Opinión
¿Ser infiel o ser desleal?
Generalmente, en el habla cotidiana le damos uno significado a las palabras, las que por su uso hacen costumbre y se involucran en el imaginario, significando lo que la costumbre definió como significado. No me imagino a nadie en este mundo, que tenga que andar diccionario en mano averiguando acucioso el significado de las palabras que va a utilizar en su habla coloquial. Todos, a excepción del académico cuando escribe sus tesis o hace sus disertaciones tiene ese cuidado. Otros oficios o profesiones también tienen ese cuidado: el escritor al escribir, el médico, en fin, ellos lo hacen en los casos específicos donde su dictamen deba ser claro y preciso, pero en el habla cotidiana, no tengo dudas, no lo hacen.
Esto lo traigo a colación porque, ante la imposibilidad de apartarme del morbo político colectivo que ha despertado el caso Nicolas Petro y Days Vásquez, que en la ultima semana moja prensa hasta la saciedad y satura todo el espectro informativo del país, ya que, hay la competencia entre los medios tradicionales que magnifican noticias en contra del gobierno actual y las redes que son el campo de batalla entre defensores y detractores.
Sin entrar en detalles de la intimidad de esa pareja, me inquietan dos cosas que parecen una. El follón comienza, aparentemente por una infidelidad de Nicolas y como respuesta hay unos celos terribles que desatan la deslealtad de Days al revelar algunos secretos de andanzas non sanctas que habían transitado juntos.
Bueno la costumbre y el uso cotidiano de nuestro idioma nos enseñó que ser infiel es estar con otra persona que no es la pareja oficial, tener relaciones, amar a otra, lo que es criticado y estigmatizado por una sociedad donde importa más la apariencia, la etiqueta, la norma que los sentimientos. No justifico a Nicolás, pues todos en algún momento y en un grado menor o mayor hemos sido infieles, pecando de pensamiento, obra u omisión como diría el catecismo sobre el pecado.
La lealtad es otra cosa, recuerdo enseñanzas recibidas por las Tías Abuelas y mi madre que nos recalcaban que, los secretos que te confiaban no debían revelarse, que estos debían ir hasta la tumba contigo, y hacían el mayor énfasis al decir «Hay que ser leal», si tu amigo o pareja, o cualquier persona te busca para confesarte algún secreto, es porque confía en ti y tu no puedes traicionarla, ni así, más adelante se convierta en tu enemigo, eso de ser enemigo, no te da el derecho a revelar el secreto compartido «hay que ser leal» recalcaban.
Aquí es donde valoramos las enseñanzas de la oralidad, de las costumbres, creencias y tradiciones que las generaciones anteriores nos dieron como legado y desde ese contexto, hablando con amigos y amigas alcanzo a analizar que las mujeres le dan más peso a la fidelidad de su pareja que a la lealtad y al compromiso de guardar el secreto, de diez amigas consultadas, diez condenan a Nicolas por su infidelidad y ocho justifican la deslealtad de Days Vásquez. En el caso de los diez amigos todos sin excepción dan alguna justificación a la infidelidad de Nicolas Petro pero condenan severamente la deslealtad de Days.
No soy quien, para concluir, absolver o condenar, pero el caso de esta pareja, más allá de las connotaciones mediáticas, políticas o de otra índole deben lleavrnos analizar, a pensar sobre este tema de la fidelidad y la lealtad, teniendo en cuenta la significación que la costumbre le ha dado a estas dos palabras, otra cosa es analizarlas desde la definición de La Real Academia de la Lengua Española, la cual las acerca al relacionarlas con la fe.
Continúo con la inquietud ¿qué tiene más peso, la fidelidad o la lealtad? ¿Por qué hombres y mujeres no tienen la misma percepción? Hay tantas preguntas por hacer sobre estas dos palabras, independientemente al drama que viven estos dos jóvenes que han caído en desgracia y son despellejados en la picota publica, bajo la picana de un periodismo desalmado que acostumbra dar al pueblo “pan y circo” y que cada semana magnifica un caso para hacernos olvidar la olla podrida que el gobierno ha venido destapando. Con esto que digo ni justifico el comportamiento de esta pareja, la cual presuntamente cometieron ilícitos, de ser así deben ser vencidos en juicio y condenados o ser absueltos.
Diógenes Armando Pino Ávila
Sobre el autor
Diógenes Armando Pino Ávila
Caletreando
Diógenes Armando Pino Ávila (San Miguel de las Palmas de Tamalameque, Colombia. 1953). Lic. Comercio y contaduría U. Mariana de Pasto convenio con Universidad San Buenaventura de Medellín. Especialista en Administración del Sistema escolar Universidad de Santander orgullosamente egresado de la Normal Piloto de Bolívar de Cartagena. Publicaciones: La Tambora, Universo mágico (folclor), Agua de tinaja (cuentos), Tamalameque Historia y leyenda (Historia, oralidad y tradición).
0 Comentarios
Le puede interesar
El Galeón San José
Cuenta la historia que el Galeón San José era un emblemático barco de la flota española, que por su poderío ofensivo era utiliza...
La Violencia que no para
Vale la pena recordar por qué se eligió el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contr...
La Ley de Financiamiento: crónica de una muerte anunciada para la clase baja y mediana
“Nunca hubo una muerte más anunciada”, Gabriel García Márquez El gobierno del presidente Iván Duque Márquez desde que se pos...
Autor, compositor y músico
Un autor de canciones vallenatas no necesariamente debe saber cantar esta música, conozco muchos cuyas canciones tienen una fuerza...
Son de la tierra
Viene el negro con su carga La trae sobre su cabeza. Un racimo de guineo Del color de su esperanza Viene cargado de comida Pa&...