Opinión
Decisión autoritaria o visión romántica
Los gobiernos que hemos tenido en Latinoamérica han surgido en medio de sentimientos, que van, desde la esperanza a la inconformidad, situación que es aprovechada por aquellos individuos que ofrecen a sus sociedades una serie de propuestas populistas, las cuales reciben el beneplácito de sus electores, siendo conscientes que estamos lejos de cambiar el actual paradigma político de nuestras naciones.
En Venezuela, un dictador, se tomó el trabajo de cambiar el escudo nacional de su país, modificando el dibujo de un caballo, que corría hacia la derecha, lo voltearon a carreras para que dirigiera su rumbo a la izquierda y que con la misma velocidad ha galopado por todo el mundo, llevando sobres sus lomos el sufrimiento de una nación, que llora sobre los recuerdos prósperos de lo que una vez fueron y que hoy lamentan la tragedia.
En Colombia, nuestros gobernantes no se quedan atrás. Con la creación de leyes y decretos que no sabemos si son decisiones arbitrarias, o solo obedece al romanticismo poético de quienes las crean, como ocurrió con el artículo 5 de la ley 2302 de 2023 la cual cambió el nombre de la Fuerza Aérea Colombiana por Fuerza Aerospacial Colombiana.
Con ponencia del magistrado, Enrique Ibáñez, en la Corte Constitucional, declaró la inexequibilidad de la norma, mediante la sentencia 080-2024, por encontrar que es incompatible con los artículos 4 y 217 de la Constitución Política de Colombia, la cual dicta, que con una ley ordinaria no se puede cambiar las disposiciones de nuestra Carta Magna, la cual define el nombre de la Fuerza Aérea Colombiana
Los anuncios hechos por Gustavo Petro, el 12 de Julio de 2023, en Rio Negro, Antioquia, donde tomó la decisión de cambiar el nombre de la Fuerza Aérea Colombiana, vino acompañado de la propuesta en las que se enmarcarían los nuevos desafíos de esta institución quien, según Petro, no solo dirigía sus objetivos en lo aéreo, si no en lo espacial.
Nuestro poeta presidente, que invita a esparcir el virus de la vida por las estrellas del universo, es un apasionado del cosmos, pero se olvida de aterrizar sobre la realidad de un país que carece de los medios técnicos para defender nuestro espacio aéreo. De los 20 helicópteros MI-17, de fabricación rusa al servicio del ejército nacional, 11, están en tierra por la falta de repuestos y mantenimiento, la flotilla de aviones KFIR de fabricación israelí, ya cumplieron su ciclo de vida útil, lo que los mantiene en tierra, ante la incertidumbre de escoger al nuevo proveedor que nos venda los aviones de combate que necesita la fuerza aérea colombiana, para la defesa de nuestra soberanía nacional.
Se necesita ser un gran soñador para creer que un país que tiene dificultades en proteger la integridad territorial, con la creación de una ley, de la noche a la mañana, pueda defender no solo el espacio aéreo, si no sumarse a la lista de un selecto grupo de naciones que gozan de las capacidades, tanto técnicas y científicas, para adentrarse en la costosa carrera aeroespacial.
No sabría decir si la idea de cambiar el nombre a la fuerza aérea colombiana, obedece a una decisión arbitraria al desconocer la constitución por parte del ejecutivo, o solo es una visión romántica del presidente de soñar con explorar el espacio profundo, desde un país que no ha dedicado los recursos para llevar a cabo esa gran apuesta. La realidad es que, de momento estamos a años luz de alcanzar a los países que cuentan con fuerzas aeroespaciales y pueden considerarse verdaderas potencias mundiales.
Nerio Luis Mejía
Sobre el autor
Nerio Luis Mejía
Pensamientos y Letras
Nerio Luis Mejía es un líder comunal, defensor de los Derechos Humanos, quien ha realizado de manera empírica un trabajo de investigación acerca de las causas que han propiciado -y siguen alimentando- el conflicto armado y social colombiano. Mediante sus escritos, contextualiza las realidades territoriales.
0 Comentarios
Le puede interesar
Tres oráculos para Colombia
Somos completamente conscientes que quizá en esta época moderna, maravillada y alelada ante el profuso desarrollo tecnológico, la ex...
Los músicos más costosos
En alguna oportunidad escribí un artículo sobre lo difícil y costoso que resulta para un compositor participar en el Festival ...
La paz necesita personas cabales
Hace dos semanas tocamos el tema de víctimas y victimarios, en dicho escrito mostrábamos una seria preocupación por la polarización...
El ídolo, otra falta de respeto
Los medios de comunicación en el afán mediático de vender lo que producen, aprovechando los valores de la cultura, le hacen un da...
Colombia y Brasil: lágrimas de alegría y dolor
“Uma derrota que vai marcar uma naçao" (Una derrota que marcará una nación), con esta sentida frase mi amigo Hamilton Cidade actua...