Patrimonio

“El trabajo para el rescate del Patrimonio, demanda compasión, amor y piedad”: Alba Luz Luque

Johari Gautier Carmona

13/03/2019 - 07:20

 

“El trabajo para el rescate del Patrimonio, demanda compasión, amor y piedad”: Alba Luz Luque
La gestora cultural Alba Luz Luque en su casa en el centro histórico de Valledupar / Foto: Johari Gautier Carmona

En 2008, Alba Luz Luque-Lommel anunciaba en un periódico cesarense la creación de la Fundación AVIVA (Amigos del Viejo Valledupar). Era el inicio de una carrera de fondo atípica, con un marcado sentido identitario y sentimental, en la que ella y otros ciudadanos –unidos bajo el lema del centro histórico– se unían para dignificar la memoria de una ciudad.

Más de una década después, Alba Luz Luque persevera en la consecución de ese gran sueño. Esa carrera interminable sigue viva, y, ella, incansable y perspicaz, supera los obstáculos con la destreza de una atleta lanzada en unas olimpiadas que no siempre se benefician del interés de los vecinos, pero que han favorecido la aparición de grandes aliados.

Ella, segura de que, poco a poco, el centro histórico de Valledupar ganará el respeto que se merece, responde a las preguntas de Panorama Cultural sobre sus esfuerzos como gestora cultural, y nos explica los pormenores de una actividad que requiere tesón y pasión.

En sus respuestas, Alba Luz Luque rezuma la energía y el compromiso que caracterizan a la fundación AVIVA, destila orgullo y memoria, y, además, nos brinda una clara imagen de la visión que debe desarrollar todo gestor cultural: una capacidad para valorar su historia y entender cuáles son los cambios que generan valor.

¿Cómo empezó su actividad de gestora cultural?

En el año 2002, durante mis visitas periódicas a Valledupar, comencé a notar el deterioro de algunas casas en el Centro Histórico y, particularmente, me inquietaba la casa de la esquina y el antiguo Teatro Cesar, que pertenecieron a la familia Baute Uhia. Allí había mucha historia vallenata encerrada en ese Teatro, que se estaba destruyendo…

Eso –y la corrupción reinante en la Alcaldía Municipal– comenzaron a darme toques en la conciencia, de que aquí las cosas andaban mal y yo venía sólo a visitar a mi familia y a vacacionar, permaneciendo siempre en una zona de confort, de que esto no me importaba, porque mi vida estaba hecha, a mi medida, en Alemania.

En el año 2003 fui convocada a una reunión de propietarios de inmuebles del Centro Histórico para explicarnos sobre el PEP (Plan Especial de Protección) ya que Valledupar había sido escogida como una de las primeras ciudades coloniales de Colombia para hacer el estudio y la alcaldía acababa de firmar un contrato con el Arquitecto Carlos García para realizarlo. Había entusiasmo por una próxima restauración del Centro Histórico, pero tampoco se hizo nada y ese proyecto, pasó a las gavetas de los funcionarios de turno.

Iniciamos entonces, con Josefina Castro Daza, una intensa campaña con el alcalde Ciro Pupo para la restauración del Teatro Cesar, con el propósito de convertir esa esquina en un gran centro cultural que albergase todas las formas del arte incluyendo un gran Teatro para revitalizar y dinamizar el sector.

Todo ese esfuerzo de hacer proyectos, entrevistas, costear visitas de arquitectos famosos para consultar la viabilidad del Centro Cultural, al final quedó en la nada. Y de esa frustración nació la idea de crear una asociación o una fundación que agrupase gente interesada en el sector, para defenderlo.

Así es como en el año 2007 nació la Fundación AVIVA (Amigos del Viejo Valle de Upar) en una noche de luna llena, bajo una troja en el patio de la Casa Luque, con la presencia de 14 personas de diferentes profesiones, algunas residentes del sector, a quienes les propuse la idea de crear una Fundación para defender el Patrimonio Cultural y, muy especialmente, el Centro Histórico de Valledupar. Desde entonces estamos trabajando. Algunos de los miembros fundadores se retiraron, pero vinieron otros y con ellos hemos constituido un grupo compacto de hormigas arrieras que trabajamos calladas, pero eficientemente

¿Qué le atrajo especialmente en esa función? 

