señalética, los patios y los talleres... ¡Ah! Los carriles exclusivos, ¿en sus más mínimas especificaciones existen? Y ya sobre tantos años perdidos no cabe ni la esperanza ni otra oportunidad, todo indica que van a cortar una cinta por un afán que ya pasó y que, cuando llegó, llegó cansado y desangrado.
Cabe aclarar que el sector privado debe estar a cargo de un porcentaje de todo esto mencionado, por decirlo así: ellos tenían que hacer el edificio, pero sobre los cimientos que tenía que entregar el SIVA, preocupante, esperemos que no colapse, porque esas bases no fueron. Dios nos libre de otra vuelta en redondo como ésta…
Andy Romero Calderón
@AndyRomeroCh
Sobre el autor
Andy Romero Calderon
Vallenato de Guacoche
Vallenato de cédula, guacochero de nacimiento. Ingeniero de sistemas de la Universidad Popular del Cesar. Me gusta la buena crítica y política, sin caer en sus vicios y hasta donde los argumentos me dejen llegar. Amante de la buena música y no de un género en específico. El silencio es, después de la palabra, el segundo poder del mundo.
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