Pensamiento
Fascismo
Las más ordinarias falencias de la naturaleza humana, se enmascaran. Una de ellas la constituye ese vocablo que conocemos como fascismo.
Ahí no hay decantación política ni soporte filosófico. Simplemente un tsunami atrincherado tras un remoquete político. Porta un anzuelo que no falla: paternalismo hipertrofiado hasta la utopía y una atracción inevitable: el imán del espejismo en el desierto.
El fascismo no tiene brújula. Ignora dónde medran la derecha o la izquierda que deberían tirarle las orejas a los llamados partidos políticos. Lo suyo es una locuacidad hiperestésica, ejercida con la maestría que da la desvergüenza rigurosamente masticada.
Con el cuento de representar el espíritu del pueblo, nos cortan hasta las uñas. Se arroga facultades ajenas e intocables. Es ecléctico sin equidad, ubicuo sin respeto por el espacio ajeno, lujuriosamente ambicioso de poder.
Se declara nacionalista violando así de manera flagrante no solo un calificativo aún impúber sino (y es lo más grave) la dignidad del Estado (que es una cosa) y la del pueblo (que es otra).
Calculista consumado, mide, primero con antelación y luego sobre el terreno, la velocidad del viento. A veces solo un mimo que habría envidiado Marcel Marceau y otras un actor de última generación, recaba los olvidos, las ilusiones fallidas, las esperanzas a medio moler de un pueblo en perpetuo estado de hibernación para fabricar su bandera.
Entonces se desnuda, le brotan colmillos, garras, tentáculos. Su fundamentalismo aterra, su soberbia asquea, su ignorancia desconcierta. No es derecho ni izquierdo, rojo o azul, Hugo Chávez o Álvaro Uribe; apenas un sancocho maloliente que invade con su insignificancia hasta el derecho que tenemos a pensar y a decidir.
Gloria Cepeda Vargas
0 Comentarios
Le puede interesar
El papel sellado y el hacha: una disputa por la tierra de nunca acabar en Colombia
El propósito de este escrito es realizar un balance sobre las políticas agrarias en materia de la tenencia de la tierra en Colombia. ...
Por una cultura de la tolerancia
La sociedad contemporánea debe estar fundada sobre una cultura de la tolerancia, el pluralismo ideológico y el respeto por la dif...
Globalización en el siglo XXI: la nueva ruta de la seda
A lo largo de diferentes artículos aparecidos en esta columna hemos ido perfilando el paisaje económico y social de la globalizac...
La invasión digital de los cuerpos y las mentes
Ya no es novedad para nadie que el uso de Internet trae crecientes problemas de privacidad y seguridad. Sería un error pensar que ...
Coronavirus, empatía y rehumanización
El mundo vive una pandemia que inevitablemente nos lleva a pensar que no importa el poder social, político o económico que tengamos, ...