Opinión
El diploma de bachiller
Por estas fechas en los colegios de bachillerato, los profesores y directivos enfilan sus baterías pedagógicas y didácticas en la preparación para las pruebas ICFES de los muchachos que cursan el grado once, esta actividad se repite año tras años en todos los colegios del país, muchas instituciones educativas disponen todas las energías de sus maestros para preparar a los jóvenes en la superación de dicha prueba, pero los resultados son tozudos, años tras años devuelven unos bajos puntajes en casi todas las instituciones del país.
¿Qué es lo que está pasando?
Veamos, o el sistema educativo colombiano no está a la altura de estas pruebas y por tanto es necesario hacer una reingeniería al sistema o es el diseño de la prueba misma el que está fallando y por tanto se necesita que se rediseñe ajustado a la realidad educativa nacional, en ambos casos es y debe ser responsabilidad del alto gobierno hacer la reingeniería del sistema o el rediseño de la prueba, luego de ello intervenir en los planes de área y el PEI (Plan Educativo Institucional) para que dejen de ser letra muerta y deposito de moho en los anaqueles escolares, sino, que se conviertan en herramientas efectivas para implementar un Plan de mejoras que conlleve a superar los baches de preparación que innegablemente tienen las escuelas y colegios.
Otra posible causa, puede ser que nosotros los educadores fallamos en la forma, didáctica y metodología aplicada en la clase y es probable, no se puede descartar, que hay una obsolescencia en la temática dictada, pues nada de raro, que la fecha de edición de los textos que sigue el maestro sea de muchos años atrás y por supuesto no consulten la realidad de la actualidad y los intereses del educando.
Por ultimo en esta revisión somera, sería observar al estudiante, su interés, su desempeño en clases, sus expectativas, capacidades, talentos y habilidades y mediante una exploración, tratar de desentrañar casusas y motivos que “desmotivan” al educando, su entorno familiar y social, sus relaciones familiares, sus problemas y conflictos, es decir acercarnos a la realidad del estudiante, mirarlo desde cerca, humanizar la relación profesor-estudiantes, profesor- padre de familia y a partir de dicha relación auscultar, posibles causas, motivos, y dificultades que propician el bajo rendimiento escolar.
Creo que los educadores debemos enfocarnos más en lo que ocurre dentro del aula, me explico, como docentes estamos más pendientes al llamado a lista, que quien vino y quien no vino a clases, cuantas fallas lleva, pasa el periodo o no por el número de fallas, es decir, estamos muy pendientes al ausentismo, desconociendo que un estudiante puede faltar a clases, varias clases, semana entera sin asistir pero cuando se enfrenta a la prueba saca una nota aceptable o buena, sin embargo, no nos fijamos en “el presentismo”, el que se da en los estudiantes que llegan a clases puntuales, no fallan ningún día, pero sus resultados escolares son pésimos, es decir están presentes físicamente en el aula, pero su mente está fuera del colegio, en la maquinita de video juego, en la rumba, la droga, o los problemas de su edad y los conflictos familiares.
Ahora, nuestro sistema educativo ha prohibido, de forma muy suave, “las ceremonias de grado, en el prescolar y la básica primaria, pero años tras año se realizan en la gran mayoría de las escuelas y colegios del país, donde los niños asisten con toga y birrete y reciben un “diploma” y es motivo de celebración familiar con fotos y videos, creo que es el punto donde padres y familia muestran unión y ello potencia al estudiante a sentir orgullo por sus logros, pero esto debe ser ajustado y debe ser motivo de preocupación institucional, en el sentido que hay que preparar a padres y acudientes y al mismo niño donde se les indique que este es un peldaño que va a subir pero que en la vida hay muchos peldaños más que debe escalar, es decir, que no le pase al niño lo que ocurre con la mayoría de los estudiantes que ponen energías y expectativas a coronar el décimo para llegar al once y sentirse el dueño del mundo, y que por el simple echo de estar en once puede trasgredir todas las reglas escolares e incluso, sacar una pésima nota en las pruebas ICFES y recibir su diploma de bachiller.
Tal vez el joven, ignora que este cartón solo se lo pedirán para el ingreso a la universidad y de ahí en adelante el moho lo amarillará colgado en la pared, hasta que su padre o madre lo descuelgue para colgar el de doctor y después el de especialista y que si por circunstancia sociales, económicas, familiares o personales no ingresa a la universidad, dicho cartón solo se lo pedirán para adjuntarlo a la hoja de vida y optar por un cargo de bajo rango en cualquier oficina o empresa. Nuestro estudiante debe saber que, el canto de Escalona titulado “El bachiller”, “Como yo no tengo diploma de bachiller/ en el Valle dicen que no puedo enamorar/ mira como aprecian las mujeres el papel/ con tanto de sobra lo he visto en el basural…”, en la época actual está en desuso, pues ya las mujeres no piden el diploma de bachiller para dejarse enamorar, que la letra del canto vallenato fue valida en la década de los 50s
Ahora hay que estudiar para la vida, el diploma y la graduación de bachiller es un evento, importante, pero no definitivo, y que hay muchos peldaños más en este proceso continuo de aprendizaje que la sociedad actual impone a los jóvenes. El estudiante de once debe saber que las pruebas ICFES con sus incentivos de becas y subsidios, puede ser la oportunidad de continuar estudios universitarios, de profesionalizarse, sin importar la situación económica, por tanto, hay que presentarse, prepararse para sacer un buen resultado, sin olvidar que hay que aprender y prepararse para la vida.
Diógenes Armando Pino Ávila
Sobre el autor
Diógenes Armando Pino Ávila
Caletreando
Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).
0 Comentarios
Le puede interesar
Diciembre de nostalgias y alegrías
Diciembre trae consigo, envuelto en su brisa, las notas de música añeja que recuerda diciembres de calendas pasadas, amores, dese...
El viejo Papi
Todos le llamamos “El Viejo Papi”, o “El Viejo”. Lo de viejo se le decía desde muy joven, pues ha sido uno de esos bacanes car...
Debate de quinta
Ya se acerca la época de elecciones y con ella las malas prácticas que lamentablemente le son propias. Por estos días es posib...
La fiebre no está en las sábanas
En Bogotá, a escaso mes y medio de posesionado el alcalde Peñaloza, poco a poco van creciendo las protestas. Lo han hecho los vende...
De corrupción todos rajan con tradición
La corrupción es la raíz de la pobreza de los pueblos y fundamento principal de sus desgracias sociales. Ahora muchos ciudadan...