Había una necesidad. Es un Centro Histórico muy enfermo y se requerían dolientes. El trabajo para el rescate del Patrimonio, demanda compasión, amor y piedad.

Durante toda mi vida he trabajado con la Cruz Roja, en diferentes partes del mundo, pero haciendo siempre lo mismo, salvando vidas mediante la transfusión de sangre, prevención de transmisión de enfermedades asociadas con la transfusión, motivación de donantes altruistas, educación de jóvenes y niños. Esto es algo que puede correlacionarse con lo que hago actualmente, aquí un grupo de personas estamos ayudando al Centro Histórico, porque esto fue el comienzo de la aldea, digamos el corazón de la ciudad y está agónico. Hay que salvarlo a toda costa, porque de él dependen las raíces, la historia, la identidad cultural de la gente, pero además encierra un gran potencial que, al restaurarse, puede convertirse en una mina de diamantes, apostándole al turismo cultural. Y eso está probado en todas las partes del mundo, que los Centros Históricos restaurados se convierten en imanes para el turismo, que mejoran notoriamente la economía regional y personal de mucha gente.

¿Cuáles son las habilidades que requiere una gestora cultural?  

Ante todo, conocimiento del tema cultural que estás gestionando, mucha perseverancia y paciencia. Capacidad de comunicarse y convencer a otros, de que lo que tú crees es correcto hacerlo, o sea un poder de convicción, que sólo funciona cuando es sincero, real.

Disciplina para sobrevivir y levantarte cuando la moral se decae, por las desilusiones que se viven periódicamente, cuando se afronta la cruda realidad. Esto no es un trabajo fácil, porque no se ven resultados a corto plazo. Llevamos 11 años en la lucha, a veces decaemos y sentimos deseos de salir corriendo, pero nosotros mismos nos damos valor.

¿Cuáles son las dificultades que enfrenta una gestora cultural en la costa Caribe?

La falta de visión y apoyo de los dirigentes y mandatarios es una. La indiferencia tanto de los ciudadanos, de los propietarios, de los gobernantes y de los líderes políticos es bastante fuerte, sobre todo en el tema del Patrimonio Cultural Material.

En esta región poco se trabaja en equipo, somos grupos dispersos, cada quien haciendo algo desde una tolda diferente. El egocentrismo es fuerte y eso es un gran obstaculizador, porque podríamos hacer mucho más, si nos agrupamos y dejamos de competir por los pocos fondos estatales alocados para cultura.

Aquí se acostumbra a criticar mucho y, por ello, tienes detractores gratuitos, que te dan palo por nada y por todo. Toca tener una concha de protección como un morrocoyo e ignorar todo lo que expresen, especialmente por redes sociales.

¿Cuál ha sido la respuesta de la comunidad a las gestiones culturales que ha realizado dentro de la Fundación AVIVA?

Pienso que nos ha ido bien. Tenemos credibilidad por un buen grupo de la población y tenemos poder de convocatoria, que en cierta forma está ligado a lo anterior. Nosotros hemos logrado implantar en la mente de muchos ciudadanos el término Patrimonio Cultural con sus diferentes acepciones y eso es un gran triunfo, porque sólo se conocía, aplicado a cuestiones de herencia.

Hemos tenido excelentes aliados en la ciudad que nos han ayudado para hacer nuestros eventos que conllevan a la divulgación del Patrimonio, ellos han creído en nosotros y han considerado importante lo que hacemos.

¿Cuáles son las transformaciones que ha permitido su acción como gestora cultural?

