Opinión
La degradación del conflicto
El hallazgo de una cabeza humana flotando en las aguas del majestuoso e insigne rio Guatapurí, en la ciudad de Valledupar, debe encender las alarmas de las distintas autoridades, tanto locales como regionales y nacionales
La aparición de cuerpos desmembrados, es una práctica clásica de la abominación por la vida características en aquellos pueblos o naciones. donde ha fracasado la institucionalidad, dando origen a lo que popularmente se conoce como estados fallidos.
Esta clase de episodios de violencia no son nada nuevo en Colombia. A mediados de los años 40, en lo que se conoce como la época de la violencia bipartidista y en los episodios más recientes de la violencia paramilitar y guerrillera, donde los ríos como el Magdalena, el Cauca, el rio Catatumbo entre otros, se convirtieron en verdaderas autopistas por donde transitaban cadáveres en estado de descomposición, de la misma forma como se han encontrado los cuerpos en el rio Guatapurí.
Si bien la defensoría del pueblo ha emitido las alertas tempranas, los homicidios se están incrementando de manera alarmantes en el departamento del Cesar, por lo que, como ciudadanía, instamos a las autoridades generar un plan en repuesta a las cifras de las diferentes formas de violencia, que nos intranquilizan a los cesarenses. Los municipios del sur del cesar están siendo azotados por la practica delictiva del secuestro, la extorsión, los asesinatos y abigeatos, igual situación sufren el resto de los municipios del departamento.
El diseño de una política en materia de seguridad debe partir desde el conocimiento y comprensión de nuestra posición geográfica, los límites con las regiones del sur de Bolívar, el departamento de Norte de Santander, en la subregión del Catatumbo, territorios que experimentan una delicada situación de violencia, producto de las economías ilegales como son los cultivos de uso ilícito y la presencia de actores armados al margen de la ley, la aparición de cadáveres embolsados que en los últimos meses se han encontrado en nuestro vecino departamento de la Guajira, lo que nos permite conjeturar, por la forma como son causadas las muertes, obedecen o deben guardar una relación muy estrecha con las actividades delictiva de las mafias, si bien el departamento del cesar, es un departamento que sirve de puente o de interconexión entre los principales puertos marítimos en el caribe colombiano sumado a ello la frontera con el hermano país de Venezuela y la zonas productoras y distribuidoras de la cocaína, situación que hipotéticamente podríamos pensar que estas muertes obedecen a disputas territorial entre estas agrupaciones ilegales.
Sin embargo, con la presencia de diferentes actores armados, en varios municipios del departamento, incluyendo sus áreas rurales, una gran preocupación se cierne sobre una serie de asesinatos que se vienen registrando, casi que con certeza podríamos aseverar, por la aparición de panfletos donde anuncian una política de exterminio sobre ciertos grupos poblacionales, lo que vulgarmente se conoce como limpieza social, que no tiene nada de limpieza, cuando de por medio se habla de asesinar a personas, lo que debe llevar a la adopción de medidas que eviten las muertes y toda forma de violencia.
La implementación de una política integral, que involucre a todas las instituciones del estado y su compromiso con la generación de oportunidades, en especial para la juventud, debe ser una prioridad que nos permita cerrarle el paso al reclutamiento que realizan las distintas organizaciones al margen de la ley, junto a una clase de estímulos que premie aquellos ciudadanos que realicen, obras o actividades que dejen en alto el nombre de sus comunidades.
La degradación del conflicto es una expresión de la violencia que desestimula el deseo de vivir y luchar por las cosas que queremos; por lo que se requiere la suma de esfuerzos, de mujeres y hombres valientes, que sueñan con un mejor país con espacios para todos, donde florezca la justicia y reine la paz.
Nerio Luis Mejía
Sobre el autor
Nerio Luis Mejía
Pensamientos y Letras
Nerio Luis Mejía es un líder comunal, defensor de los Derechos Humanos, quien ha realizado de manera empírica un trabajo de investigación acerca de las causas que han propiciado -y siguen alimentando- el conflicto armado y social colombiano. Mediante sus escritos, contextualiza las realidades territoriales.
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