Pueblos

Día Internacional de la Mujer Indígena: un canto a la resistencia y la dignidad

Beatriz Ramírez David

05/09/2025 - 06:25

 

Día Internacional de la Mujer Indígena: un canto a la resistencia y la dignidad

 

El 5 de septiembre no es una fecha cualquiera. Es un día que resuena en la memoria colectiva de los pueblos de América Latina, una jornada de reflexión, de homenaje y, sobre todo, de compromiso. Ese día conmemoramos el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha instaurada en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en Tihuanacu, Bolivia, como un reconocimiento a todas aquellas mujeres indígenas que, con valentía y dignidad, han sostenido el fuego de la resistencia, la memoria y la vida misma de sus pueblos.

La elección de este día no fue casualidad. Se hizo en honor a Bartolina Sisa, mujer aymara nacida en el Cuzco en 1753, quien junto a su esposo Julián Apaza, conocido como Túpac Katari, lideró una de las rebeliones indígenas más emblemáticas contra el yugo colonial. Bartolina fue tejedora, madre, compañera, guerrera y estratega. Fue capturada y brutalmente asesinada el 5 de septiembre de 1782 por las fuerzas españolas, pero su legado trascendió las cadenas, la violencia y la muerte. Hoy, más de dos siglos después, su nombre sigue siendo símbolo de lucha, dignidad y resistencia femenina indígena.

Mujeres indígenas: guardianas invisibles de la vida

Hablar de las mujeres indígenas es hablar de resistencia en múltiples dimensiones. Ellas no solo han sostenido los hilos de sus culturas, lenguas y tradiciones, sino que lo han hecho en medio de un triple muro de discriminación: por ser mujeres, por ser indígenas y por vivir en contextos de pobreza.

La primera discriminación nace de la desigualdad de género. Muchas comunidades indígenas, atravesadas por prácticas patriarcales, limitan la educación de las niñas y reproducen violencias estructurales, como matrimonios forzados o la negación de la voz femenina en los espacios de decisión. La segunda discriminación se debe a su identidad como indígenas, pues en muchos países todavía son tratadas como ciudadanas de segunda categoría, invisibilizadas por los Estados y marginadas en el acceso a salud, educación y participación política. La tercera discriminación, la pobreza, les niega autonomía sobre la tierra, la propiedad y los recursos naturales, condenándolas a depender de los hombres para ejercer derechos básicos sobre el territorio que, paradójicamente, ellas mismas cultivan y preservan.

Aun así, las mujeres indígenas son las principales guardianas de la biodiversidad, de los conocimientos ancestrales y de la transmisión cultural. En ellas vive la memoria de los pueblos: a través de sus cantos, sus tejidos, sus lenguas y sus rituales. En sus manos se hila no solo la ropa, sino también la identidad y la cosmovisión de comunidades enteras.

Más que cifras, vidas que importan

Hoy existen en Latinoamérica aproximadamente 522 pueblos indígenas, sumando cerca de 42 millones de personas. De ellos, el 59% son mujeres. Detrás de estos números hay rostros concretos: mujeres que crían, que siembran, que defienden la tierra, que luchan por la educación de sus hijas e hijos, que se convierten en líderes comunitarias, que enfrentan a grandes empresas extractivas o gobiernos que violan sus territorios, y que, muchas veces, arriesgan la vida en ello.

Cada una de esas mujeres representa una historia de resistencia frente a un sistema que insiste en relegarlas al silencio. Sin embargo, su voz se levanta con más fuerza cada día. Desde México hasta la Patagonia, desde los Andes hasta la Amazonía, hay mujeres indígenas que hoy encabezan luchas ambientales, movimientos feministas interseccionales y procesos de reivindicación cultural que están transformando la historia.

Un llamado como activista por los derechos de las mujeres

Como mujer activista, no puedo hablar en nombre de ellas, pero sí puedo hablar junto a ellas. Puedo alzar mi voz para amplificar la suya, para que el eco de sus demandas resuene más allá de los límites de sus comunidades. No podemos quedarnos indiferentes ante la triple discriminación que viven. No podemos celebrar la diversidad cultural de nuestros países mientras se sigue negando a millones de mujeres indígenas el derecho a decidir sobre su vida, su cuerpo, su tierra y su futuro.