Nosotros somos un grupo de gestores en la Fundación AVIVA, yo lideré muchísimo al comienzo, ahora tenemos un equipo y algunos son mejores que yo. Hemos logrado divulgar bastante el tema cultural que trabajamos, durante el Mes de Patrimonio en septiembre, que estamos celebrando desde el año 2009. Creo que hemos logrado una transformación, porque la gente y los funcionarios estatales, ahora hablan del Patrimonio Cultural, han conocido los callejones, los centros de manzana, exactamente allí, en donde comenzamos a realizar nuestros eventos y muchos de estos, los hemos institucionalizado. Los niños, los ancianos han pintado este Patrimonio y han logrado crear arte popular en pinturas, que exponemos en el Centro Comercial Guatapuri Plaza.

Hemos trabajado divulgando todos los temas del Patrimonio Cultural Material e Inmaterial, por eso hemos ganado el honroso título del Ministerio de Cultura de ser Vigías del Patrimonio del Departamento del Cesar, hemos ganado otros dos reconocimientos de parte de ellos y el premio Julio Villazón Baquero  de la Cámara de Comercio.

Logramos realizar algunas restauraciones y probar que sin la ayuda estatal, sólo con la buena voluntad de los cantautores vallenatos, quienes, en forma generosa, donaron su arte debutando en la Noche de Cantautores y esos fondos nos sirvieron para restaurar una Casa de bahareque, totalmente arruinada y un techo colonial en muy mal estado en el Callejón de la Purrututú.

Hemos ganado una Acción Popular iniciada en el año 2009 y ganada en el Consejo de Estado en el 2018, que nos da la posibilidad de pedir acompañamiento de la Procuraduría, para lograr la salvaguardia del Centro Histórico de Valledupar.

Hemos logrado que el PEMP, que se llamaba PEP en ese entonces y que fue el primero gestionado en el país por la ministra vallenata María Consuelo Araujo. Ese PEP se mantuvo archivado desde el año 2003 hasta el 2012 cuando fue contratado para su estudio y finalmente expedido como PEMP Resolución 3722 del Ministerio de Cultura en Noviembre del 2014.

Hemos logrado Alianzas internacionales con otros gestores culturales en Italia, USA, Chile y España. Hemos originado controversia, por ejemplo: el lucimiento de fachadas con colores fuertes, dio motivo para hablar del Centro Histórico, conseguimos el objetivo de que, por fin, muchos indiferentes lo viesen, lo criticasen, nos dijeran corronchos, nos insultasen etc. aun cuando a muchos, nos gustó el color.

¿Cuáles son las mayores incomprensiones o frustraciones que ha sentido?

El no haber podido lograr la creación de un gran Centro Cultural en esta zona histórica, restaurando además el Teatro Cesar, ícono cultura de Valledupar. Eso habría sido un dinamizador muy potente del sector.

El haber sido excluidos terminantemente del estudio del PEMP en el año 2012, por el alcalde de aquella época, ordenando a los consultores que vinieron de Bogotá que con AVIVA no hablaran, a pesar de que había sido nuestra institución, quien, con mucha dedicación y entereza, enfrentó desde el año 2003 ese abandono institucional para la ejecución del estudio, que, por fin, fue contratado por el Ministerio de Cultura en noviembre del 2012. Fueron muchos los ruegos a ese ministerio para que, en el año 2010, no devolviesen los fondos al Tesoro Nacional, por la falta de gestión de las autoridades municipales.

La brutal borrada con brochazos de pintura blanca del mural “Valledupar Tierra de Dioses” del maestro Germán Piedrahita (QEPD) en la Plaza Alfonso López y las pueriles respuestas de la administración Municipal para justificar la barbarie patrimonial. Fueron realmente un insulto a la inteligencia de los vallenatos.  Ese ataque al patrimonio cultural ha quedado en la nada, en la inopia como dirían los viejos vallenatos. La Personería Municipal no ha entregado resultados de su investigación y el Ministerio de Cultura fue enfático en su restauración inicialmente, pero cuando vino el grupo de expertos dictaminaron que el Muro de Bahareque, es de los más importantes de Colombia por su longitud y altura, pero que desafortunadamente cuando hicieron el mural, no curaron debidamente el muro y dejaron el Mural desprotegido, esto ocasionó deterioro en el mismo. En resumen, al Ministerio le interesó el muro de bahareque y consideraron que ya el mural no podría ser restaurado. Concepto con el cual diferimos.

