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Primer diagnóstico del Centro histórico de Valledupar

Durante el mes de junio, y bajo la coordinación del Ministerio de Cultura, se presentaron en la ciudad de Valledupar las primeras conclusiones sobre el estudio realizado por la Alcaldía y la firma consultora Unión Temporal PEMP (dentro del proceso de recuperación y conservación del centro histórico de Valledupar).

El primer diagnóstico ofrecido a la comunidad recibió la atención de un nutrido público y se benefició de la presencia del alcalde en persona quien quiso mostrar su compromiso con esta labor que, por lo visto, no está dispuesto a delegar.

Los datos presentados por la arquitecta urbanística, Martha Luz Vásquez, abordaban múltiples facetas del centro histórico, todas de grandísima relevancia, y esto tiene una explicación: “Es importante entender el pasado para manejar el futuro”, manifestó Martha Luz.

Desde un principio pudimos comprobar que las gestiones ejecutadas por las administraciones públicas a lo largo de la última década no responden a un orden lógico y planificado, sino todo lo contrario. “Todo se está moviendo en la ilegalidad –expresó Martha Luz Vásquez–. Y un centro sin norma es peligroso para la protección”.

Dentro de las falencias e incoherencias que presentan los antecedentes normativos, comprobamos que ninguna de las normas busca proteger la vida del centro (es decir las viviendas), que no existen estímulos para la conservación y que, además, la situación fiscal alimenta el riesgo de una seria parálisis.

Pero este entramado normativo no fue el único centro de atención. Los consultores realizaron una densa investigación y entrevistaron a 669 personas para conocer la realidad social y las necesidades del centro (entre esas 669 personas, 215 eran residentes, 201 usuarios del centro histórico y el resto comerciantes de la zona).

Los resultados demuestran que la población del centro histórico se constituye de personas esencialmente de sexo femenino, de más de 30 años, con un buen nivel educativo. En promedio llevan 23,3 años viviendo en el Centro Histórico y 18,8 años en su vivienda.

Según los encuestados, las necesidades más urgentes del sector son la provisión zonas verdes, zonas peatonales y seguridad (además, de zonas residenciales y reparaciones de ciertas edificaciones).

La falta de lugares para socializar es evidente. “La gente clama la necesidad de un espacio público”, expresó la ponente. Pero eso no es todo. La movilidad aparece como un problema de gran envergadura, la conservación de los callejones y otros edificios emblemáticos requiere también atención, la construcción un acueducto y alcantarillado son necesarios para el bienestar. Otros asuntos como la peatonalización, sin embargo, generan más debate.

Con todo esto, el equipo se dedica desde ahora a formular una propuesta definitiva de protección del Centro histórico en la que se tendrá en cuenta las 25 manzanas del centro. La idea es mantener la accesibilidad general vehicular, peatonalizar la calle 16C entre carreras 8 y 5, mejorar los andenes, así como crear ciclo-parqueaderos, red de ciclorutas, y una extensión del centro histórico cercana al río Guatapurí donde se construirán nuevas viviendas.