Hoy, más que nunca, necesitamos mirar de frente las heridas abiertas por el colonialismo, el racismo y el patriarcado. Hay que reconocer que la deuda histórica con los pueblos indígenas no puede seguir aplazándose. Y, sobre todo, entender que las luchas de las mujeres indígenas no son luchas ajenas: son luchas por la dignidad, la justicia y la vida de toda la humanidad.

El legado de Bartolina Sisa

Recordar a Bartolina Sisa no es un gesto simbólico ni una postal del pasado. Es reconocer que su lucha sigue viva en cada mujer que defiende la selva amazónica de la deforestación, en cada lideresa que exige justicia para las desaparecidas en Mesoamérica, en cada madre que insiste en que su hija vaya a la escuela, en cada joven indígena que se atreve a escribir poesía en su lengua materna.

Bartolina representa la fuerza de miles de mujeres que se levantan contra la opresión, aun sabiendo los riesgos que enfrentan. Su vida nos recuerda que la libertad y la igualdad no son regalos, sino conquistas que se obtienen con valentía y sacrificio.

Hacia un futuro de justicia y esperanza

El Día Internacional de la Mujer Indígena no debe ser solo un recordatorio histórico. Debe ser un llamado a la acción. Un compromiso real de los Estados, las organizaciones sociales y cada una de nosotras como ciudadanas para:

  • Garantizar educación intercultural y con enfoque de género para las niñas indígenas.
  • Respetar los territorios ancestrales y reconocer el liderazgo de las mujeres en la defensa del medio ambiente.
  • Erradicar la violencia machista en todas sus formas, dentro y fuera de las comunidades.
  • Ampliar la participación política de las mujeres indígenas en los espacios de decisión locales, nacionales e internacionales.
  • Visibilizar sus aportes culturales y científicos, que enriquecen no solo a sus pueblos, sino al mundo entero.

Un mensaje de sororidad

Hoy, 5 de septiembre, abrazo con sororidad a cada mujer indígena. A la que lucha en silencio, a la que alza la voz, a la que resiste desde el tejido, a la que se planta frente a las empresas que destruyen su tierra, a la que enseña a su hija que merece soñar con libertad.

Como activista, sé que mi voz es un pequeño aporte frente al océano de su resistencia. Pero creo firmemente que cuando las mujeres nos unimos, cuando reconocemos nuestras diferencias y caminamos juntas, el mundo tiembla de esperanza.

La lucha de las mujeres indígenas no es solo suya: es nuestra. Porque cuando una mujer indígena se libera, se libera con ella la memoria, la tierra y el futuro de todos los pueblos.

El Día Internacional de la Mujer Indígena es un recordatorio de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser. Es un homenaje a Bartolina Sisa y a todas las que como ella eligieron la dignidad por encima del miedo. Es un día para reconocer el papel insustituible de las mujeres indígenas en la construcción de un mundo más justo, diverso y humano.

Que este 5 de septiembre no se quede solo en discursos o publicaciones en redes sociales. Que se convierta en un compromiso vivo, en una acción concreta, en un paso más hacia esa justicia que aún se nos debe.

Porque honrar a las mujeres indígenas es honrar la vida misma.

 

Beatriz Ramírez David

Sobre el autor

Beatriz Ramírez David

Beatriz Ramírez David

Mundo en femenino

Consultora en temas de Mujer y Género, facilitadora social y comunitaria, conferencista, online speaker y escritora. Embajadora de mujeres liderando América Latina y Global Ambassador NERDS RULE INC. Página web: https://beatrizramirezdavid.wordpress.com/

2 Comentarios


Silvia Mayorga 05-09-2025 08:57 AM

Una gran escritora y excelente ponente de talla internacional, sus escritos son realizados con mucha dedicación.

Ana Beatriz Rodríguez Escobar 06-09-2025 07:08 PM

Excelente artículo, gracias por hacer visibles a las mujeres indígenas y por denunciar violación de derechos de estás y otras mujeres. Tus artículos y tus trabajos en este sentido son maravillosos

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