Patrimonio

Las sabanas del Caribe y su identidad cultural: reflexiones sobre la esencia de una región

Inaldo A. Chávez

14/06/2022 - 05:05

 

Las sabanas del Caribe y su identidad cultural: reflexiones sobre la esencia de una región
El Caribe sabanero es gaita y pitos atravesados en los Montes de María, según el autor / Foto: archivo PanoramaCultural.com.co

 

Por las calendas de enero en las sabanas del Caribe -y su epicentro Sincelejo- se hurga ritualmente entre lo que se mantienen en pie y entre los escombros, en búsqueda de una supuesta identidad cultural perdida o en su persecución a manera de utopía. Eso está bien. Es la mejor manera de encontrarse con su propia mirada y reafirmar una pertenencia difusa y confusa.

En medio de amenazas de guerra nuclear por cuenta de fundamentalistas de todo tipo, en medio de la protesta social de la clase media del país afectada por la política pública y en el claroscuro de las mañanas frías del verano y la canícula agobiante del mediodía; discutir sobre identidad cultural en Sincelejo resulta nimio frente a esos tamaños de problemas. Pero es nuestra realidad monda y lironda. Lo próximo y lo que transpiramos en el corazón de la sopa espesa de la estación seca que nos oprime en estos días.

Primero fueron las corralejas y su símbolo de barbarie, poder económico y político, rezago cultural y palmaria evidencia de lo poco que avanzamos. Pero identificaba. Asociaba una supuesta identidad y servía de pivote a las bandas folclóricas, a los gaiteros y piteros, a los conjuntos de acordeón sabanera y vallenata, a los vendedores de panes viajeros, a las ruletas desvencijadas y a las putas desaliñadas que merodeaban el redondel de madera y caña brava.

Pero se quedaron entre la confusión que generó la acusación de la civilización y sus defensores de oficios con pobres argumentos. Prohibidas las corralejas en Sincelejo, volvimos a la búsqueda insensata de símbolos o a rastrear en la historia lo más parecido a lo que somos y no somos: un proyecto de sociedad desigual y excluyente que ni siquiera espera en la estación del tren de la modernidad.

Ni la música de acordeón sabanera que era mejor interpretada que el vallenato resistió los débiles embates de la indiferencia con la que manejamos las cosas en estas sabanas del Caribe: un territorio imaginario que viene desde el viejo Bolívar del siglo pasado y pasa por Sucre y Córdoba como departamentos legados en la diáspora de intereses políticos en que somos como país. Los músicos sabaneros terminaron tributando sus influencias y ritmos al vallenato que ahora orgulloso, saca pecho y redime cualquier pretensión de identificar a una región con una música hecha matriz de realidades territoriales.

El Caribe sabanero es gaita y pitos atravesados en los Montes de María. Son bandas de los vientos mejor arreglados y sonoros del planeta del patio eterno. Hay acordeón con dejo campesino que lamenta sus querencias y se burla de sí mismo. También hay Cuadros Vivos y peregrinaciones religiosas. Hay tamboras y un país de las aguas al sur de la comarca. Hay una gastronomía heredada de la tradición ganadera y también zenú; que supo amoldarse a las influencias europeas y sirio-libanesas con una facilidad extrema como la del “kibbe” con suero y picante de cualquier mesa de fritos de la calle cercana.

La identidad cultural soñada en el Caribe sabanero no estará entonces en las vilipendiadas corralejas, ni en la riqueza musical que nos embarga o en la gastronomía apabullante. Estará en el lugar que sepamos construir entre la mayoría a partir de la diversidad cultural (múltiples identidades) que de manera micro identitaria nos congregue con sentido de pertenencia a una geografía extendida por los imaginarios de la cultura Caribe. En cada lugar que respiremos en las sabanas del Caribe debemos asociar lo mejor que se tiene y se sabe defender como la única posibilidad de vencer a la muerte y su olvido cuando seamos polvo cósmico deambulando por el universo.

 

Inaldo A. Chávez

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La Gran Muralla china, historia de una maravilla del mundo moderno

La Gran Muralla china, historia de una maravilla del mundo moderno

  Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 8 de diciembre de 1987, la Gran Muralla China es una fortificación milenar...

Luces sobre la riqueza lingüística de Colombia

Luces sobre la riqueza lingüística de Colombia

  El 21 de febrero es una fecha significativa para el patrimonio colombiano. En esa fecha se conmemora el Día Nacional de las Lengua...

Fiesta, tradición, poder y sometimiento

Fiesta, tradición, poder y sometimiento

Desde muy joven he sido un observador atento de la cultura de mi pueblo y he ocupado parte de mi vida documentándola en escritos que...

La oralidad perdida

La oralidad perdida

Soy un profundo admirador de las costumbres de mi pueblo, por ello vivo en la permanente caza de dichos, anécdotas, pasajes, persona...

Paradojas de una ciudad creativa: el caso interesante de Valledupar

Paradojas de una ciudad creativa: el caso interesante de Valledupar

  El martes 10 de diciembre del 2019 pisaba por primera vez el suelo vallenato una representante de la Unesco[i]. La directora Audrey...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados