Opinión

Los maestros

Adalberto Rico Castro

16/05/2023 - 00:04

 

Los maestros
Habría que quitarse el sombrero ante estos profesionales que tienen, además, mucha vocación: los maestros / Foto: créditos a su autor

 

Ante la andanada de tareas que debe realizar un maestro como parte de su trabajo diario, es fácil caer en la equivocación de afirmar que cualquiera puede hacer lo que los profesores hacen.

Tamaño juicio el que lanza quien no haya pensado profundamente y analizado (como pocos hacen) antes de pensar. Si bien Savater confirma que sí, que cualquiera puede enseñar, cierto es también que el mismo intelectual sale en defensa de los tal vez mejores practicantes de la empatía y de la abnegación. Dice el intelectual español que es cierto, que cualquiera, inclusive un niño, puede enseñar a patear un balón, a usar un vaso para beber agua, a peinar el cabello de una muñeca, y a muchas cosas más, pero sólo el maestro sabe hacer la labor de quien se planta frente a un grupo de estudiantes.

"La fortaleza de un centro educativo está en su sala de profesores", dijo alguna vez otro maestro menos afamado que Savater, pero con igual contundencia en su convicción. Lo extrae de su experiencia, de su relación con otros que se desempeñan y conocen a fondo la teoría educativa. No son afirmaciones sin solidez, traídas de los cabellos.  Por eso el homenaje que cada 15 de mayo (en el que, valga la anotación, se celebra también el día de otros abnegados, de los campesinos, y su santo patrono San Isidro) no debería ser una fecha más del calendario ni mucho menos para una institución educativa que valore su razón de ser. Una simple mención no debería ser suficiente ni una merienda en los minutos del descanso de su horario de clases. Habría que quitarse el sombrero ante estos profesionales que tienen, además, mucha más vocación.

Ninguno de ellos reclama de nadie un regalo material. Hasta una jornada de descanso valorarían más los émulos de la griega y mitológica Atenea. Porque tampoco se trata de obsequios que también valores simbólicos tienen. Se trata del reconocimiento que subyace en la celebración. Bien lo dijo en su letra el compositor-poeta guajiro Hernando Marín: "esa gente tan valiente y de tan noble corazón". Marín sí les dio el valor a los abnegados trabajadores de la enseñanza, y Poncho Zuleta y su hermano Emilianito la dejaron en la memoria colectiva posterior de los que escucharon y escuchan la canción.

La Ingeniería Industrial con sus olas de renovación del esquema laboral se ha encargado de "reestructurar" los conceptos como "empleado" o "trabajador" y hoy ha dejado sin peso gravitacional a ambos considerándolos meros "colaboradores", como sí semánticamente quisieran quitarse peso o compromiso legal con quienes engranan la maquinaria de la productividad. Han aumentado la velocidad en la autopista de la deshumanización del trabajo que ya las revoluciones industriales habían iniciado. Esperarán volverlos a todos unos Gregorios Samsa, como en el relato de Kafka.

Por eso hay que cerrar filas ante los maestros, rodearlos con el mismo grito de batalla que Tomás Zuleta lanza en medio de su interpretación: "Maestros de Colombia: uníos por vuestra reivindicación, ¡carajo!"

 

Adalberto Rico Castro

Profesor Lengua Castellana e Inglés

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Solo dolor

Solo dolor

La situación de Venezuela es desesperada. Una crisis humanitaria sin precedentes convierte ese pueblo en un  rebaño mendicante cuy...

Bienvenido 2019: otro paso hacia la paridad 50-50

Bienvenido 2019: otro paso hacia la paridad 50-50

Se terminó el año 2018, el cual fue muy activo. La promoción de los derechos de mujeres y niñas, la igualdad de género, la paz y e...

La virtualidad se toma el Festival vallenato

La virtualidad se toma el Festival vallenato

La versión 53 del Festival de la Leyenda Vallenata, que todos sabemos no se pudo efectuar como de costumbre entre finales de abril y c...

Las resurrecciones

Las resurrecciones

  Luego de una semana de reencuentros espirituales, familiares y vacacionales, los colombianos iniciamos nuestras actividades cotidia...

Los fármacos: negocio de la muerte

Los fármacos: negocio de la muerte

Hoy existe entre nosotros una máquina de la muerte, estamos ligados a este monstruo de mil cabezas llamado fármacos. Todos en algú...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

Los Pacabuyes: ¿un pueblo Chimila o Malibú?

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Pueblos

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados