Patrimonio
Academia de Historia del Cesar, la guardiana olvidada
La Academia de Historia del Cesar es una entidad sin ánimo de lucro, creada el 01 de octubre de 1988. Su personería jurídica fue reconocida mediante la resolución 001681 del 25 de mayo de 1989, emanada de la Gobernación del Cesar, como máxima autoridad en la investigación, estudio y promoción de la historia en territorio cesarense.
Su constitución está orientada a salvaguardar el legado histórico nacional y local; cultivando, fomentando, promoviendo, divulgando y verificando el estudio de la historia de Colombia y del departamento, con el propósito de proclamar la verdad histórica.
De esta manera se consagra el objeto de la iniciativa del vallenato ilustre, Ernesto Palencia Caratt que al momento, además de estar cargada de tradición y conocimiento, tiene un rosario de necesidades que urgen se atiendan por parte de las administraciones y funcionarios públicos del Cesar.
Según explica Francisco Valle Cuello, director de la Academia de Historia del Cesar, dentro de la vieja casona ubicada en el centro histórico de Valledupar existen dos personas jurídicas, una de derecho privado, perteneciente a la Academia y otra de orden público, correspondiente al Archivo Histórico ‘Pedro Castro Trespalacios’. En ella se reúnen además una fototeca, una pinacoteca, una hemeroteca y el museo antropológico.
Hace algunos años, el Ministerio de Cultura dispuso de 300 millones de pesos para hacer una recuperación de 210 libros notariales de la Academia de Historia del Cesar. Dicha restauración fue realizada por el Archivo General de la Nación, entidad que aún los conserva; los problemas de goteras y humedad que enfrenta la casa ha impedido que los libros sean devueltos a la entidad departamental. Hasta que no se reestablezca el techo y se realicen algunas limpiezas, esos libros no serán entregados. El problema de las goteras ha persistido por más de nueve años, y ni hablar de sus puertas y ventanas, convertidas desde hace mucho en una cómoda morada para el comején.
Dentro de los libros que están en mano del Archivo General de la Nación en Bogotá se encuentran documentos que datan de 1727 y que dan cuenta de la manera cómo se realizan esas ‘transacciones’ en la época: cuatro tomos de la colonia donde se registra la venta, compra y liberación de esclavos; así como contratos, codicilos, separación de bienes, separación de matrimonios, todo ahí está. Son documentos de una sociedad de casi 200 años de historia.
De esos libros, los cuatro primeros fueron editados en Valencia de Jesús, ya que esta población revestía de mayor importancia que Valledupar porque allá residían los amanuenses y gobernantes. Gracias al escribano Juan de Castellano se tienen esas memorias de la época de la colonia, del periodo de la república la Academia posee todos los documentos que tuvieron lugar hasta la década de 1980.
Además de los 210 libros, el Archivo General de la Nación guarda 31 caricaturas del pintor Jaime Molina, 14 fotografías de damas y familias antiguas de Valledupar y 14 rollos de microfilmación. Todo un patrimonio que los cesarenses están dejando de consultar por el estado lastimero en que se encuentra este santuario de la cultura local.
Al respecto, Francisco Valle Cuello dijo que “El señor Alcalde se dio cuenta de la responsabilidad que tiene con la Academia y ya se están haciendo algunos arreglos en la fachada y al interior de la casa. Se prevé que próximamente se empiece la regeneración del techado, ya que la Secretaría de Obras del municipio está comprometida con el proyecto”.
Mientras tanto a la Academia llegan pocos jóvenes a investigar porque las condiciones del servicio no son óptimas. Sus usuarios más frecuentes son personas mayores que llegan a consultar sobre la compra o venta de inmuebles. El personal que la asiste, hace la labor voluntaria de entregar la información porque pasan años sin que se les pague un salario.
Precisamente, tratando de hacer un punto de convergencia en el centro histórico y haciendo un esfuerzo por darle vida a la olvidada Academia de Historia del Cesar, en el marco de la versión número 50 del Festival de la Leyenda Vallenata, la pinacoteca -reconocida con el nombre del caricaturista y pintor patillalero ‘Jaime Molina’, un espacio donde se promueve la historia de Valledupar y el Cesar a través de plástica-, organizó en colaboración con la Alcaldía y la Cámara de Comercio de Valledupar, la exposición colectiva ‘Artistas del Valle de Upar’, una muestra que recoge 46 obras de 30 artistas de tres generaciones.
La exposición contó con la curaduría del artista plástico Jorge Luis Serrano. Entre los pintores que conforman el diverso grupo, siete ya están fallecidos: Jaime Molina Maestre (QEPD), Álvaro Martínez Torres (QEPD), ‘Chicho’ Ruíz (QEPD), Arturo Castro (QEPD), Rosa Delfina Martínez Villazón (QEPD), Germán Piedrahita Rojas (QEPD) y Javier Osorio (QEPD).
Además otros de gran reconocimiento regional y nacional que pertenecen a la generación intermedia, Celso Castro Daza, Jorge Maestre, Carlos Julio Márquez ‘Kajuma’, Efraín Quintero Molina, Walter Arland, Alejandro Marrugo, Gloria Castro, Francisco Ruíz, Osby Cujia, Jorge Luis Serrano, Patricia Valencia Díaz, José Luis Molina, Alexander Betancourt, José Aníbal Moya, Joner Rojano, Moisés Garay, Armando Iguarán e Ingrid Ann Guillot. El grupo lo completas de una menor trayectoria artística como Hugo David Aguilar Ardila, Albeiro Navarro Murillo, Olger Posada, Ubaldo Torres y María José Carrillo. La exposición ‘Artistas del Valle de Upar quedará abierta al público hasta el domingo 21 de mayo.
La propuesta para que la gente vea que, además de la música de acordeón, hay otras manifestaciones dignas de resaltar en cualquier época del año en Valledupar, que la ciudad cuenta con grandes representantes de la vieja, la intermedia y la nueva generación de pintores. “Con esta exposición nos dimos cuenta que aquí hay más de 100 pintores aislados y la pinacoteca quiere convocarlos, reunirlos para que ellos se conviertan en un polo de opinión fuerte. Que no estén divididos, que guardemos una coherencia en un proyecto cultural serio con ellos mismos”, indicó Francisco Valle Cuello.
En la hemeroteca, el público puede encontrar colecciones de libros de escritores locales hasta el periódico ‘Antorcha provinciana, el más antiguo de Valledupar, fundado por el ingeniero civil, Calixto Mejía Castro en 1952 y que duró un año editándose en Bogotá y que circulaba cada 15 días en Valledupar.
Igualmente, se encuentran datos importantes y ediciones de ‘Antena del Cesar’, el segundo periódico que hizo su aparición en la ciudad en la pluma de José Manuel Torres Sabas. También existen ejemplares del ‘Diario Vallenato’, fundado por la extinta y siempre recordada periodista Lolita Acosta Maestre.
El museo antropológico cuenta con pectorales, narigueras, sellos, urnas, cofres para enterrar bebés, vasijas zoomorfas y otra cantidad de piezas que demuestran la riqueza de los pueblos indígenas y africanos que habitaron estas tierras. Los documentos, pinturas y piezas arqueológicas guardadas en la Academia de Historia del Cesar, es un patrimonio que le pertenece a la sociedad de Valledupar.
Lo que está aquí es un patrimonio conjunto que pocas capitales del país poseen en un solo lugar. Urge una restauración pronta para que la historia del Cesar se siga divulgando en un lugar digno y que invite a las nuevas generaciones a conocerla. Se requiere una modernización mínima de este lugar con la dotación de computadores, cámaras fotográficas, grabadoras y otros de elementos que faciliten la labor de divulgación pero también de investigación y recolección de información para que la Academia cumpla con su propósito principal.
Samny Sarabia
@SarabiaSamny
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SOY PERIODISTA - ESCRITOR - HISTORIADOR E INVESTIGADOR COLOMBIANO Y QUIERO ESTAR EN CONTACTO CON USTEDES
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