Turismo
Manuel Enrique Mojica, el guardián cultural y guía turístico del realismo mágico
Manuel Enrique Mojica recorre la plaza de la iglesia San José, donde anteriormente era el cementerio de Aracataca. Sus pasos hacen eco de las historias que conoce de memoria, atrapando a su audiencia con relatos sacados de un mundo entre lo real y lo fantástico. Con una voz profunda, casi hipnótica, les cuenta a los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia (sede de La Paz) cómo los lugares de ese pueblo retratan la imaginación que nutrió la obra de Gabriel García Márquez.
"Este es el corazón del realismo mágico", dice con emoción, mientras señala la Casa Museo Gabriel García Márquez, casa en donde Gabo nació y pasó gran parte de su niñez, soñando con el Macondo que luego transformaría en leyenda literaria, en su obra Cien años de soledad. Las palabras de “Kike”, como la comunidad cariñosamente le dice, describen no solo la infraestructura, como la casa Museo García Márquez o la Biblioteca, sino que también narra los personajes que habitaron en la historia macondiana.
En la estación del tren, el tono de voz de Kike cambia, volviéndose un poco nostálgico. Asegura que allí “se marcó el destino de muchas almas, almas que fueron testigos de lo ocurrido hecho en las bananeras." Los estudiantes, conmovidos, no solo escuchan una historia, sino que también sienten en carne viva un fragmento de la historia misma.
Manuel Enrique Mojica nació el 12 de febrero de 1988. Actualmente tiene 36 años. Su madre es originaria de Repelón, Atlántico, y su padre, de un corregimiento del Retén, llamado “La Colombia". Nació y creció en una familia humilde en el municipio de Aracataca, Magdalena. Un pequeño pueblo cargado de literatura y cultura, cuyo nombre se le debe a la unión de dos palabras que por separado significan “Ara”: agua clara y “Cataca”: nombre del cacique de la tribu en el idioma Chimila.
Pasó su infancia en Aracataca, cursando sus estudios de primaria en la Institución Educativa Juan Bautista Daza y el bachillerato en la Institución ABC. Cuando se graduó de bachillerato estuvo dentro de sus anhelos el ser periodista y locutor, aunque, finalmente, se inclinó por la parte turística por causa de ese amor a las historias que envolvían su tierra. Mientras otros jugaban, él se perdía entre los relatos que escuchaba de los ancianos sobre Gabriel García Márquez, la Guerra de los Mil Días y los fantasmas de Macondo, que parecían cobrar vida en cada esquina.
A los 18 años, Kike tomó la decisión de dedicarse al turismo. Sabía que su pasión por Aracataca y su profundo conocimiento de la obra de García Márquez podían convertirse en una herramienta para atraer visitantes y hacer que otros descubrieran la magia de su tierra. Sus primeros acercamientos a la cultura y al turismo fueron trabajando como guía ayudante de la Casa del Telegrafista cuando aún no estaba restaurada. Esto hizo que Kike se comprometiera de tiempo completo a este oficio, llevándolo a tomar diferentes cursos relacionados con el tema.
Darlys Cáceres y Rafael Darío Jiménez, ex director de la Casa Museo y gestor cultural del departamento del Magdalena, respectivamente, fueron personas claves en la formación cultural, literaria y turística de Kike. Ellos fueron mentores e influenciadores en su oficio, que se ha ganado con esfuerzo y resiliencia. Hoy en día, Kike se ha convertido en un referente del turismo en Aracataca. Cuenta con más de 10 años de experiencia, informando y cautivando a las diferentes personas que lo visitan. Hacerse amigo de los extranjeros es una de las actividades que más disfruta.
Su habilidad para entrelazar la historia real con el realismo mágico de la obra de García Márquez le permite llevar a turistas por un recorrido que no solo informa, sino que emociona. Kike ha reiterado en varias ocasiones que Aracataca tiene una gran proyección y potencial de desarrollo económico a causa del turismo. Menciona que si hay una sólida unificación entre las entidades gubernamentales la situación se tornaría mucho mejor. También ha señalado que Aracataca tiene que potencializarse en la promoción turística a través de las diferentes plataformas digitales, ya que estas están siendo mucho más efectivas que los medios tradicionales.
Un día típico como guía turístico en Aracataca comienza temprano, cuando el sol apenas se asoma sobre el pueblo. Kike, como otros guías, inicia la mañana repasando su itinerario, listo para recibir a los visitantes que vienen a descubrir la tierra natal de Gabriel García Márquez. El primer punto del recorrido suele ser la Casa Museo de Gabo, donde Kike, con pasión en cada palabra, relata anécdotas de la infancia del escritor y cómo estos momentos inspiraron su obra más famosa, Cien años de soledad. Luego, el grupo visita la estación del tren, lugar emblemático.
Mientras el calor del mediodía se intensifica, Kike se detiene en la Biblioteca Remedios la Bella, compartiendo la importancia de la literatura en la vida del pueblo. Manuel Enrique Mojica, aparte de trabajar como guía turístico, se desempeña en otras actividades como ser locutor de radio en una emisora comunitaria. En esta emisora cuenta con una sección llamada “Historia de Colombia”, que se emite de 7 a 9 de la mañana. En ella prepara notas de economía, cultura, ciencia, tecnología y turismo en Colombia. Su programa no solo educa a su audiencia, sino que también ayuda a preservar la memoria colectiva de la región, un papel vital en una época en la que las tradiciones y la historia pueden perderse fácilmente en el olvido.
Manuel Enrique "Kike" Mojica no solo es un guía turístico más en Aracataca. Es un verdadero guardián de la memoria histórica y cultural de su tierra. Su historia refleja un vínculo íntimo con las raíces de Gabriel García Márquez, el realismo mágico y el universo de Macondo. Creció en un pueblo lleno de historia, donde las palabras de los ancianos se mezclaban con los ecos de la historia y la literatura, lo que moldeó su profundo amor por los relatos que han dado vida a su carrera.
Desde una edad temprana, Kike entendió que su pasión por la historia y la literatura podía ser un puente entre su comunidad y el mundo exterior. Decidió dedicar su vida al turismo, no solo para ganarse la vida, sino para ofrecer a los visitantes una experiencia que trascendiera lo ordinario. A través de su narrativa logra que las personas no solo visiten un lugar, sino que sientan el espíritu de Macondo y la influencia de García Márquez en cada rincón de Aracataca.
Por más de una década Kike ha perfeccionado su habilidad para entrelazar la historia real de su pueblo con las fabulosas narraciones del realismo mágico. Su capacidad para hacer que los visitantes vivan una experiencia envolvente, casi hipnótica, lo ha convertido en una figura esencial del turismo en el municipio. Además, ha desarrollado la habilidad única de conectar con sus turistas a nivel personal, lo que enriquece aún más la experiencia. Para Kike, cada recorrido es una oportunidad para compartir no solo información, sino emociones y una conexión genuina con la historia que representa.
Con una sólida trayectoria y reconocimiento, Kike ha señalado en varias ocasiones su visión optimista para el desarrollo del turismo en Aracataca. Cree firmemente en el potencial del municipio y que, con un mayor apoyo gubernamental y una promoción efectiva a través de plataformas digitales, puede seguir creciendo como destino turístico de renombre internacional. Su dedicación y visión son prueba de que el turismo puede ser una herramienta de desarrollo económico y social en comunidades como la suya.
Jair Salas Ortega
Acerca de este artículo: este artículo es producto de la asignatura "Periodismo Cultural", integrada en el programa de Gestión Cultural y Comunicativa, Universidad Nacional de Colombia, Sede de La Paz
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