Pensamiento

La emergencia viral y el mundo de mañana, de Byung-Chul Han

El día 22 de marzo de 2020, el periódico El país de España en su versión digital para América, Elpais.com, publicó un artículo titulado “La emergencia viral y el mundo de mañana. Byung-Chul Han, el filósofo surcoreano que piensa desde Berlín”,[1] en día de cuarentena para personas de distintos países del mundo a causa del COVID-19; una enfermedad infecciosa detectada por primera vez en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019. El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró pandemia.               

Byung-Chul Han es un filósofo y ensayista surcoreano experto en estudios culturales y profesor de estudios de filosofía y estudios culturales en la Universidad de las Artes de Berlín (UdK). Es considerado como uno de los filósofos más destacados del pensamiento contemporáneo por su crítica al capitalismo, la sociedad del trabajo, la tecnología y la hipertransparencia; de acuerdo con Wikipedia.[2]

Al respecto de la situación de riesgo sanitario generado por la expansión del Covid-19, el filósofo surcoreano cree que los países asiáticos están afrontando de manera más eficaz la pandemia en comparación con Europa, debido al pensamiento autoritario presente en China y otros países asiáticos. “En Taiwán se registran 108 casos y en Hong Kong 193. En Alemania, por el contrario, tras un período de tiempo mucho más breve hay ya 15.320 casos confirmados, y en España 19.980 (datos del 20 de marzo). También Corea del Sur ha superado ya la peor fase, lo mismo que Japón. Incluso China, el país de origen de la pandemia, la tiene ya bastante controlada. Pero ni en Taiwán ni en Corea se ha decretado la prohibición de salir de casa ni se han cerrado las tiendas y los restaurantes”.

El 13 de marzo de 2020 el Director General de la OMS en rueda de prensa sobre el COVID-19, declaró que Europa es el actual epicentro de la pandemia por presentar más casos y muertes notificadas que todo el resto del mundo.[3]

En países como España e Italia las muertes se presentan a diario en hospitales y apartamentos en total soledad. La insuficiencia de ventiladores mecánicos pone en manos del personal médico la difícil decisión de elegir salvar la vida de los jóvenes quitando los respiradores a los pacientes ancianos. El filósofo critica en su artículo las medidas de cierre de fronteras en Europa, especialmente, la prohibición de entrada a extranjeros: “un acto totalmente absurdo en vista del hecho de que Europa es precisamente adonde nadie quiere venir”. Dice el surcoreano, y continua: “Nos sentimos de vuelta en la época de la soberanía. Es soberano quien cierra fronteras. Pero eso es una nueva exhibición de soberanía que no sirve de nada.”

Byung-Chul Han destaca algunas ventajas de China y otros países al momento de enfrentar la crisis viral. La primera es la Vigilancia digital y el BigData. Byung dice que esta ventaja radica en que los estados asiáticos como Japón, Corea, China, Hong Kong, Taiwán o Singapur poseen mentalidad autoritaria, que les viene de su tradición cultural (confucianismo). Es por eso que las personas asiáticas son más obedientes y confían más en su Estado, a diferencia que en Europa y en los demás países del mundo occidental, a criterio de este columnista. El pensamiento y la vida cotidiana de las personas que viven en los asiáticos está organizada mucho más estrictamente que en el mundo occidental. Los asiáticos tienen mucha simpatía con las redes y el internet, por lo que cuentan con mayor tolerancia a la vigilancia digital; digno de una serie de Netflix. Confían, que en el BigData existe un potencial enorme para defenderse de la pandemia.

El filósofo resalta con lo anterior, “un cambio de paradigma del que Europa todavía no se ha enterado. Los apologetas de la vigilancia digital proclamarían que el big data salva vidas humanas”. En los países asiáticos no existe resistencia ante la vigilancia digital. No existe información reservada y apenas se está hablando de la protección de datos personales: “Nadie se enoja por el frenesí de las autoridades para recopilar datos.”

Como una semejanza al décimo capítulo de la futurista y apocalíptica serie de Netflx “Black Mirror”,[4] China ha implementado un sistema de crédito social muy similar al ilustrado en la serie de la plataforma de streaming. El sistema implementado en China permite evaluar exhaustivamente la conducta social de los ciudadanos. Ningún momento de la vida cotidiana de los chinos está exento de la vigilancia digital. Por ejemplo, quien no respeta las señales de tránsito, quien se relaciona con opositores al régimen, o quien realiza comentarios de protesta en las redes sociales, le quitan puntos. Pero, quien compra por Internet alimentos sanos o lee periódicos afines al régimen, le dan puntos. Los puntos permiten acceder de manera más rápida a visas de viaje o créditos. En caso de no tener suficientes puntos se pierde el empleo.

“En China es posible esta vigilancia social porque se produce un irrestricto intercambio de datos entre los proveedores de Internet y de telefonía móvil y las autoridades. Prácticamente no existe la protección de datos. En el vocabulario de los chinos no aparece el término “esfera privada”.  

