Opinión
Ajá, ¿y de la cultura qué?
Se avecina la contienda electoral de autoridades locales, entre quienes aspiran a las alcaldías y gobernaciones ya están la mayoría de candidatos y candidatas en el ruedo, para el caso de la alcaldía de Valledupar prácticamente ya están los fuertes en el partido, no ocurre lo mismo para la Gobernación del Cesar. Hay un grupo de aspirantes esperando al contrincante mayor, al ungido, al que manden del cielo, y tanto para la ciudad, como para el departamento, ya se está hablando de planes de gobierno y de prioridades en ellos, lo que si no he escuchado es a los candidatos y candidatas hablar del componente cultural o del turismo cultural.
En Colombia, se conoce a Valledupar por su música, por su folclor, por su cultura. El Festival de la Leyenda Vallenata es el evento que más dinamiza la economía de una ciudad capital en Colombia, solo superado por el carnaval de Barranquilla; sin embargo, los aspirantes a estos cargos hablan de todos los tópicos, menos de un tema que no deben soslayar, como lo es nuestra cultura.
Aquí debo reconocer que de estos temas solo le he escuchado hablar a Cristian José Moreno y a Antonio Sanguino, aspirantes a la Alcaldía de Valledupar y a la Gobernación del Cesar, respectivamente. Por obvias razones el que debe estar pensando en nuestra música es el candidato Miguel Morales, es musico y fue director de la casa de la cultura de Valledupar. De ahí en adelante como dice el dicho: “Que entre el diablo y escoja.”
Hay tantas cosas por hacer en pro de cumplir con el Plan Especial de Salvaguardia para la música tradicional del Caribe colombiano, Resolución de Mincultura 1321 de 16 de mayo de 2014, que se quedó como letra muerta y cuyas tres principales estrategias están durmiendo el sueño de los justos: 1. Gestionar la viabilidad y fijar criterios organizativos, institucionales y normativos. 2. Fomentar la transmisión de conocimientos: Formación, investigación y memoria. 3. Fomentar y mejorar la promoción, la difusión y la sostenibilidad de la música vallenata tradicional.
El 1 de diciembre de 2015 la UNESCO declaró al Vallenato, música tradicional del Magdalena grande como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, pero ni eso ha valido para que nuestros gobernantes locales se ocupen de incluir en sus planes de desarrollo las acciones efectivas para cumplir con los fines y propósitos de salvaguardar ese patrimonio cultural que nos enriquece y enorgullece.
Escasa y tangencialmente los candidatos a estos cargos del ejecutivo local plantean propuestas claras para implementar y ejecutar los programas, planes y proyectos que están en los anaqueles y por los que han luchado cientos de quijotes de nuestra cultura.
Aquí solo se piensa en construir moles de cemento y estatuas, que al parecer son las obras que les generan mayores beneficios a los gobernantes corruptos que hemos venido eligiendo en estos tiempos.
Colofón: Estuve recientemente en el Festival del Arroz en el corregimiento de Badillo, Municipio de Valledupar y observé algo que es insólito, en la organización de ese evento aparentemente cultural. Se realiza un encerramiento no solo con vallas metálicas para el cobro de las entradas, sino que además se encierra con plásticos que imposibilitan la visibilidad de lo que ocurre en la tarima. Es decir, el que no paga no puede ver nada. Me pregunto: ¿Estos eventos no se realizan con el fin de promover la integración de la comunidad, el esparcimiento y la promoción y preservación de la cultura tradicional? ¿Un parque siendo un bien de uso público se puede entregar a particulares de manera gratuita con fines lucrativos?
Jorge Nain Ruiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
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