Pensamiento
Filosofía, secularización y modernidad en Colombia
El pensamiento filosófico comienza a reflexionar en nuestro ámbito sobre la sociedad y la cultura a mediados del siglo XX, frente a la filosofía escolástica heredada de la colonia, originándose un proceso de secularización de la filosofía en Colombia. Un grupo importante de pensadores y filósofos se destaca; como Carlos Arturo Torres, Fernando González, Luis López de Mesa, Luis Eduardo Nieto Arteta, Baldomero Sanin Cano, Cayetano Betancur Campuzano, entre otros.
En Carlos Arturo Torres, encontramos a un humanista liberal que se enfrenta a los dogmatismos e ídolos que no permiten el fomento de la tolerancia filosófica, política o religiosa y rechaza el carácter servil del pensamiento y las artes que se reducen a la imitación, y en la originalidad de la filosofía, la literatura y el arte convoca a un intento por pensar sin limitaciones o coloniales.
En Luis López de Mesa, encontramos a un pensador que se deslinda de la tradición neotomista y reflexiona en torno a la cultura y a la historia. En Fernando González, encontramos a un filósofo de la tierra que nos enseña a encontrar nuestro propio camino en un viaje a pie por la filosofía. En Baldomero Sanin Cano, encontramos a un crítico literario que contribuye al conocimiento de las nuevas corrientes literarias y filosóficas en Colombia. En Luis Eduardo Nieto Arteta, encontramos a un teórico de la naturaleza y las ciencias de las culturas como a un teórico del marxismo. En Cayetano Betancur Campuzano, a un teórico sobre quehacer de la filosofía y sus problemas.
Estos pensadores y filósofos contribuyeron con su visión del mundo, el hombre, la sociedad y la cultura a generar un proceso de secularización del pensamiento político, filosófico y literario, desligado de una visión dogmática, unidimensional del hombre, la sociedad y la cultura por parte del pensamiento decimonónico, escolástico que imperaba en las universidades de la época y que eran el sustento político del régimen. Una reforma en el sistema educativo condiciona el contexto en la cual se hace posible esa secularización del pensamiento, la mentalidad, el espíritu y las ideas. La educación debe estar a la par con las grandes transformaciones sociales y económicas, debe ser una función del Estado, y no estar bajo la subordinación de la iglesia y el conocimiento debe ser intérprete de la realidad social.
La secularización de la filosofía en Colombia, con los años ha originado en nuestro medio académico diversas tendencias o perspectivas del reflexionar filosófico. La fenomenología, el hegelianismo, la hermenéutica, la filosofía analítica, la filosofía latinoamericana, el marxismo, la filosofía de las ciencias y la postmodernidad, entre las que más se destacan visiblemente.
El pensamiento secularizado (léase un pensamiento entrado en la modernidad) se caracterizó por una crítica a los dogmas, la mentalidad conservadora, el fanatismo, los ídolos, la escolástica, el estado teocrático, la moral puritana y el fomento de la tolerancia, la crítica, la pluralidad, el espíritu libre, la libertad de pensamiento, etc. Los escenarios donde se hace posible la praxis del discurso filosófico secularizado van desde la cátedra hasta la trinchera, el discurso, el panfleto, la crónica, el tratado o el ensayo. La significación del positivismo en Colombia, hizo parte de ese proceso de secularización del pensamiento en la sociedad colombiana. Esta corriente trasciende el mundo de lo metafísico y teológico, de las causas preestablecidas y finales y se sitúa en la esfera de la condición humana y su relación con el mundo en la tierra.
El positivismo como una nueva corriente filosófica hace una interpretación político-filosófica de los acontecimientos del pasado generados en el periodo del radicalismo liberal y se incorpora al estudio de las ciencias como un nuevo método de análisis. El positivismo como doctrina filosófica se limita al mundo de los fenómenos y a las leyes que lo rigen. En el orden lógico, la verificación por la experiencia es el único criterio de verdad. La religión deja de cumplir una función de cohesión social para dar paso a una filosofía que tenía en la experiencia y la observación sus supuestos teóricos de verdad, esto es, que lo verdadero y lo bueno se definen por la observación y la experimentación. La realidad social, política y cultural será analizada e interpretada desde la óptica de esta corriente filosófica junto con la sociología y el derecho. El positivismo estructurará la organización institucional del país.
