Otras expresiones
Fotografiando el Viejo Valledupar a ritmo de maratón
Ya se había organizado una maratón fotográfica por el centro de Valledupar en un pasado, pero no de forma tan organizada. Por eso, el espectáculo de decenas de fotógrafos rastreando con un fervor desconocido los tesoros de una ciudad abierta a la conquista turística generaba extrañeza.
Desde el principio, los corsarios de ese día se mostraron muy resueltos y ávidos de descubrimientos, listos para una batalla de dimensiones insospechada, pero por encima de todo, respetuosos y admirativos.
Gracias a la Foto Maratón exploraron el centro histórico de Valledupar a viva luz del día y siguiendo las recomendaciones de Alba Luz Luque de AVIVA quien dirigía la ceremonia con tesón al lado de la profesora de fotografía de la Fundación Universitaria Área Andina, Paola Andrea Valera.
Ambas recalcaban las instrucciones de una carta elaborada con minucia donde figuraba el recorrido y todos ellos, los fotógrafos, se entregaban a la labor de investigar y revelar los secretos de cada punto de interés.
Las paradas eran variadas y cuantiosas. En total veinte, diseminadas por el centro histórico, empezando por la torre huérfana del convento de Santo Domingo y siguiendo por la Academia de Historia del Cesar, la Plaza Alfonso López, el callejón de la Estrella y los balcones de los Maestre y de Ustáriz.
Uno de los grandes atractivos de esta maratón era la enumeración de las casas en la programación y la posibilidad de conocer una parte de la historia de la ciudad. Entre ellas estaban la del Señor Oscar Pupo, la de la familia Uhía, Lúquez, Molina Araujo, Martínez Mestre, y muchas más. Todas ellas acompañadas de una breve reseña.
El ejercicio fue placentero y no exento de ejercicio. Quien dice maratón también sugiere competencia (en este caso creativa). Y es que descubrir la ciudad de Valledupar a punta de click fotográfico tiene sus retos: es preciso encontrar un espacio, un instante, una luz, y un enfoque que justifiquen la toma.
Los paparazzis bucólicos de una tarde tuvieron que extraer en menos de dos horas la esencia estética de una ciudad destinada a ser una referencia turística de la región. Pero después de ese desgaste calorífico la recompensa fue grande: el haber descubierto que su ciudad tiene muchas perspectivas que ofrecer y un valor fotográfico único.
0 Comentarios
Le puede interesar
La Guajira: territorio artesano y tejedor
Desde el mes de octubre de 2015, La Guajira cuenta con un laboratorio de innovación social Artesanías de Colombia, un elemento vert...
Conversaciones en la Casa de la Cultura de Río de Oro (Cesar)
El director de la Cultura de Río de Oro nos invita a su oficina. Entre máscaras alusivas a las Fiestas del 6 de enero y trofeos de la...
Inician los preparativos de la segunda Fiesta de la Ciencia Vallenata
Tras la primera edición de la Fiesta de la Ciencia Vallenata celebrada el pasado 22 de marzo 2012 en Valledupar, quedó claro que para...
Galileo Galilei, el hombre detrás de los descubrimientos
Los historiadores y los filósofos de la ciencia han ido elaborando y descubriendo imágenes de Galileo cada vez más variadas y co...
La Cultura en plena pandemia: nuevos liderazgos para directores de Casas de Cultura del Cesar
El pasado 1 de diciembre se reunieron en Valledupar todos los directores de Casas de Cultura del departamento del Cesar. Era la pri...