¿Cómo ve los cambios que ha experimentado Valledupar? ¿Siente que la gestión cultural se está facilitando?

Valledupar está cambiando en todo, en su extensión, en la demografía, en problemas sociales, en aumento de la corrupción etc... Es como muchas ciudades de Colombia, con un crecimiento acelerado y poca planificación a largo plazo.

En la zona de la ciudad que más nos interesa, está sucediendo algo bueno y es que se ha dado inicio a la ejecución del PEMP con la remodelación de la Plaza Alfonso López. De allí sigue el trabajo de la renovación parcial de las redes húmedas, incluyendo el alcantarillado pluvial, en las calles 15, 16, Carreras 5 y 6ª. Creemos que se dará también el soterrado del cableado eléctrico y de telecomunicaciones, tal y como lo ordena el PEMP. Inmediatamente después, se dará inicio a las obras del SETP para el Centro Histórico, un proyecto que está financiado por el DNP.

Pienso que la gestión cultural se está facilitando, hay un Consejo de Cultura, que tengo entendido tiene una Agenda Cultural ya establecida para el 2019. Hay más gestores culturales haciendo Teatro, Exposiciones de Arte, Conciertos, produciendo eventos culturales más a menudo.

El alcalde actual Dr. Augusto Ramírez Uhia ha tenido un genuino interés por el Centro Histórico y está realizando obras en este. Es la primera vez que un alcalde de Valledupar nos ha llamado a cooperar ad honorem, con la administración municipal.

¿Cuál sería su gran sueño como gestora cultural?

Ver el Centro Histórico de Valledupar completamente restaurado, embellecido y convertido en el sitio, por excelencia, de convivencia democrática. Un gran lugar “civilizado” para el encuentro de los ciudadanos con la cultura, la política, la religión, la lúdica, en donde residentes, comerciantes, visitantes y turistas encontremos paz, sosiego, seguridad, arte, belleza, música e historia local y regional en cada esquina. Un lugar limpio, en donde se note que hay sentido de pertenencia, en donde cada vallenato se sienta dueño del mismo y, por ende, lo cuide, porque es de su propiedad.

Soñamos un centro seguro, limpio, sin contaminaciones visuales y auditivas, con calles peatonales y cables soterrados, especialmente la calle 15, Eje Ceremonial y Religioso de la ciudad, con túneles altos de trinitarias y campanas de todos los colores, que nos permitan tener desfiles, procesiones, entierros hasta el cementerio central, sin tanto sol y calor.

Soñamos con un Centro Histórico poblado con residentes, que vivamos allí y lo cuidemos. Eso es posible si a los propietarios se les da incentivos de diferente índole, fiscales, rebaja substancial de los servicios públicos, créditos blandos para restauración etc. y se evita así la gentrificación del sector.  

 

Johari Gautier Carmona 

@JohariGautier

Sobre el autor

Johari Gautier Carmona

Johari Gautier Carmona

Textos caribeños

Periodista y narrador. Dirige PanoramaCultural.com.co desde su fundación en 2012.

Nacido en París (en el distrito XV), Francia. De herencia antillana y española. Y, además -como si no fuera poco-: vallenato de adopción.

Escribe sobre culturas, África, viajes, medio ambiente y literatura. Todo lo que, de alguna forma, está ahí y no se deja ver… Autor de "El hechizo del tren" (Ediciones Universidad Autònoma de Barcelona, 2023), "África: cambio climático y resiliencia" (Ediciones Universidad Autónoma de Barcelona, 2022), "Cuentos históricos del pueblo africano" (Ed. Almuzara, 2010), Del sueño y sus pesadillas (Atmósfera Literaria, 2015) y "El Rey del mambo" (Ed. Irreverentes, 2009). 

@JohariGautier

1 Comentarios


Doris Castro 16-03-2019 06:39 AM

Estoy de acuerdo con Alba: Revivir el Centro Histórico, bajar el impuesto a quienes vivan en El y me encanta la idea de los arcos de Trinitarias. Alba no abandones esta lucha

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