Es en el período radical donde se origina este proceso de secularización del pensamiento que traerá la división del poder civil y el poder eclesiástico y una mayor independencia para el ejercicio intelectual de estos pensadores y filósofos, proceso que se acelerará con el triunfo revolucionario en Europa de los bolcheviques que hace posible la introducción de doctrinas y la fundación de partidos políticos socialistas en Colombia. La mentalidad de la época dominante por el pensamiento conservador, católica y tradicionalista se verá estremecida por los nuevos vientos que traen estas corrientes políticas, filosóficas, jurídicas y literarias. La hegemonía del pensamiento neoescolástico sufrirá una fisura como resultado de ese proceso de secularización de las formas del pensar, los usos y las costumbres y, se abrirán a lo más moderno del pensamiento contemporáneo en una crítica a la religión y el Estado, bajo la influencia de las corrientes filosóficas europeas. La ruptura que origina la secularización de la filosofía con la filosofía escolástica es fundamentalmente un cambio la actitud que hace que la filosofía sea estudiada seriamente en su historia, categorías y conceptos y, en acercarse a una disciplina sin temor de perder la fe. 1.
Los filósofos que tuvieron un notorio auge en Colombia en esos años del proceso de secularización fueron Ortega y Gasset, la fenomenología de Husserl, el pensamiento axiologico de Max Scheler, Han Kelsen y su teoría pura del derecho, Nietzsche y el utilitarismo de J. Bentham. La tradición de la filosofía escolástica quedó relegada a la aparición en el panorama filosófico en Colombia, de estas nuevas corrientes que originaron la llegada de la modernidad entre nosotros.
El proceso de secularización de la filosofía en Colombia está articulado a un proceso de modernidad en el pensamiento filosófico. La recepción que se hizo de los filósofos y las corrientes y doctrinas de alguna manera contribuyeron a pensar nuestra nacionalidad y realidad centradas en un pensamiento moderno, secularizado. A comienzos del siglo XX el pensamiento libre se caracteriza por su postura crítica, humanista, universal que lo define como pensamiento de la modernidad. La realidad, la nacionalidad y la cultura son pensadas de una manera más auténtica y humana y articulada con la realidad de nuestro tiempo.
El proceso de secularización no sólo abarca el pensamiento filosófico y político sino también la esfera de lo social que es también permeada por los nuevos vientos de modernidad. La mentalidad de la época se sitúa en el mundo de lo terrenal y las ideas en el orden de lo político, lo filosófico entra en un proceso de ruptura y comienzan a hacer parte de los nuevos referentes simbólicos. La entrada del país en la modernidad filosófica permitió una lectura secular de la realidad nacional que, interpretada desde otras perspectivas del pensamiento, dio cuenta en el análisis del ethos y el pathos de nuestra búsqueda de nuestro propio ser.
Antonio Acevedo Linares
BIBLIOGRAFIA
1. Rubén Sierra Mejia. La filosofía en Colombia. Comp .Siglo xx. Procultura. Bogota, 1985
2. La filosofía en Colombia .Autores varios .Editorial El Buho, Bogota, 1997.
3. La filosofía en América Latina .Autores varios. Editorial El Buho, Bogota, 1996.
Sobre el autor
Antonio Acevedo Linares
Cultura & Sociedad
Antonio Acevedo Linares (El Centro, Barrancabermeja, Colombia, 1957).Poeta, Ensayista y Sociólogo. Profesor universitario. Magíster en Filosofía Latinoamericana con especialización en Educación Filosofía Colombiana de la Universidad Santo Tomás y especialización en Filosofía Política Contemporánea del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia. Ha publicado los libros de poesía y ensayos: Plegable # 1 (Poesía), 1987; Arte Erótica, 1988, Plegable # 2 (Poesía) 1990, Plegable # 3 (Poesía) 1994, Sociedad de los poetas, 1998. Plegable # 4 (Poesía) 1999. Los girasoles de Van Gogh, Antología poética, 1980-1999. Vol.1, 1999, Plegable # 5 (Poesía) 2000, Plegable # 6 (Poesía) 2001, Poesía de viva voz (CD) 2004, Atlántica, Antología poética, 1980-2004. Vol.2, 2004, En el país de las mariposas, Antología poética, 1980-2007. Vol.3, 2007, Por la reivindicación del cuerpo y la palabra, (Reseñas criticas) 2008.La pasión de escribir (artículos, ensayos y entrevistas poetas y escritores colombianos) 2013. La poesía está en otra parte, 2016.
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