La vigilancia digital en china se produce gracias a 200 millones de cámaras de vigilancia ciudadana ubicadas en lugares estratégicos como espacios públicos, tiendas, calles, estaciones y en los aeropuertos. Estas cámaras dotadas de inteligencia artificial – IA, poseen una técnica de reconocimiento facial avanzada con la que pueden observar y captan incluso detalles en el rostro como lunares.

La avanzada tecnología de vigilancia digital de China ha dado resultados altamente eficaces para contener la epidemia. Cuando una persona sale de la estación, automáticamente es captado por una cámara con IA, la cual toma lectura de la temperatura corporal. Si la temperatura es preocupante, todas las personas que iban en el mismo vagón reciben una alerta en su celular de la posible exposición al virus. Por redes sociales, las personas dan cuenta que se están usando drones para controlar las cuarentenas. Si una persona no acata la cuarentena, un dron se dirige volando a él y le ordena regresar a su vivienda. Quizá incluso le imprima una multa y se la deje caer volando, ¿quién sabe? Se pregunta Byung.

¿Por qué en países como China, Corea del Sur, Hong Kong, Singapur, Taiwán o Japón no existe resistencia ante la vigilancia digital o el Big Data? De acuerdo con Byung, la razón de esta falta de conciencia crítica ante la vigilancia digital obedece a un motivo cultural. En Asia impera el colectivismo. No hay un individualismo acentuado. “No es lo mismo el individualismo que el egoísmo que, por supuesto también está muy propagado en Asia,” dice Byung.

En Europa y en el resto del mundo occidental existen barreras que impiden la implementación de un sistema de vigilancia digital que permita combatir eficazmente la pandemia del Covid-19. Las leyes de protección de datos personales como la Ley de habeas data en Colombia, evita que los proveedores de telefonía móvil y de Internet compartan los datos sensibles de sus clientes con los servicios de seguridad y con los ministerios de salud. Este tipo de leyes no existen en China, por lo tanto, El Estado sabe dónde están sus ciudadanos, con quién se reúnen, qué hacen, qué buscan, en qué escriben, qué comen, qué compran, etc. Dice Byung que “es posible que en el futuro el Estado controle también la temperatura corporal, el peso, el nivel de azúcar en la sangre, etc. Una biopolítica digital que acompaña a la psicopolítica digital que controla activamente a las personas.” Resalta el filósofo que en Wuhan miles de equipos de investigación digital se basan únicamente en el análisis de macrodatos para averiguar quiénes son potenciales infectados, quiénes tienen que seguir siendo observados y eventualmente ser aislados en cuarentena. Cree el filósofo que por cuanto respecta a la pandemia, el futuro está en la digitalización.

La segunda ventaja es el uso obligatorio de Mascarillas Protectoras Con Filtro Antivirus. En países como Corea, nadie puede ir por la calle sin mascarillas respiratorias con filtro antivirus. Las mascarillas quirúrgicas no son utilizadas mayoritariamente por su ineficacia para evitar el contagio de Covid-19. Con más razón el personal médico a cargo de los infectados usa mascarillas con protección viral. La prioridad en Corea fue el abastecimiento a la población de las mascarillas con mucha rapidez, por lo cual se construyeron nuevas máquinas para fabricar estas mascarillas. El suministro y la utilización de las mascarillas protectoras antivirus en Asia ha contribuido de forma decisiva a contener la propagación de la epidemia en esta región del mundo. Todos los coreanos llevan puesta la mascarilla cuando están en el trabajo o en la calle. Desde el presidente coreano lleva mascarilla en todos los eventos para dar ejemplo. “En Corea lo ponen verde a uno si no lleva mascarilla,” escribe el surcoreano.

El interés en las mascarillas protectoras llevó a desarrollar una “mascarilla para el coronavirus” hecha de nano-filtros que incluso se puede lavar. Se dice que puede proteger a las personas del virus durante un mes. “En realidad, es muy buena solución mientras no haya vacunas ni medicamentos”. Por otra parte, en Europa y en la mayoría de países de América, el uso de la mascarilla de protección antivirus no es muy habitual. Para el filósofo, esto se debe al individualismo operante en occidente donde no es costumbre llevar la cara cubierta, acto que se relaciona con los criminales que cubren su rostro para no ser identificados.

De acuerdo con Byung; “El pánico desmedido en vista del virus es una reacción inmunitaria social, e incluso global, al nuevo enemigo. La reacción inmunitaria es tan violenta porque hemos vivido durante mucho tiempo en una sociedad sin enemigos, en una sociedad de la positividad, y ahora el virus se percibe como un terror permanente”. El filósofo de “la sociedad del cansancio” afirma que el virus no ha dado ningún golpe al capitalismo, ni mucho menos el virus podría hacer caer el régimen chino. Nada de eso sucederá dice Byung. China venderá al mundo su modelo de Estado Policial Digital como un modelo de éxito contra la pandemia. China exhibirá la superioridad de su sistema aún con más orgullo, y tras la pandemia, el capitalismo continuará aún con más pujanza, y lastimosamente, los turistas seguirán contaminando nuestro planeta.  

Esta crisis, no generará el cambio que tanto deseamos ver en el mundo, por sí misma. “Somos, Nosotros, personas dotadas de razón, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta”, Byung-Chul Han.

 

Diego Andrés Miranda