Pensamiento
¿Qué es el populismo?

Se ha escrito tanto sobre el populismo que el concepto se ha banalizado, malinterpretado y confundido. Con el ánimo de aportar a la discusión, me atrevo a presentar algunas consideraciones. ¿Cuál es el factor esencial que diferencia el populismo de otro tipo de ideología o pensamiento?
A este concepto político, según Ernesto Laclau en su libro “La Razón Populista”, lo caracteriza la división de la sociedad en dos grupos antagónicos irreconciliables, “una élite corrupta, abusiva, explotadora, que ha olvidado a un pueblo, al cual se le atribuye una serie de virtudes que históricamente no han sido reconocidas y que el líder populista ha venido a reivindicar”. Con estas premisas se configura una estrategia política para alcanzar y quedarse con el poder a través de cuatro estrategias; la demagogia, donde se le dice a una sociedad infantilizada lo que quiere escuchar; el maniqueísmo que busca encontrar un enemigo y considerar que todos los males se derivan de éste; el estatismo, que considera al estado omnipotente, que no debe tener restricciones en su intención de acabar con las élites corruptas y finalmente, el caudillismo o mesianismo reflejado en un líder carismático, ingenioso, locuaz, que sea capaz de reencarnar la voluntad y los intereses del pueblo.
Al no surgir de la nada, el populismo es producto de una situación social que favorece su crecimiento, vale decir, crisis económica, inflación, desempleo, violencia, desesperanza, corrupción. De este contexto se originan los populismos de derecha y de izquierda. Éste último coloca su foco fundamentalmente en las desigualdades sociales, encarnado, entre otros, en el socialismo del Siglo XXI, mientras que el primero se soporta en los problemas de xenofobia que traen los inmigrantes, o una amenaza externa, como en nuestro caso la de Venezuela, en la que se basó el Centro Democrático en las pasadas elecciones ganadas por el hoy presidente Iván Duque.
El populismo es totalmente contrario a las ideas liberales, defensoras de la concepción que somos individuos soberanos, que decidimos y que no somos una masa amorfa al decir de Ortega y Gasset en la Rebelión de las Masas, no somos un pueblo, somos personas que nos agrupamos con otros para lograr nuestros objetivos y que formamos un estado, pero como personas somos anteriores al estado. La libertad es el principio estructural de una sociedad, porque permite que las personas desarrollen sus proyectos vitales, coexistiendo con otras personas que a su vez desarrollan los suyos. La libertad de decidir qué va a hacer uno con su vida y con los frutos de su trabajo, es lo que permite la prosperidad. El antídoto para el populismo es inocular las ideas de la libertad en la sociedad, protegiendo los derechos de propiedad, igualdad ante la ley, el libre comercio, y así evitar gobiernos donde una camarilla, un caudillo, determine el destino del resto de las personas.
Para finalizar, nunca pensar que los políticos son los que van a cambiar un país o una región, el cambio nos corresponde a cada uno de nosotros como verdaderos ciudadanos, al ser honestos, al decir la verdad, al elegir bien a nuestros gobernantes, así se comienza a cambiar un país, sin necesidad de esperar la llegada de un mesías.
Julio Alfredo Franco Orozco
@Jafrancoz1
Sobre el autor

Julio A. Franco Orozco
Cleóbulo
Docente Universitario, que le gusta la política cuando se vuelve historia, y que busca a través de las ideas de la libertad recrear en la columna, conceptos políticos y económicos que nos ayuden a entender la realidad actual.
2 Comentarios
Es el analisis de una realidad social impuesta por un grupo político, que hoy por hoy manda sin tener en cuenta el urdimbre en la cual nos ovligan vivir. Bien por esa.
Excelente aporte! "Como personas, somos anteriores al Estado"
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