Otras expresiones
Cultura para todos en el Parque de las madres
El pasado viernes 21 de septiembre, y a lo largo de toda la jornada, el Parque de las madres de Valledupar se convirtió en un hervidero de ofertas artísticas y culturales que entretuvieron a centenares de vallenatos.
Creadores y transeúntes fueron invitados a sentarse, disponer del espacio público, disfrutar de la sombra de algunos de los mangos y compartir impresiones sobre el despertar de la ciudad de Valledupar.
¿El Culpable? Nada más ni nada menos que el colectivo Arte Upar 21 que tras varias iniciativas parecidas, logró constituir una oferta completa y entretenida que ya puede considerarse parte del paisaje citadino.
Desde temprano en la mañana, los juegos de ajedrez cedidos por el Banco de la República fueron el motivo de exaltadas partidas entre jóvenes y expertos. Los puestos de lectura –si bien no fueron aprovechados de la manera esperada por el público–ofrecían novelas y antologías de cuentos para entretenerse a la sombra mientras que el tintero iba endulzando el ambiente con un aroma a café.
A partir de las 11, el teatro fue el centro de las miradas. La obra “Matoneo” del grupo Doble faz, liderado por Yadira Vega, se apoderó del Parque con seguridad y confianza, resuelto a exponer su arte en el espacio más abierto que exista: la calle.
Tras varias llamadas de atención de Yadira, la obra empezó y enseguida los actores mostraron que su arte no entiende de escenarios, que el único limitante es la voluntad y la imaginación.
Su obra, dirigida a sensibilizar sobre los estragos del acoso escolar y a evidenciar el sufrimiento de los alumnos expuestos a este dilema, supo mantener vivo el interés de los espectadores.
El matoneo de Doblez Faz generó emociones. Sonrisas y extrañezas. La actuación de los integrantes, irónica y sorpresiva, fue tan buena como inesperada. En cada situación, dejaban expuestos la realidad del oficio de docente y la desprotección de ciertos alumnos. Pero sobre todo, resaltó el mensaje solidario del fin: un llamado de atención para padres y jóvenes.
Más allá de este capítulo esencial de la jornada, la tarde se llenó de un sabor plástico y audiovisual. El performance ofrecido por el artista Jorge Luis Serrano se alió a la inédita proyección de películas de la noche.
Sin duda alguna, el Parque de las Madres vivió uno de sus momentos más esperanzadores: cuando la cultura se impone sin sobresaltos, sólo por el hecho de ser arte para todos y de todos.
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